El aumento vertiginoso de los casos de la COVID-19 se mantiene en España. Los contagios se han disparado a más de 1.240.000 y aunque en varios países de Europa han optado por confinar a sus ciudadanos, el Gobierno de España no tiene pensado aplicar medidas de confinamiento más severas que las actuales.
El Ministerio de Sanidad registró poco más de 55.000 nuevos casos de la COVID-19 en España desde sus últimas cifras publicadas el viernes pasado. Además, más de 36.000 personas han muerto como consecuencia de esta enfermedad desde que empezó la pandemia.
El aumento de casos ha llevado a que se mantengan las restricciones actuales como toques de queda y movilización limitada, lo que a su vez ha generado caos y confusión en varias ciudades. Este fin de semana estallaron protestas violentas como respuesta a las medidas restrictivas. Los manifestantes incendiaron vehículos y contenedores de basura. También cortaron el paso en las vías y causaron heridas a varios agentes de la policía.
Por el momento, Salvador Illa, ministro de Sanidad, descartó decretar confinamiento domiciliario antes de tener los resultados de las más recientes medidas del Gobierno . Muchos se oponen al confinamiento, pues el estricto cierre de negocios de marzo a junio causó serias afectaciones a la economía.
Castilla y León aumenta restricciones
Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León, sí decidió seguir tomando medidas para frenar los contagios. Este martes anunció el cierre total de la hostelería y restauración, con excepción del reparto a domicilio.
Además, también se mantendrán cerrados los lugares para la actividad deportiva y los centros comerciales. Eso sí, el comercio minorita en todos sus casos permanecerá abierto siempre aplicando las medidas de higiene y seguridad. Se trata de restricciones que entrarán en vigor a partir del 7 de noviembre.
Fernández Mañueco hizo un llamamiento a la responsabilidad individua. Le preocupa que no se haya conseguido frenar la expansión de la enfermedad en la región. De las 9 capitales de la provincia, 4 rondan una tasa de 1.000 contagios.
Mientras tanto, el miedo por los contagios se sigue expandiendo. Es el caso de las residencias de mayores, donde la COVID-19 se está colando otra vez y han aumentado los casos.
Contagios de la COVID-19 se triplican en residencias de mayores
Los hogares de mayores han visto un incremento importante de casos positivos de la COVID-19 desde el verano. Al menos 6.300 contagios están activos, de acuerdo con datos de las residencias. Se trata de una cifra que hace dos meses era tres veces menor.
Los hospitales están cada vez más saturados y los expertos alertan de que en España hay una transmisión comunitaria descontrolada y que las probabilidades de que el virus se instale en estas residencias aumenta.
La situación está ahora más controlada que durante la primera oleada porque cuentan con protección y suficientes test, peros temen que si el sistema sanitario colapsa sean los mayores quienes sufran la peor parte.
Y así sigue avanzando la pandemia mientras los Gobiernos ponen en marcha medidas para frenar n los contagios. Sin embargo, hay quienes opinan que la gestión política no ha sido la más adecuada y ha ocasionado un caos que agrava la situación. Es la postura de Ignacio López-Goñi, catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra.
«Me da más miedo la gestión política que el virus«
Cuando apareció la pandemia, López-Goñi fue uno de los primeros que resaltó lo positivo que podía ofrecer la ciencia sobre la COVID-19. Desde entonces han transcurrido ocho meses y el mundo ha cambiado.
El microbiólogo ha vivido la lucha contra la COVID-19 desde el frente de comunicación científica y distintas iniciativas, uno junto con la Fundación BBVA sobre detección, análisis y prevención de bulos sanitarios. Fruto de este trabajo surgió «Preparados para la pandemia», una obra sobre la crisis sanitaria, política, social y económica.
Su apuesta es que la ciencia y la cooperación serán los factores que derribarán la pandemia y a cualquier otra que llegue. Es el mensaje del libro y su postura. Sin embargo, sabe que no todos los frentes actúan por igual y la política ha sido uno de ellos. «Me da más miedo la gestión política que el virus», afirma. Atiza que una situación así requiere de liderazgo y asevera que en España no lo hay porque no se trata de quien dicta órdenes, sino de quien establece consensos.
Además, el virus ha traído una crisis económica brutal que dejará secuelas y eso será lo que habrá que enfrentar en el futuro. Una situación que puede empeorar si se siguen dando enfrentamientos políticos, que en este caso resulta lo mejor para el virus.
Su máxima preocupación es que los políticos no están tomando medidas a largo plazo, no ven más allá de las elecciones. «Se centran en las UCI, pero el foco deberían ser las medidas de atención primaria y prevención para que la gente no tenga que ingresar al hospital. La falta de liderazgo, coordinación y excesiva politización son factores que, según López-Goñi, empeoraron la situación. Ha sobrado política y faltado pedagogía. Un problema que desafortunadamente no se resolverá para fin de año porque las vacunas tardarán Anque hay muchos candidatas, lo probable es que salgan a lo largo de 2021 y 2022.
Ya no se trata de salvar las fiestas de Navidad, pues la situación ha seguido su curso. Cree que quizás el intento será para salvar los Sanfermines en julio, aunque lanza su predicción: 2021 será un año largo y difícil.
Entretanto, los estudios y artículos científicos sobre la COVID-19 siguen aumentando, pues la meta es seguir conociendo el virus para saber cómo atacarlo correctamente. Una investigación publicada en la revista Nature indicó que el riesgo de muerte en mayores de 65 años que se contagien puede llegar a variar de manera considerable.
Determinan variaciones en la tasa de mortalidad por la COVID-19 según ciertos grupos de edad
El riesgo de que una infección por coronavirus provoque la muerte entre menores de 65 años de edad es muy similar en todos los países; sin embargo, para personas más mayores el riesgo relativo varía.
El estudio que lideró un grupo de expertos de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido siguió muy cerca los niveles de transmisión y gravedad de la COVID-19. Establece los patrones de infección y mortalidad de 45 países y resultados de 22 estudios serológicos.
De acuerdo con los resultados, el riesgo relativo de muerte entre los menores de 65 años de edad es «consistente» en los 45 países analizados, con el más bajo ubicado entre los 5 y 9 años y con una tasa de mortalidad por infección que aumenta 0,50% cada cinco años de envejecimiento.
Asimismo, detectaron que la cantidad de muertes entre mayores de 65 es mucha más alta de lo esperado; mientras que por otra parte estimaron el número de fallecimientos esperados en personas de esta misma edad pero en un contexto de sin transmisión en residencias de mayores.
Al comparar las muertes notificadas en ese grupo de edad encontraron disparidades entre diferentes países. En Sudamérica, por ejemplo, se registró un número menor de muertes notificadas entre mayores de 65 años; mientras que en la mayoría de los países europeos el número es más alto por brotes que se producen en residencias.
Con esta investigación los autores destacaron que es posible establecer tendencias de transmisión y tasas de mortalidad por la COVID-19 si se combinan resultados de pruebas serológicas y datos de defunción. Una manera de identificar a países con exceso de muertes en poblaciones vulnerables.
Un ejercicio que se podría implementar ahora que los casos siguen aumentando en toda Europa. Alemania es uno de los países más afectados, donde en las últimas horas sus autoridades registraron un aumento de 15.352 contagios.
En 24 horas Alemania registró 15.352 nuevos contagios y 131 muertos
En territorio alemán se registraron más de 15.000 contagios después del último máximo de 19.059 el sábado y 131 muertos, de acuerdo con el Instituto Robert Koch (RKI) actualizados. El martes de la semana pasada la cifra de nuevos contagios se ubicaban en 11.409 en 24 horas.
El total de contabilizados desde que inició la pandemia ascienden a 560.379, con 10.661 víctimas mortales. La cantidad de pacientes en las unidades de cuidados intensivos también ha aumentado a 2.243, de los cuales 1.167 reciben respiración asistida.
Y a pesar de que actualmente hay 7.983 camas de UCI desocupadas, los expertos llevan tiempo alertando sobre la falta de personal especializado para atender pacientes en estas unidades. 20.921 camas están ocupadas.
Este lunes 2 de noviembre entraron en vigor las restricciones que acordaron el Gobierno federal y los estados federados. Estas medidas contemplan el cierre de la gastronomía, el ocio, la cultura y el deporte aficionado durante el mes de noviembre. Las escuelas, guarderías y comercios seguirán abiertos.
Además, las reuniones privadas se limitan a un máximo de diez personas de hasta dos hogares y se prohibieron los viajes turísticos. La recomendación es evitar cualquier desplazamiento.
La canciller Angela Merkel explicó que estas medidas necesarias, que también se están aplicando en otros países de Europa, pueden ser las que logren aplanar la curva de contagios. Lo ideal es que las autoridades sanitarias puedan volver a rastrear los casos con éxito.
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