La antigua Babilonia no sufrió extremas sequías. Una de las siete maravillas del mundo antiguo, los Jardines Colgantes de Babilonia, son un testimonio. La singular obra botánica creada por el rey Nabucodonosor II utilizaba para el riego las aguas del río Éufrates. El mismo que junto al Tigris bañaron el nacimiento de unas de las culturas más importantes de la antigüedad.
Los pantanos mesopotámicos -el Jardín del Edén de la Biblia–eran un refugio donde los búfalos podían escapar de los más de 50 °C en verano. Hoy, los históricos caudales se han mermado hasta un punto crítico. La peor sequía que ha afectado a Irak, Turquía y Siria (actuales países en terrenos babilonios) en 40 años ha dañado las cosechas en tal extremo que la producción agrícola tiene un descenso del 70%. La extrema sequía ha puesto en alerta a los gobernantes y a organizaciones multilaterales como la FAO o Médicos sin Fronteras.
«Todo lo que se planta muere, las palmeras, la alfalfa, que normalmente soporta el agua salada, también muere», lamenta un agricultor.
Los ganaderos de la región también son afectados por la falta de agua. La dura sequía los ha llevado a escoger entre sacrificar o vender sus animales porque no tienen suficiente agua para mantenerlos.
La situación es desesperada
Samah Hadid, del Consejo de Refugiados Noruego, declaró a RFI que la situación es desesperada. «Están abandonando sus tierras. No pueden operar en el sector agrícola y se van a las ciudades a buscar otros trabajos”, agregó.
Hassan realizó un llamado para enfrentar el cambio climático causante de la extrema sequía. «Se requieren acciones urgentes para enfrentar el cambio climático y abordar las causas profundas”, aseguró.
Un comunicado del Ministerio de Agricultura de Irak informa que el agua disponible en las presas y embalses alcanza apenas para irrigar unas 250.000 hectáreas. Apenas un tercio de la extensión agrícola iraquí. Las proyecciones climáticas para Irak prevén un aumento de dos grados y una disminución de la pluviometría del 9% en 2050.
El representante de la FAO en Irak, Salah el Hajj Hassan, aseguró que “el impacto de la escasez de agua en Irak se evidencia en los menores rendimientos de los cultivos”.
Siria paraliza plantas hidroeléctricas por extrema escasez de agua
La crítica escasez de agua que afecta a la antigua región babilónica ha provocado que el norte de Siria, herido y dividido por la guerra civil, paralice tres plantas hidroeléctricas. El caudal no es suficiente para mover las turbinas y la región está al borde de una crisis energética.
La sequía en la zona ha dejado sin agua a tres millones de personas, con graves consecuencias para la salud. Francisco Otero Villar, de Médicos sin Fronteras, dijo a RFI que han aumentado de las enfermedades relacionadas con el agua y su saneamiento. Citó diarreas, enfermedades de piel, sarna y hasta algunos tipos de hepatitis”.
Falta de agua coloca a la región al borde de los conflictos
A las condiciones meteorológicas y climáticas que han provocado la peor sequía en 40 años en regiones de Irak, Turquía y Siria, se suma un conflicto de políticas hidrográficas. La más reciente actualización trimestral de la herramienta de alerta temprana, desarrollada y mantenida por la asociación Agua, Paz y Seguridad, apoyada por IHE Delft, pronostica riesgo de conflicto por asuntos relacionados con el agua en gran parte de Siria e Irak.
Susanne Schmeier, líder de WPS, profesora asociada de IHE Delft en Derecho y Diplomacia del Agua, explicó en el portal smartwatermagazine.com que la sequía fue la causa principal en los conflictos en Siria, Irak y varias otras áreas.
La construcción de represas en zonas de la región ha sido denunciada en las últimas semanas. El gobierno de Irak ha alertado sobre la disminución del nivel del agua en la represa de Darbandikhan. Rahman Khani, director la represa, declaró a AFP que se registra una baja sin precedentes. «El nivel del agua ha bajado 7,5 metros en un año», apuntó. Señaló que los motivos abarcan las las pocas precipitaciones, la construcción de varias represas en Irán y el desvío del río Sirwan, que la alimenta.
El reporte de WPS refleja además que Turquía ha utilizado las presas de los ríos Tigris y Éufrates para recoger agua y utilizarla en la generación de energía eléctrica y el riego agrícola. Alerta el informe que la producción energética y agrícola “parece hacerse a expensas de otros países de la cuenca, así como de la cooperación y la estabilidad regionales».