La Mayo Medical School define las células madre como la “materia prima del cuerpo”. De ellas parten todas las demás células con funciones especializadas. Bajo condiciones idóneas en el organismo o en un laboratorio se dividen para formar células hijas. Más tarde se convierten en nuevas células madre o en células específicas (sanguíneas, cerebrales, óseas o del músculo cardiaco). “Ninguna otra célula del cuerpo tiene la capacidad natural de generar nuevos tipos de células”.
Las investigaciones con células madre buscan ayudar a aumentar la comprensión sobre cómo ocurren las enfermedades o generar células sanas para reemplazar las enfermas (medicina regenerativa).También para probar nuevos medicamentos en cuanto a seguridad y eficacia.
El experto en bioética Leigh Turner señala que desde hace años, en los Estados Unidos hay centros que se dedican a vender terapias para tratar enfermedades o lesiones, sin ningún tipo de evidencia científica. Con la crisis del coronavirus, las ofertas engañosas se han disparado.
“Dichas empresas se dirigen a clientes potenciales con afirmaciones engañosas y exponen a los pacientes a productos basados en células madre potencialmente peligrosos. Asimismo socavan los esfuerzos para desarrollar tratamientos basados en evidencia para la COVID-19”, indicó en un artículo publicado en la revista Cell Stem Cell.
El también profesor del Centro de Bioética de la Universidad de Minnesota sostuvo que al día de hoy los estudios clínicos sobre el impacto de las células madre en pacientes con el SARS-CoV-2 se encuentran en etapa temprana.
“La mayoría de los estudios se centran en probar la seguridad y la eficacia de productos de células madre concretos para personas que padecen dificultad respiratoria aguda relacionada con COVID-19”, recalca en un reportaje de la agencia Sinc.
Prohibir la venta de tratamiento de células madre
En China adelantan rigurosas investigaciones sobre la COVID-19 con el uso de células madre. Kunlin Jin es uno de los científicos que lleva 20 años trabajando con estas células . Actualmente participa en un estudio internacional con paciente grave con esta enfermedad. En el hospital YouAn, de Pekín, se inyectaron células madre en el torrente sanguíneo de siete pacientes y otros tres un placebo. A los pocos días, la función pulmonar y los síntomas de los siete mejoraron y se les dio de alta.
“Se ha realizado la fase I del ensayo clínico –que evalúa la seguridad– y ahora estamos pasando a la fase II –que analiza la eficacia–”.
Jin, quien es investigador en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad del Norte de Texas, sostuvo que en los Estados Unidos cualquier terapia celular para tratar enfermedades debe ser aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA según sus siglas en inglés). Es por ello que considera que se debe prohibir la venta de “tratamientos de células madre” no comprobados y sin licencia para COVID-19. No solo son los pacientes los perjudicados sino los científicos que tienen años trabajando en esta área.
Riesgos de la terapia celular
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) también ha elevado su voz por la utilización de terapias celulares no reguladas que pueden no ser seguras o efectivas. La promueven individuos, empresas y hospitales como cura para una gama de afecciones que incluyen cáncer, enfermedades cardiovasculares, autismo, parálisis cerebral, distrofia muscular y pérdida de visión.
“Estos tratamientos pueden presentar serios riesgos para los pacientes, además de poco o ningún beneficio. Según los informes, los pacientes que utilizan terapias celulares no comprobadas o no reguladas han sufrido graves, a veces fatales, efectos secundarios que incluyen infecciones, reacciones inmunes no deseadas, formación de tumores, pérdida de visión y sangrado en el cerebro. Las terapias basadas en células son tratamientos que usan células del paciente o de un donante. El uso de sangre y células para trasplante es una práctica médica bien establecida”.
En España, el Comité de Buenas Prácticas en Terapia Celular de la Red de Terapia Celular (TerCel) indicó a la Agencia Sinc que en estos momentos en el país se han aprobado cinco ensayos clínicos con células madre mesenquimales (que pueden dar lugar a varios tipos de células). El objetivo es intentar disminuir la inflamación en los pacientes más graves con neumonía por coronavirus SARS-CoV-2, “pero no se dispone todavía de resultados pues todos se encuentran en una fase muy inicial”.
Usan la marca células madre
De acuerdo a los investigadores Damián García Olmo y Bernat Soria, quienes codirigen uno de los ensayos, las propiedades antiinflamatorias de las células madre mesenquimales podrían servir para tratar la reacción inflamatoria que la COVID-19 genera en los pulmones de los pacientes.
Desde el momento en que comenzaron las investigaciones con células madre se desarrolló un mercado que usa la marca células madre para aplicaciones que no tienen base científica, denunció la Red TerCel.
“Las compañías que venden productos que afirman fraudulentamente prevenir, tratar o curar la COVID-19 pueden estar sujetas a acciones legales. Estas incluyen, entre otras, la incautación o una orden judicial”, ha advertido la FDA y la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos.
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