La la incidencia del cáncer ha avanzado en forma drástica y vertiginosa en las últimas décadas. Cada vez es más personas menores de 50 años de edad desarrollan la temible enfermedad. En 2021se reportaron 20 millones de diagnósticos nuevos de cáncer en la población global. Las cifras de la Organización Mundial de la Salud también indican que 10 millones de personas murieron a causa de la enfermedad.
Un estudio realizado por investigadores del Brigham and Women’s Hospital, en Boston, revela una mayor detección de cánceres de aparición temprana. En especial, los tumores de mama, colon, esófago, riñón, hígado y páncreas. Este importante aumento comenzó alrededor de 1990.
En un esfuerzo por comprender por qué muchas más personas jóvenes son diagnosticadas con cáncer, los científicos realizaron análisis exhaustivos de los datos disponibles en la literatura y en línea. El estudio se enfocó en los impactos de 14 tipos de cánceres que fueron identificados en personas jóvenes entre los años 2000 y 2012. Los resultados lo publicó Nature Reviews Clinical Oncology.
“A partir de nuestros datos, observamos algo llamado ‘efecto de cohorte de nacimiento’, el cual muestra que cada grupo sucesivo de personas nacidas en un momento posterior -por ejemplo, una década más tarde- tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer más adelante en la vida. Probablemente debido a los factores de riesgo a los que estuvieron expuestos a una edad temprana”, explicó Shuji Ogino, MD, PhD, profesor y médico científico en el Departamento de Patología del Brigham.
El riesgo aumenta con cada generación. Las personas nacidas en 1960 experimentaron un mayor riesgo de cáncer antes de cumplir los 50 años que las personas nacidas en 1950. «Predecimos que este nivel de riesgo seguirá aumentando en las generaciones sucesivas”, afirmó.
Últimas generaciones con alta incidencia de cáncer
El equipo que dirige Shuji Ogino también examinó la literatura que describe las características tumorales clínicas y biológicas de los cánceres de aparición temprana en comparación con los cánceres de aparición tardía diagnosticados después de los 50 años de edad. En una revisión extensa, el equipo descubrió que el exposoma de la vida temprana ha cambiado sustancialmente en las últimas décadas. El exposoma es un concepto que abarca la dieta, el estilo de vida, el sobrepeso, las exposiciones ambientales y el microbioma.
Luego plantearon la hipótesis de que factores como la dieta y el estilo de vida ‘occidentalizados’ pueden estar contribuyendo a la epidemia de cáncer de pronta aparición.
Identificaron que esta mayor incidencia de ciertos tipos de cáncer se debe, en parte, a la detección temprana. No pudieron medir con precisión qué proporción de esta creciente prevalencia podría atribuirse únicamente a esa detección anticipada. Sin embargo, señalaron que es poco probable que aumente la incidencia de muchos de los 14 tipos de cáncer debido solo a la mejora de las pruebas de detección.
Los posibles factores de riesgo para el cáncer de aparición temprana incluyen el consumo de alcohol, la falta de sueño, el tabaquismo, junto con la obesidad y el consumo de alimentos altamente procesados. Sorprendentemente, los investigadores encontraron que si bien la duración del sueño de los adultos no ha cambiado drásticamente durante varias décadas, los niños duermen mucho menos hoy.
Los factores de riesgo como los alimentos altamente procesados, las bebidas azucaradas, la obesidad, la diabetes tipo 2, el estilo de vida sedentario y el consumo de alcohol han aumentado significativamente desde la década de los años cincuenta.
Alcances y limitaciones del estudio
El autor principal del informe, Tomotaka Ugai, MD, PhD, también del Departamento de Patología, señaló que entre los catorce tipos de cáncer en aumento estudiados, ocho estaban relacionados con el sistema digestivo. «Los alimentos que comemos nutren los microorganismos en nuestro intestino. La dieta afecta directamente la composición del microbioma y, eventualmente, estos cambios pueden influir en el riesgo y los resultados de la enfermedad”, indicó.
Una limitación del estudio fue que los investigadores no tenían una cantidad adecuada de datos de países de bajos y medianos ingresos para identificar tendencias en la incidencia del cáncer durante décadas. En el futuro, Ogino y Ugai esperan continuar con esta investigación recopilando más datos y colaborando con institutos de investigación internacionales para monitorear mejor las tendencias globales.
La OMS afirmó que el cáncer afecta de manera desproporcionada a los países de ingresos bajos y medios en términos de casos y muertes. Calcula que para 2040 el 70% de los fallecimientos ocurrirán en esas naciones.
Los científicos también explicaron la importancia de realizar estudios de cohortes longitudinales con el consentimiento de los padres para incluir a niños a los que se puede hacer un seguimiento durante décadas.
“Sin identificar lo que hacía hace décadas una persona con cáncer ahora o cuando era niño es muy difícil. Por tanto, nuestro objetivo es realizar más estudios de cohortes longitudinales en los que sigamos a la misma cohorte de participantes a lo largo de sus vidas. Recopilando datos de salud, potencialmente de registros de salud electrónicos y muestras biológicas en puntos de tiempo establecidos. Así tendremos información más precisa sobre el riesgo de cáncer para las generaciones venideras”, añadió.
Niños y jóvenes más afectados en países pobres
Los registros de la Organización Panamericana de la Salud señalan el cáncer entre las principales causas de mortalidad entre niños y adolescentes en el mundo. Cada año se diagnostica cáncer a unos 300.000 niños de entre 0 y 19 años.
En América Latina y el Caribe, se estima que al menos 29.000 niños y adolescentes menores de 19 años resultarán afectados por el cáncer anualmente. De ellos, cerca de 10.000 fallecerán a causa de la enfermedad. En los países de ingresos altos, más del 80% de los niños afectados de cáncer se curan, pero en muchos países de ingresos medianos y bajos la tasa de curación es de aproximadamente el 20%