La COVID-19 sigue avanzando por el mundo, aunque con algunas variaciones. Mientras que los datos mejoran en la Comunidad de Madrid, en España, en Estados Unidos se registran más de un millón de casos en tan solo los primeros 10 días del mes de noviembre.
En la capital española, el domingo pasado los nuevos casos habían disminuido de los 2.431 que se notificaron el sábado a 834 del domingo. Los fallecidos también pasaron de 29 a 24 y las hospitalizaciones se mantienen descendiendo en la región.
Se trata de una tendencia a la baja de la pandemia en Madrid que se mantiene desde hace algunas semanas. Ante esta mejoría, la presidenta de la comunidad, Isabel Díaz Ayuso, se puso a la orden para ofrecer ayuda a otras autonomías, donde los casos sí han aumentado.
Pero la situación de la pandemia cambia mucho por región. Es el caso de Estados Unidos, donde se registraron más de un millón de nuevos casos solo en los primeros 10 días de noviembre. Además que detectar más de 100.000 casos diarios ya se ha vuelto parte de la rutina de las autoridades sanitarias de ese país. Es un repunte que, por el momento, no muestra indicios de ceder.
Es un aumento que se presenta justo en momentos en que los gobernadores de todo el país hacen llamados cada vez más fuertes sobre asumir con responsabilidad la lucha contra la COVID-19. Piden mayor unidad y cooperación; algunos incluso están tomando nuevas medidas en sus jurisdicciones. En Minnesota ordenaron el cierre de bares y restaurantes a las 10:00 de la noche y en Iowa hicieron obligatorio el uso de la mascarilla en concentraciones de al menos 25 personas en interiores.
Son medidas que habían esquivado al principio pero que ahora sí están implementando. Muchas decisiones se han tenido que tomar en todo el mundo en la lucha contra la pandemia. En España una de las más recientes fue bajar el IVA de las mascarillas del 21% al 4%.
Baja el IVA de las mascarillas en España y se reduce su precio máximo
El Gobierno central anunció la baja del IVA de las mascarillas, una petición muy solicitada entre varios sectores. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunció que el IVA bajará del tipo general, el 21%, al superreducido, del 4%; además se reducirá su precio máximo de venta.
Montero explicó en el Pleno del Congreso de los Diputados, donde debatían las enmiendas a la totalidad del proyecto presupuestario, por qué decidieron adoptar esta decisión. Lo hicieron después de que la Comisión Europea les confirmó que no multaría a España por ello.
Antes de aprobar esta medida, el Gobierno se había negado a ella porque lo impedía la directiva europea. Pero ahora se revisarán los tipos reducidos de IVA, para ver si se puede aplicar a las mascarillas de forma permanente.
La ministra montero defendió que el Gobierno es «sensible, atento y atienden los problemas de la gente». Además, sostuvo que el Ejecutivo actuó de manera responsable para evitar que España tuviera que afrontar una multa millonaria por incumplir la directiva al bajar el IVA.
Esta es una medida que se une a la exención de IVA, en vigor desde abril, para el material sanitario de protección personal en las compras de centros hospitalarios; además de administraciones públicas o entidades sin fines de lucro. Es una suerte de respiro en medio de la segunda ola de la COVID-19 que sigue arreciando en Europa.
La segunda ola de la COVID-19 golpea con fuerza a Europa
En Italia, uno de los países europeos más afectados al principio de la pandemia, colas de ambulancias esperan que se vacíen camas en los hospitales en medio de una segunda estocada de la COVID-19. La situación no es tan distinta en Francia, donde una aplicación del Gobierno revela cuántas camas están ocupadas en las unidades de cuidados intensivos: 92,5% y en Barcelona una UCI que ya enfrentó un gran brote de coronavirus no logra salir de la crisis.
Distintos países del continente europeo han visto cómo la capacidad de las unidades de cuidados intensivos está alcanzando su límite, tal y como ocurrió en la primavera pasada. El escenario no es el mejor de todos, pues muchas de las autoridades sanitarias que abogan por estrictos confinamientos indican que aumentar las camas no es solución; de nada sirve tener más espacio si no hay médicos y enfermeras suficientes para atender a todos los pacientes.
Esta es una realidad que han vivido en Francia muy de cerca, pues durante los últimos meses más de 7.000 empleados de hospitales han recibido entrenamiento para trabajar en las UCI. Estudiantes de enfermería, residentes y paramédicos ya se han reclutado, de acuerdo con el ministro de Salud, Olivier Veran.
También afirmó que la cantidad de contagiados seguirá aumentando.Contrario a lo que ocurrió durante la primera ola en Francia, esta vez el virus está por todo el país y no es posible trasladar a un paciente de una región a otra menos afectada.
En Italia, el director de la Asociación Nacional de Médicos, Filippo Anelli, también alertó que si se mantiene la tasa actual de contagios no habrá suficientes médicos. Las enfermeras de Nápoles tenían que revisar a los pacientes en sus coches porque no había suficiente espacio dentro de la sala de urgencias.
Bélgica y Holanda han optado por enviar pacientes a Alemania, pero en territorio germano tampoco tienen suficientes camas. Las autoridades alertan que en algunas zonas urbanas se están alcanzando niveles precarios; sobre todo porque la atención no es solo para pacientes con la COVID-19, sino también para quienes llegan con otras afecciones. Es una situación sin precedentes, o por lo menos así lo afirma Fernando Maltez, uno de los expertos en enfermedades contagiosas de Portugal. «Ningún servicio sanitario del mundo puede manejar la cantidad de casos que siguen llegando», sentenció.
El escenario no es distinto en Rusia, donde recientemente se acordó que Moscú impondrá restricciones por dos meses debido a los contagios. Así lo informaron este 10 de noviembre las autoridades de la capital rusa.
Moscú impondrá restricciones de dos meses por aumento de casos
Los casos de la COVID-19 se encuentran en alza en toda Rusia. El alcalde moscovita Sergei Sobyanin indicó que cafeterías, restaurantes, bares y clubes nocturnos de la capital permanecerán cerrados desde las 11:00 de la noche hasta las 6:00 de la mañana. Además, los universitarios deberán tomar sus clases a distancia.
Los teatros y cines solo podrán funcional al 25% de su capacidad y todos los eventos masivos culturales y de entretenimiento quedarán suspendidos. Se trata de restricciones que entrarán en vigor desde este 13 de noviembre hasta el 15 de enero de 2021.
Desde el mes de septiembre Rusia se ha visto afectada por un resurgimiento de casos de la COVID-19; las infecciones diarias se han incrementado en más de 20.000 esta semana. En el país ya se han registrado más de 1,8 millones de contagios desde que inició la pandemia y 31.000 muertes.
En medio de esta segunda ola que abruma a Europa, el reciente anuncio sobre la vacuna de Pfizer y su efectividad de 90% es más que esperanzador. Sin embargo, todavía queda por delante afrontar varios retos, algunos de ellos son su distrubución y almacenamiento.
Con la vacuna de Pfizer el nuevo reto será su almacenamiento y distribución
La vacuna de Pfizer necesita de un esfuerzo mayor. Debe estar conservada por debajo de -80° C, una temperatura que se equipara a algunas de las más bajas que se registran en la Antártida; además, es mucho menor que la que cualquier congelador común puede ofrecer. Un hecho que afectará su almacenamiento y distribución, sobre todo en áreas remotas y países en desarrollo.
Cuando Pfizer hizo el anuncio de la vacuna también reconoció los desafíos asociados con la fórmula a temperaturas «ultrabajas» y los requerimientos para almacenarla. Y es que transportar la vacuna de Pfizer y BioNTech desde la fábrica hasta el brazo del paciente será una gran operación logística.
Las vacunas, una vez que son aprobadas, saldrían desde sus centros de manufactura para comenzar con la distribución. Se haría por aire y tierra, almacenándose potencialmente en instalaciones específicas para ello; luego se llevarían a centros de salud, hospitales y cualquier otro lugar donde se administren.
Esta última parte es la que más retos representa. Muchos de los centros de atención primaria más comunes no cuentan con la tecnología necesaria para mantener la vacuna durante mucho tiempo. Sin embargo, los expertos no creen que se trate de una tarea imposible de lograr; desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS) aseguraron que las futuras inversiones se destinarán principalmente a mejorar las infraestructuras de distribución y transporte.
Además, ya se han logrado manejar casos de este tipo en el pasado, como ocurrió en la República Democrática del Congo. La actual vacuna contra el ébola requiere un almacenamiento similar a la de Pfizer, entre -70 y -80º C; aún así se logró vacunar a 300.000 personas durante la epidemia más reciente en el este de ese país. Por ahora, habrá que esperar la aprobación final de esta vacuna contra la COVID-19; pero ya se posiciona como la más esperanzadora de todas las que están en la carrera.
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