Por Cambio16
12/6/2017
Cuanto más se aleja un turista de su país de origen, más dinero gasta en el destino. De ahí que una de las claves para aumentar la rentabilidad del sector turístico sea atraer a viajeros de larga distancia dispuestos a recorrer miles de kilómetros para descubrir nuevos continentes. Precisamente, en este proceso está España, que incrementó un 42% los ingresos por compras de turistas de fuera de la Unión Europea en el primer trimestre. De media, se dejaron 545 euros por acto de compra, según datos de Global Blue, primer operador internacional de tax free.
Así, el Barómetro del Turismo de Compras –que analiza el patrón de comportamiento del turista extracomunitario- pone de manifiesto cómo España va poco a poco escalando posiciones en el circuito europeo del shopping, si bien todavía está lejos de destinos competidores como Francia, que ingresan hasta tres veces más que nosotros por compras de visitantes extracomunitarios.
En esta carrera por construir un modelo turístico de largo alcance, que no sólo se base en el volumen de visitantes sino en el gasto per cápita, uno de lo pasos fundamentales está siendo la mejora de la conectividad aérea. De esta forma, la apertura de vuelos directos con Shangai y Hong-Kong está permitiendo acortar distancias y capitalizar así la llegada de viajeros procedentes de China, que tienen en el shopping su principal actividad turística.
De esta forma, durante el primer trimestre -que coincidió además con la celebración del Año Nuevo Chino, el periodo vacacional más importante de su calendario- los ingresos por compras de turistas procedentes del Lejano Oriente se incrementaron más de un 40%. Su ticket medio por acto de compra se situó en algo más de 1.000 euros y fueron las joyerías y relojerías las que más notaron este aumento del gasto.
Junto con los asiáticos, los rusos representaron la nacionalidad más rentable para los comercios españoles. De hecho, entre las dos concentran el 41% de los ingresos, aunque más de una tercera parte salen del bolsillo del chino. Concretamente, el incremento de la cotización del Brent y su impacto sobre el valor del rublo aumentaron un 33% su capacidad de compra hasta marzo, con un gasto medio de algo más de 500 euros cada vez que entran en una tienda.
De esta forma, los datos de Global Blue muestran cómo el tipo de cambio fue otro de los aspectos que influyeron en el aumento del gasto de los turistas de larga distancia en este primer trimestre. Tanto es así que la fortaleza del dólar frente al euro permitió incrementar en un 52% la capacidad adquisitiva de los turistas procedentes de Estados Unidos, permitiendo a España ser un destino de compras para la primera potencia económica mundial.
Esta misma razón explica el incremento del 62% en el gasto de los turistas argentinos, que aprovecharon su estancia en España para comprar artículos mucho más baratos que en su país como consecuencia del tipo de cambio del euro frente al peso.
El efecto “Mobile World Congress”
Por otro lado, el Barómetro muestra cómo otro de los factores que ayudan a captar turismo de larga distancia es la promoción en los países de origen. En este primer trimestre, el hecho de que España fuera anfitriona de la mayor feria de tecnología móvil del mundo, el Mobile World Congress, no sólo nos colocó en primera línea internacional sino que evidenció nuestras bondades como destino en seguridad o servicios, por citar sólo un par de ejemplos.
De hecho, en un análisis por ciudades –recordemos que el turismo de shopping es un turismo de ciudades y no de países-, Global Blue revela que Barcelona aumentó en más de un 36% los ingresos por compras de turistas de fuera de Europa como consecuencia del tirón del World Mobile Congress, que atrajo a visitantes de alto poder adquisitivo, permitiendo a la Ciudad Condal hacerse con más de la mitad de los ingresos por shopping hasta marzo. Madrid, por su parte, con un incremento del 28%, concentró tres de cada diez euros.