A pesar de que en un momento se consideró como una de las opciones para enfrentar al SARS-CoV-2, cada vez más son los investigadores y científicos que descartan la hidroxicloroquina como una posibilidad cierta para combatir la COVID-19 y prevenir su contagio. El infectólogo catalán Oriol Mitjà ha sido uno de los más recientes en presentar sus resultados sobre el uso del antipalúdico.
“Dadas las vastas implicaciones globales hemos compartido los resultados del estudio BCN-PEP-COV sobre la #hidroxicloroquina con las agencias reguladoras, mientras la revista científica está haciendo la evaluación externa. No podemos aportar más datos hasta tener su aprobación”, señaló en su cuenta en Twitter.
Sin embargo, según el diario ABC, el asesor de la Generalit declaró el 9 de junio a la prestigiosa revista Science durante unas jornadas sobre enfermedades emergentes que el estudio en el que esperaba demostrar que podía realizarse una profilaxis preexposición (Prep) similar a la del sida no había arrojado los resultados esperados.
«No se ha observado una diferencia significativa en el porcentaje de personas que desarrolló la enfermedad entre ambos grupos (los que tomaban el tratamiento y los que no)».
La investigación esperaba demostrar en un inicio la efectividad de los fármacos darunavir (antiviral) y el antimicrobiano hidroxicloroquina. El primero se administraría a 199 personas con la enfermedad de la COVID-19 con el fin de comprobar si reducía la carga viral. El otro se suministraría a 3.000 (cifra que luego se redujo) para comprobar su función protectora.
Hidroxicloroquina se desinfla cada vez más
Por la ineficacia del darunavir, el estudio se centró exclusivamente en el uso de la hidroxicloroquina, que en un principio mostró eficacia in-vitro contra el coronavirus. Se administró a dos grupos: contagiados en fase inicial y los contactos.
En el marco del encuentro, Mitjà se mostró partidario de que “se den a conocer los resultados para que no se administre hidroxicloroquina de manera innecesaria y, según qué casos, es perjudicial”, indicó ABC citando un avance del infectólogo a El Independiente. Fuentes de su equipo de investigación señalaron lo siguiente: «No podemos comentar los resultados hasta que no estén publicados”.
En el ensayo participaron 350 personas con COVID-19 y 2.300 en riesgo, quienes fueron separados en dos grupos: a uno se les administró el antipalúdico y a otro no. El seguimiento fue telefónico y al final no hubo diferencias significativas. 6,2% en el grupo de control y 5,7% en los que recibieron el antipalúdico.
Uno de los principales aliados en dar a conocer las bondades de la hidroxicloroquina ha sido el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien dijo haberla tomado para protegerse de la enfermedad.
En días recientes, los científicos principales de una investigación que lleva por nombre RECOVERY (en español Evaluación Aleatoria del Ensayo Terapia de la COVID-19) declararon que no aporta beneficios clínicos a pacientes hospitalizados.
A finales de mayo, un estudio publicado en The Lancet relacionaba el uso de la hidroxicloroquina con una mayor probabilidad de morir. Asimismo, a solicitud del Alto Consejo de Salud Pública, Francia prohibió su uso tanto en consultas como en hospitales y la Organización Mundial de la Salud suspendió por razones de seguridad las pruebas con el medicamento.
Lee también:
Más del 70% de España a fase 3, mientras la COVID-19 se expande por EE UU