El colapso del sistema sanitario en España por la COVID-19 causó que más de 26.000 personas fallecieran de un total de 51.000, según el modelo matemático ‘COVIDModel.es’, realizado por la plataforma internacional #NoMorePandemics.
La investigación utiliza como base las muertes por COVID-19 difundidas por el Instituto Nacional de Estadística, que prácticamente duplican a las del Ministerio de Sanidad que solo publica aquellas confirmadas. En el caso del INE compara todas las ocurridas día a día en el 2020 con las diarias en años anteriores, interpretando que la diferencia son muertes por la COVID-19.
En colaboración con la escuela de formación especializada para ingenieros Structuralia, el estudio observa “un claro incremento” de la mortalidad a medida que el sistema sanitario colapsa, tasa que es mucho más elevada en el caso de los mayores de 74 años. Sitúa en un 88% las muertes en los mayores de 74 años, es decir, caso 24.000 personas.
Hace referencia a que el 28 de marzo, día con mayor saturación hospitalaria en España, pasó del 10% al 28% la probabilidad de muerte de una persona mayor de 74 años contagiada. Ese mismo día, la probabilidad de que falleciera alguien entre los 65 y 74 años pasó del 1,3 al 2,9% en comparación con principios de marzo.
Colapso del sistema sanitario en Madrid y Cataluña
Las comunidades con el mayor colapso sanitario fueron, de acuerdo al estudio, precisamente las que registraron mayor cantidad de fallecimientos: Comunidad de Madrid (8.800), Cataluña (7.900), Castilla-La Mancha (3.660), Castilla y León (2.340) y el País Vasco (1.000).
“La investigación reafirma la idea de que el colapso sanitario aumentó la probabilidad de que una persona infectada por la COVID-19 falleciera. El análisis riguroso de los datos será clave para acertar en la toma de decisiones, comenzar la nueva normalidad lo antes posible y evitar que pueda producirse otro colapso sanitario”, explicó el coordinador del estudio, Jorge Serrano Paradinas.
El estudio en su página web indica que además de las muertes publicadas por el Instituto Nacional de Estadística, principal “input” del modelo, se han tenido en cuenta las muertes dadas a conocer por el sistema de Monitorización de la Mortalidad del Ministerio de Ciencia e Innovación (MoMo); las muertes, hospitalizaciones y UCIs publicadas por el Ministerio de Sanidad; las pirámides poblacionales de cada Comunidad Autónoma; el estudio de infectados del Instituto Carlos III en sus rondas (13 de mayo y 1 de junio) y el funcionamiento de los síntomas del COVID publicado en “The incubation period of Coronavirus disease 2019 from publicly reported confirmed cases”, de Lauer SA en Annals of Internal Medicine.
Sánchez ocultó alertas sobre la COVID-19
Las alertas que el Departamento de Seguridad Nacional envió desde el pasado 17 de noviembre relacionadas con la COVID-19 fueron ocultadas por el presidente Pedro Sánchez al PP, según informó este jueves ABC.
La solicitud realizada en el Congreso por los diputados populares Juan Antonio Callejas, Adolfo Suárez Illana, Carlos Aragonés y otros siete parlamentarios más, el pasado 24 de marzo, con el fin de que se le enviara “la copia de cuantos informes y documentos que el Departamento de Seguridad Nacional haya realizado y que guarden relación con el coronavirus”, recibió la luz verde de la Mesa de la Cámara y fue calificada el pasado 30 de marzo. Esto implica que el 20 de mayo concluyó el lapso reglamentario (30 días laborables) que obliga al Gobierno a suministrar la documentación demandada por la oposición.
También incluía la solicitud del PP todos los datos y documentos utilizados en la comisión interministerial sobre el coronavirus, sus actas y conclusiones.
Las notas diarias y semanales que envía a Sánchez el Departamento de Seguridad Nacional, las utiliza el Jefe de Gobierno en los despachos ordinarios con el Rey. Es un material sensible y que llega sin intermediarios. Contiene las alertas más importantes provenientes de las redes de inteligencia y de las embajadas españolas en el extranjero.
Refiere el periódico español que en caso de alertar el Departamento de Seguridad Nacional a Sánchez, el líder del PSOE no podría negar que desconocía acerca de la peligrosidad del virus y debería explicar por qué no tomó medidas sino hasta mediados de marzo. Sobre ese aspecto, ABC refiere que el pasado 24 de enero este Departamento advirtió que “los datos disponibles muestran con evidencia una transmisión persona-persona” y que “las infecciones entre personal sanitario apoyan esta transmisión”.
“Si la lías, nos la lías”
Los rebrotes de la COVID-19 se han convertido en un dolor de cabeza para las autoridades, con el fin de evitar se propague la enfermedad, que ha causado más de 9.457.000 contagiados y 483.000 fallecimientos en todo el mundo. Ciudades de China, Alemania, Portugal y España, por ejemplo, han visto en los últimos días presentarse algunos rebrotes, principalmente por el proceso de desescalada que avanza con la llegada del verano.
“Si la lías, nos la lías” es el lema que utiliza la Generalitat Valenciana para alertar a los jóvenes sobre la necesidad de cumplir las medidas básicas de prevención (uso de mascarilla, lavado profundo de manos y distanciamiento social) en esta nueva normalidad.
Sin embargo, la festividad de San Juan este 24 de junio ha hecho que las medidas se relajaran en las playas y locales de ocio, lo que produjo un rebrote en Rafelbunyol. También se han podido observar aglomeraciones en la comarca alicantina de la Marina Alta y en la localidad de Jávea, aunque en forma generalizada hay un cumplimiento en las playas de las ciudades de Valencia o Alicante.
Pese a que la Comunidad Valenciana ha contratado a más de 1.000 personas para orientar a los visitantes, unas de las violaciones más frecuentes están en no usar las mascarillas o en no respetar la distancia de seis metros entre la orilla y el punto en que depositan los enseres.
En los locales de ocio de la Marina de Valencia también se han visto a jóvenes que no respetan las medidas básicas de prevención del coronavirus, lo que no es nuevo, pues durante el estado de alarma también hubo llamados de atención por parte de las autoridades.
Estados Unidos y Brasil en la cresta de la COVID-19
En las últimas semanas, la COVID-19 ha arremetido con fuerza en el continente americano, con los Estados Unidos convertido en el país más afectado, al registrar 2.381.000 contagiados y casi 120.000 fallecimientos.
Del epicentro de la epidemia en el estado de Nueva York, que este miércoles anunció la cancelación del tradicional maratón de NY, la enfermedad se ha propagado concentrándose ahora en los llamados estados del Cinturón del Sol (Arizona, Florida, Texas y California).
En Florida se han cerrado algunos centros de entrenamiento de la Baseball League Major y Disney informó que su parque de atracciones en California se mantendrá cerrado.
«Dado el tiempo que se requiere para que podamos traer a miles de miembros del equipo de vuelta a trabajar y reiniciar nuestro negocio, no tenemos otra opción que retrasar la reapertura de nuestros parques temáticos y hoteles hasta que recibamos la aprobación de los funcionarios del gobierno», señaló Disney en un comunicado.
La empresa tenía previsto abrir el tradicional Disneyland y su vecino Disney California Adventure, ubicados en las afueras de Los Ángeles, el 17 de julio, según un plan que precisaba la aprobación de las autoridades locales, que no emitirían las directrices antes del 4 de julio.
Otro de los países muy afectados en América es Brasil, con 1.188.000 contagiados y 53.800 decesos, de acuerdo a la Universidad Johns Hopkins.
Al completarse los primeros 100 días desde que se registró la primera víctima, el gigante suramericano registró 1.185 muertes en las últimas 24 horas y 42.725 positivos, según el Ministerio de Salud. El número de pacientes recuperados subió hasta los 649.908, lo que supone el 54,7% del total.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), Brasil es el país con mayor número de contagios (cerca de 220.000) y decesos (7.312) en los últimos siete días.
Indígenas con menor incidencia en México
El Ministerio de Salud de México confirmó este miércoles 196.847 casos y 24.324 fallecidos, con 5.437 nuevos infectados y 947 fallecidos, de acuerdo al director general de Epidemiología, José Luis Alomía, con una baja incidencia en la comunidad indígena.
La capital mexicana es la región con más casos acumulados, activos y defunciones. El 69% de las camas hospitalarias están ocupadas y un 54% las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
Las autoridades informaron que después de analizar a 4,4 millones de indígenas, 193 dieron positivo y 644 fueron catalogados como casos sospechosos. 55 han fallecidos, 22 de ellos confirmados con COVID-19.
Mientras en el resto del país, la tasa de incidencia es del 11%, entre los indígenas es del 4,3%. “Les está yendo mejor y son más cuidadosos”, dijo Gisela Lara, una de las autoridades sanitarias.
En Bolivia, el Ministerio de Salud reportó más de 1.000 nuevos casos en las últimas 24 horas para un total de 27.487 positivos. El departamento de Santa Cruz concentra la mayoría de los adicionales confirmados, con 542. Le siguen La Paz, 195; Cochabamba, 145; y Beni, con 102. Las autoridades sanitarias informaron de 30 muertos para una cuenta global de 876.
Vacuna china a fase 3 en EAU
La farmacéutica estatal china Sinopharm comenzará la fase 3 de las pruebas clínicas de una posible vacuna en Emiratos Árabes Unidos. El diario digital privado Caixin informó este miércoles que desarrollan la vacuna en forma conjunta los Institutos de Productos Biológicos y de Virología de Wuhan y la Academia China de Ciencias.
Sinopharm eligió a los EAU porque considera que en China la pandemia está suficientemente controlada y podría no haber una participación masiva para la fase 3. De superar la fase podrían aprobar la vacuna para su uso, aunque ocasionalmente se llega a una cuarta fase con estudios más profundos. Sería la primera prueba clínica en el extranjero para una vacuna desarrollada en China.
El Ministerio de Sanidad emiratí dio luz verde a las pruebas que en forma conjunta se realizarán con la compañía local Group 42.
Putin ignora la COVID-19
Mientras en Rusia el coronavirus sigue disparado y este jueves se registran más de 613.000 contagiados, la tercera cifra más alta en el mundo después de los Estados Unidos y Brasil, con 8.600 decesos, el presidente ruso Vladimir Putin encabezó un desfile militar en la Plaza Roja de Moscú por el 75 aniversario de la victoria ante la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
Lo hizo con la presencia de unos 14.000 soldados que irrespetaron las recomendaciones sanitarias de la OMS.
«Estamos abiertos al diálogo y a la cooperación en los asuntos más actuales de la agenda internacional. Entre ellos, la creación de un sistema de seguridad fiable y común», dijo Putin, quien debió posponer el Desfile de la Victoria el 9 de mayo. Sin mascarilla ni guantes estrechó la mano a 90 veteranos que participaron entre 1941 y 1945 en la conflagración bélica.
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