Con la aparición de la COVID-19 y sus implicaciones, todo se centró en el coronavirus y se dejó de lado a pacientes con otras enfermedades que también requieren la máxima atención. Es el caso de algunos que luchan contra el cáncer y la pandemia les ha trastocado o impedido continuar el tratamiento.
Quimioterapias y proceso médicos se han demorado hasta dos meses más de lo que deberían. Una situación que genera ansiedad, miedo y, cuando menos, preocupación en los pacientes, que ignoran si su enfermedad se puede agravar o si algún día tendrán tiempo para atenderlos.
Es la situación que están viviendo los enfermos de cáncer como consecuencia de la pandemia. En el Congreso Virtual ESMO 2020, de la Sociedad Europea de Oncología Médica, esbozaron los datos que reflejan el drama que viven pacientes de 356 centros de salud españoles.
Daño colateral de la pandemia por la COVID-19
Las cifras hablan por sí solas. Un 37% de los tratamientos oncológicos está paralizado. Además, el 60,9% de los centros de oncología médica redujo su actividad justamente en el pico de la crisis sanitaria. La situación se tradujo en la cancelación o retraso de cirugías en pacientes que lo necesitaban, por lo menos, en un 44% de los centros. En el caso de la quimioterapia fue en el 25% y la radioterapia en el 17%.
Ante este escenario, la Asociación Española Contra el Cáncer y las principales sociedades médicas trabajan para evaluar la situación concreta. En España se diagnostica un tumor a más de 275.000 personas y aproximadamente 300 mueren cada día.
Los pacientes que enfrentan el cáncer se sienten desamparados, a la deriva. Todavía les quedan tratamientos por cumplir y citas médicas a las que asistir. Esperan y rezan a todos los santos para que no sean cancelados. Sobre todo ahora, en medio de una segunda ola de la COVID-19, no quieren sentirse abandonados.
Pacientes que esperan para ser atendidos
España registra la mayor lista de espera de 2003, con 704.997 personas que esperan para ser operadas. Lo indican las últimas cifras que ofreció el Ministerio de Sanidad con fecha de diciembre de 2019. Una cantidad que, sin duda, se ha incrementado en este 2020 con la pandemia. Todo apunta a que debido a la crisis de la COVID-19, las listas se habrán multiplicado en toda España. Algunas de las especialidades en las que los pacientes esperan por atención son cardiología, traumatología, oftalmología y también en cirugía general y de digestivo.
Estas tres últimas especialidades eran las que más pacientes tenían en listas de espera en junio de 2019. Lo contrario ocurre con cirugía torácica, cirugía cardíaca y neurocirugía, son las especialidades médicas que contaban con menos lista de espera en toda España.
Sobre las nuevas cifras no hay optimismo, mucho menos en medio de una segunda ola de contagios y una crisis sanitaria que sigue sacudiendo al sistema sanitario de España y que, lamentablemente, seguirá impactando a los pacientes que esperan por atención. Una muestra de ello es el estado de las unidades de cuidados intensivos en ocho regiones del país.
Las UCI al borde del colapso en ocho regiones españolas
Sin tratamientos y sin vacunas todavía, la situación de la pandemia se agrava. Los contagios siguen aumentando y también los ingresos hospitalarios y la ocupación de las camas de las unidades de cuidados intensivos.
El temor de las autoridades sanitarias aumenta, justamente, cuando se fijan en el porcentaje de camas de críticos usadas por pacientes con la COVID-19. Su colapso termina incidiendo en el aumento de los fallecidos. Actualmente ocho regiones tienen ocupación superior al 37%. En estos territorios las alarmas están sonando y deben trabajar en doblegar la curva. De no hacerlo, las UCI pueden volver a colapsar, en un plazo máximo de 20 días.
Aragón, Cataluña y Madrid superan el 40% de ocupación, mientras que Castilla y León, Navarra y La Rioja están por encima del 37%. Por su parte, la situación que se vive en Melilla es mucho más que dramática, pues tienen un 65% de las camas UCI ocupadas por enfermos de la COVID-19 y en Ceuta la cifra se acerca al 42%, de acuerdo con el Ministerio de Sanidad.
Son cifras alarmantes que reviven lo que ocurrió en marzo y abrill. La posibilidad del colapso está latente y aunque se señalen regiones específicas, no quiere decir que las demás estén mucho mejor, porque es una situación que puede cambiar en cualquier momento.
Y así también se sigue desarrollando la pandemia en el resto del mundo, donde los casos aumentan y se toman medidas en busca de detener los contagios. Es el caso de Alemania, donde impusieron nuevas restricciones.
Alemania se refugia en nuevas restricciones para frenar contagios
La cantidad de contagios está aumentando rápidamente en Alemania. Y ahora el Gobierno y primeros ministros regionales acordaron medidas para frenar la emergencia.
El 28 de octubre se aprobaron restricciones severas para afrontar la nueva ola de contagios de la COVID-19. Los locales gastronómicos, bares y hoteles deberán cerrar, además de lugares culturales, deportivos y los sitios donde se celebran eventos.
Además, estas nuevas medidas limitan los contactos personales al mínimo, aunque los colegios, guarderías y comercios permanecerán funcionando, aunque cumpliendo con medidas estrictas de higiene.
Las restricciones entrarán en vigor el lunes 2 de noviembre y se mantendrán durante todo el mes. La canciller Angela Merkel subrayó que es necesario un «nuevo esfuerzo nacional» para evitar que la enfermedad continúe propagándose de forma descontrolada.
Asimismo, el alcalde de Berlín, Michael Müller, indicó que es importante tomar medidas ahora si se aspira celebrar la Navidad en familia. Además, destacó que las unidades de cuidados intensivos en la capital alemana ya están alcanzando los niveles de ocupación que tuvieron en marzo y abril.
En espacios públicos y privados solo podrán reunirse personas de no más de dos hogares distintos y en un número máximo de 10. Cualquier violación de estas medidas será sancionada por las fuerzas de seguridad.
Actualmente, en Alemania hay 487.000 casos diagnosticados y 10.259 personas han fallecido. Estas cifras seguirán subiendo si no logran contener los contagios con las nuevas medidas. Una situación que se repite en el mundo, como en Francia.
Nuevo confinamiento en Francia para reducir casos
Emmanuel Macron, presidente de Francia, anunció este miércoles un nuevo cierre del país por lo menos hasta finales de noviembre. Las restricciones entrarán en vigor a partir del viernes 30 y solo los ciudadanos que realicen trabajos esenciales o tengan motivos médicos podrán salir de casa. Bares y restaurantes cerrarán, aunque las escuelas y fábricas seguirán abiertas.
Es alarmante incremento de los casos. El número de muertos diarios igualó ya su máximo de abril solo el martes se confirmaron 33.000 nuevos contagios.
Macron advirtió que el país está en riesgo de verse sobrepasado por una segunda ola que «sin duda será más dura que la primera». Por eso las medidas son más severas que en la vecina Alemania.
En Francia han diagnosticado más de un millón de casos y se registran 25.785 muertes. Los nuevos contagios están aumentando con rapidez en toda Europa y las noticias de restricciones hicieron caer a las bolsas. Los principales indicadores en Estados Unidos un 3,4%. El incremento no solo afecta a Europa, en la India la situación también es complicada.
La India supera los 8 millones de contagios de la COVID-19
La India, el segundo país más afectado por la pandemia, superó este jueves los 8 millones de contagios y las 120.000 muertes, de acuerdo con fuentes oficiales. Durante las últimas 24 horas registró 49.881 nuevas infecciones y el número oficial de casos se elevó a 8.040.203.
El número de fallecidos también se incrementó a 120.527, después de registrar 517 muertes en las últimas 24 horas. Eso sí, la tasa de mortalidad india es relativamente más baja que la registrada en Estados Unidos, donde al menos 227.673 personas han muerto y 8,8 millones se han contagiado.
Pero esta situación podría cambiar con la llegada de la temporada de festivales y el invierno, que implica que en el norte de la India bajen las temperaturas y aumente la contaminación. Un escenario que hace temer al Gobierno otro aumento en el número de contagios. La instrucción es estar «vigilantes» los próximos meses.
Hasta ahora, en la India han levantado casi todas las restricciones impuesta a finales de marzo para el confinamiento de la población. Es la fase cinco de un proceso de desescalada que inició el Gobierno en el mes de junio, donde se ha autorizado la reapertura de restaurantes, cines, sistema de transporte público y gran parte de las actividades recreativas y deportivas.
La mayoría de los sectores económicos del país se han reactivado, aunque se mantiene el veto de los vuelos comerciales internacionales con excepción de los puentes aéreos con algunos países.
Estados Unidos encabeza la lista con casi 9 millones de casos y más de 220.000 muertes. Ahora, en medio de un contexto electoral mientras lidia con la pandemia, los estadounidenses enfrentan otras complicaciones que afectan los sistemas de salud.
FBI en alerta por ciberataques a sistema de salud
Las agencias federales advirtieron que delincuentes cibernéticos están lanzando un ataque de ransomware a gran escala en contra del sistema de salud de Estados Unidos. Los expertos independientes en seguridad afirman que este tipo de ataques, en los que los piratas informáticos se apoderan del sistema y exigen una recompensa para liberarlo, ya han afectado a cuatro hospitales este mes.
En una alerta conjunta por este problema que podría afectar a cientos centros de salud, el FBI y dos agencias federales advirtieron que cuentan con «información creíble de una amenaza cibernética inminente a hospitales y proveedores de servicios médicos». Aseguran que estos ataques podrían derivar en robo de datos e interrupciones de los servicios de salud.
Los problemas administrativos que están ocasionando estos ataques convierten los datos en símbolos ilegibles que solo se pueden desbloquear una vez que la víctima realiza los pagos. Una situación que podría llevar al límite a los hospitales que ya se encuentran bajo intensa presión debido al incremento de casos de la COVID-19.
Durante los últimos 18 meses, Estados Unidos ha sufrido ataques de ransomware. En septiembre, uno afectó 250 instalaciones de la cadena de hospitales Universal Health Services. Obligó a médicos y enfermos a tomar papel y bolígrafo para llevar sus registros, además de obstaculizar labores de laboratorio.
Una situación de caos que no permite que los trabajadores sanitarios le brinden la atención mínima a sus pacientes y que podría empeorar si los casos de la COVID-19 siguen incrementando y la pandemia avanza.
La primera ola de contagios en Estados Unidos nunca terminó
El principal responsable de la lucha contra el coronavirus en Estados Unidos, Anthony Fauci, advirtió que la «apariencia de normalidad» tras la pandemia de la COVID-19 podría no llegar hasta el año 2022. A pesar de que se obtenga una vacuna en los próximos meses, habrá mucha cautela con la vuelta a la vida «de antes».
Fauci indicó que en este momento Estados Unidos no se encuentra en una buena posición respecto a los contagios, pues se contabilizan unos 70.000 casos diarios en promedio. Afirma que no se trata de una segunda ola, sino que sigue siendo la primera, esa nunca terminó.
De acuerdo con los datos de la Universidad Johns Hopkins, más de la mitad de los estados de Estados Unidos, entre los que figuran Alaska, Illinois, Colorado, Michigan y Utah, han confirmado récords de nuevos casos diarios en octubre. Los más golpeados son California, Texas y Florida, que cuentan con casi 917.000 casos, más de 906.000 y más de 790.000, respectivamente.
Pero la esperanza para acabar con la pandemia, más allá de las medidas y restricciones, siguen dependiendo del surgimiento de una vacuna o medicamento existoso. En medio de este contexto Moderna asegura que está preparando el lanzamiento global de la vacuna y que ya cuenta con 1.100 millones de dólares en depósitos.
Moderna prepara lanzamiento de vacuna contra la COVID-19
La firma de biotecnología Moderna anunció este jueves que prepara el lanzamiento de su vacuna contra el coronavirus. Afirmó que ya cuenta con depósitos de gobiernos que esperan el medicamento para salvar vidas.
La compañía, con sede en Cambridge, Massachussetts, también comunicó que mantiene conversaciones con la iniciativa Covaz, respaldada por la Organización Mundial de la Salud sobre una propuesta de precios escalonados para su posible vacuna, llamada tentativamente mRNA-1273.
Stephane Bancel, gerente general de Moderna, aseguró que su compañía está comprometida con los más altos estándares de calidad de datos y una investigación rigurosa. Tras la noticia, las acciones de la empresa subieron más del 3%.
Moderna informó la semana pasada que había completado la inscripción para su ensayo de última etapa con 30.000 participantes. Hasta entonces, más de 25.650 personas habían recibido la segunda vacuna de dos dosis de la compañía.
Esta vacuna se está desarrollando con la ayuda de los Institutos Nacionales de Salud y contiene material genético llamado ARN mensajero que los científicos esperan que provoque que el sistema inmunológico luche contra el virus.
Lea también: