Costa Rica, ese pequeño país centroamericano, pacífico y amable. Posee una geografía de contrastes: bosques tropicales, costas en el Caribe y el Pacífico y tierra de volcanes. Su apreciada biodiversidad fue sometida a desgastes y deterioros. En la actualidad, sin embargo, se exhibe como uno de los pocos países que supo rescatar con respeto y armonía su medio ambiente. Y, en el tiempo, asegurar su sostenibilidad.
Danny Schleien escribe sobre sostenibilidad, suelos y crisis climática. En plena cuarentena decidió sobrevolar las fronteras de Estados Unidos y aterrizar en Costa Rica. Lo motivaron valiosos documentos presentan ese país como un modelo global de respeto y querencia hacia su naturaleza.
En las primeras líneas de su artículo, publicado en Medium, el ecologista dijo “valorar el compromiso de larga data de ese país con la protección ambiental”. Para asentarlo se adentró en sus selvas y playas. Habló con expertos y ciudadanos. Desplegó sus sentidos y acumuló información.
Contó cómo Costa Rica se transformó de ser un país con un medio ambiente rezagado y comprometido, a líder.
En la década de 1940, más del 75% de Costa Rica estaba cubierta de bosques. Con el auge económico mundial de la posguerra, sus recursos naturales fueron sitiados. Provocando una tala sin restricciones que amenazaba con arruinar un punto de acceso a la biodiversidad mundial. En 33 años, de 1950 a 1983, la capa forestal disminuyó de 72% a 26%. La deforestación anual se elevó a 50.000 hectáreas.
Costa Rica incluye al medio ambiente en su Constitución
Schleien señaló que a partir de esa fecha, la deforestación se detuvo y la cubierta forestal se recuperó al 52% en 2011. ¿Qué sucedió en Costa Rica y su medio ambiente?
La respuesta, comentó, radica en una combinación de eventos y decisiones. En una ética sólida, políticas eficaces y una creciente comprensión de la importancia del equilibrio ecológico. “Si desea un ejemplo brillante de cómo un país relativamente próspero puede vivir en armonía con la naturaleza, no busque más allá de Costa Rica”, puntualizó.
En 1949, Costa Rica abolió su ejército permanente y, a cambio, utilizó esos fondos para fomentar una sociedad sana, educada y ecológicamente próspera. Aunque tomó tiempo para que los esfuerzos de conservación se realizaran plenamente, el hotspot de biodiversidad de Centroamérica ha comprendido durante mucho tiempo los enormes beneficios de vivir en armonía con la naturaleza.
En 1994, Costa Rica consagró el derecho de todos los ciudadanos a disfrutar de un medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado en su Constitución. Fue una adición única en la Carta Magna de una nación, pero solo subrayó la orgullosa tradición de conciencia ambiental del país.
Como informó The Guardian en 2010, “Costa Rica canaliza fondos de un impuesto sobre el combustible y tasas de timbre de automóviles, Así como tarifas de energía para pagar la gestión de la reserva natural. Y los servicios ambientales como aire limpio, agua dulce y protección de la biodiversidad. Se les paga a los propietarios de tierras para preservar las plantas antiguas bosques y plantar árboles nuevos».
En esencia, Costa Rica recauda dinero de actores contaminantes como importadores de petróleo y plantas embotelladoras de agua para pagar a su gente por la protección del medio ambiente.
Neutralidad y descarbonización completa
Costa Rica asombra al mundo con un claro foco hacia el medio ambiente. Schleien afirmó que ese país “se convertirá en el primer país del mundo totalmente neutro en carbono. Un hito que espera alcanzar este año como un marcador apropiado de su bicentenario. La neutralidad de carbono no implica una descarbonización completa. Costa Rica espera lograrla para 2050 a través de un Plan Nacional de Descarbonización lanzado en 2019. Pero representa un primer paso significativo hacia el equilibrio ecológico que apunta su Constitución”.
La energía hidroeléctrica ahora satisface aproximadamente las tres cuartas partes de las necesidades de energía del país. Y el resto proviene principalmente de la energía solar y eólica.
Es una suerte que un líder mundial en protección del medio ambiente sea también uno de los más biodiversos. Costa Rica representa aproximadamente el 0,03% de la superficie de la Tierra, pero contiene casi el 6% de la biodiversidad del mundo. La Península de Osa es la región con mayor biodiversidad de la Tierra.
Y si duda de la capacidad del país para modernizarse sin poner en peligro su medio ambiente, piénselo de nuevo, comentó el escritor. Costa Rica todavía lucha con muchos de los problemas endémicos de América Latina. Como la infraestructura deficiente, muchos de los cuales se derivan de la alta desigualdad de la región.
En 2016 la revista Grist destacó indicadores económicos y sociales sobresalientes de ese país. En alfabetización, vacunación e ingresos.
Costa Rica, pura vida
«El compromiso con la paz y el bienestar explica gran parte de la capacidad de Costa Rica para mantener un bienestar sostenible con el medio ambiente y sus habitantes. Pero en última instancia, no sería posible sin la palabra clave: sustentable», argumentó Schleien en su artículo “Costa Rica Reminds Us We Can Balance Protecting People And The Planet”.
Costa Rica tiene un eslogan maravilloso: pura vida, que se traduce como «vida pura» en inglés. Es cualquier cosa menos cursi, apuntó el ambientalista. “La gente dice pura vida todo el tiempo aquí. Es un recordatorio hablado de una verdad tácita: los costarricenses aman la vida pura que disfrutan. Hermosas playas y bosques fértiles son una cosa. Y otra, el compromiso honrado de vivir en armonía con la naturaleza es otro asunto completamente diferente”.
Creo que al mundo le vendría bien adoptar un eslogan inspirado en Costa Rica: puro mundo, que se traduciría como “mundo puro”, sugirió. Mantener el planeta sano y habitable para las generaciones futuras de vida humana y no humana dependerá de nuestro deseo de mantener el mundo lo más puro posible. Pura vida y pura mundo…!
Lee también: