La pandemia de la COVID-19 ha tenido un gran impacto en la industria del cine. En marzo de 2020 los cines a nivel mundial cerraron sus puertas por la crisis sanitaria, lo que rápidamente dio paso a los servicios de streaming, que ya venían ganándose a los usuarios por su inmensa oferta de contenido y sus bajos costos. A casi tres años de ese momento, el cine aún no es ni la sombra de lo que era antes de la pandemia, los estrenos de tráilers y películas ya no generan las mismas ganancias multimillonarias que generaban antes. Esto preocupa a la industria, que ya no haya qué hacer para competir con los servicios de streaming, actuales líderes en el mercado del entretenimiento.
Debido a la pandemia la industria cinematográfica perdió miles de millones de dólares tras el cierre de los cines en todo el mundo. La taquilla se vio más que todo afectada por el repentino parón en Asia, uno de sus principales mercados y continente donde surgió por primera vez el coronavirus.
La administración de las vacunas contra la COVID-19 y el descenso de los casos a nivel mundial en 2021 y 2022 hizo que poco a poco todo volviera a la normalidad, pero esta «nueva normalidad» trajo grandes cambios para el cine.
El repentino crecimiento del streaming
Cuando los cines permanecían cerrados, la mayoría de las distribuidoras retrasaron sus estrenos o los lanzaron directamente al streaming. Plataformas como Netflix, Disney Plus o HBO Max ofrecían los contenidos más recientes a un bajo costo mensual (entre los 5 y 15 euros). Dando inicio a la llamada «guerra de las plataformas», iniciada en 2020 y que aún continúa.
Al distribuir sus filmes por streaming, el productor recibe el 70 % de las ventas. Al hacerlo a través de salas obtiene, en el mejor de los casos, un 50 %. Esto incentivó a muchos más realizadores a presentar sus películas directamente en las plataformas. Conscientes además de que la audiencia no podía salir de su casa por la crisis.
El cine en casa llegó para quedarse
A falta de cines y con mucho tiempo de sobra por la pandemia, el público optó por ver cientos de películas, series y documentales en las plataformas. Esta modalidad se volvió rápidamente una ventaja. Para muchos, las grandes pantallas de más de 60 pulgadas, la transmisión en 4K y el uso de sistemas de sonido en casa comenzó a igualar la experiencia del cine.
Cabe destacar que vivimos un momento de saturación de contenidos. Son tantas las películas y series que ofrecen las plataformas que ya no permanecen tanto tiempo en la conversación. Cuando sale un nuevo episodio de una serie o el tráiler de una película bastan un par de días o una semana para que deje de ser relevante. Los usuarios quieren ser parte de la conversación y por ello optan por consumir la mayor cantidad posible de filmes y series a la semana.
Un estudio realizado por Nielsen reveló que casi la mitad de los usuarios encontraba «abrumadora» la inmensa oferta y la cantidad de opciones y servicios de suscripción que hay en el mercado. Con tantos contenidos en una misma plataforma, es normal no querer salir de casa. Según Nielsen, solo en Estados Unidos actualmente hay más de 817.000 contenidos únicos en streaming, el 25% más que en 2019.
La tendencia, claramente, no es a la baja para las plataformas de streaming, al contrario, el crecimiento es evidente. La pandemia marcó un punto de inflexión al que ya se precipitaba la industria audiovisual. Y ahora es un hecho: las salas de cine han perdido terreno.
Retomando las salas y taquillas
Antes de la pandemia las películas más taquilleras, como Avatar, Avengers: Endgame y Titanic recaudaron entre dos mil cien y dos mil novecientos millones de dólares a nivel mundial. Este año, con el regreso a las salas de cine, la película más taquillera es Top Gun: Maverick. Protagonizada por Tom Cruise, recaudó por encima de mil cuatrocientos millones de dólares. Le siguen cintas como Jurassic World: Dominion y Doctor Strange in the Multiverse of Madness con mil y novecientos cincuenta millones respectivamente.
Queda claro que las cintas ya no recaudan lo mismo de antes. Aunque poco a poco parece que el público se anima cada vez más a acudir a las salas de cine para ver los estrenos, aún ningún filme ha podido llegar al top cinco de las más taquilleras de la historia.
El segundo semestre de 2022 dejó claro para la industria que si quería competir con plataformas tan gigantes como Netflix o Amazon Prime Video debía sacar toda la artillería pesada. Esta semana se estrenó el tráiler de la quinta entrena de Indiana Jones, que aunque es propiedad de Disney (Lucasfilm) busca acaparar toda la atención posible y generar una de las mayores taquillas del año.
Protagonizada por Harrison Ford, el estreno de Indiana Jones 5 está previsto para el 30 de junio de 2023. Lo más llamativo del tráiler es que el filme se estrenará únicamente en cines. Buscando no dividir las ganancias. Ya que cuando un contenido se estrenaba en simultáneo en cines y en plataformas de streaming la taquilla se veía bastante afectada.
El streaming repunta y el cine no se recupera
Por ahora el mundo de internet continúa como el canal preferido para consumir los contenidos, sobre todo entre los más jóvenes.
Amazon, una de las empresas con el mayor crecimiento de las plataformas de contenido en streaming, anunció que invertiría mil millones de dólares para estrenar películas en cines. La decisión sorprendió a muchos pero se entiende mejor al tener en cuenta que la empresa de Jeff Bezos adquirió los estudios Metro Goldwyn Meyer (MGM). Propietarios de sagas tan rentables como la de James Bond, en marzo de este año. Entre los planes de Amazon está el estreno de entre 12 y 15 películas en salas cinematográficas al año.
A pesar de que el crecimiento del streaming sigue repuntando y el cine no se recupera del todo, la industria continúa apostando por estrenar películas en las salas para intentar generar la mayor cantidad de ganancias. Todo parece indicar que el fin del cine no está ni cerca, y que simplemente la forma de ver los contenidos va en constante evolución.