La partidización en Estados Unidos está alcanzando a su alto tribunal. El filtro político está intercediendo en los asuntos ambientales. La Corte Suprema de EE UU bloqueó una norma de la EPA para reducir la contaminación de las centrales eléctricas. Asestando otro golpe, en el corto plazo, al Gobierno de Biden en su intento de cumplir sus objetivos de descarbonización..
En una decisión de 5 votos a favor y 4 en contra, los jueces acordaron suspender la llamada norma del buen vecino de la Agencia de Protección Medioambiental, que pretende limitar la contaminación por ozono de las centrales eléctricas y otras fuentes industriales en 23 estados. Así como los contaminantes atmosféricos que pueden desplazarse a otros estados y causar daños adicionales.
El tribunal, dominado por los conservadores, ha suspendido temporalmente la norma de la EPA mientras se resuelve un recurso presentado ante un tribunal inferior, dando la razón a tres estados -Ohio, Virginia Occidental e Indiana- y a aliados de la industria que intentan desbaratar los requisitos que impiden que la contaminación se propague a los estados vecinos.
“El tribunal concede la solicitud de los estados de suspender la norma mientras el caso avanza en los tribunales inferiores”, dictaminó la mayoría. Tras precisar que era probable que la EPA perdiera su caso en el tribunal inferior del circuito de Washington DC. La jueza Amy Coney Barrett, designada por Trump, escribió que el tribunal “justifica esta decisión basándose en un presunto error de procedimiento”.
La decisión de tomar partido por la impugnación de las normas de la EPA, ha sido calificada por grupos ecologista de «extraordinaria y perjudicial. Conceder a las empresas contaminantes un pase para que sigan priorizando los beneficios sobre las personas es un resultado devastador», dijo Holly Bender, responsable de energía del Sierra Club.
Corte Suprema suspende normas de la EPA
La decisión de la Corte Suprema de EE UU de bloquear decisiones de la EPA, en asuntos medioambientales y de contaminación, no es la única.
En los últimos dos años la actuación del alto tribunal ha debilitado significativamente la autoridad de la Agencia de Protección Ambiental para limitar la contaminación del aire y del agua, regular el uso de productos químicos tóxicos y reducir los gases de efecto invernadero que están calentando el planeta, reseña The New York Times.
Durante este período, la supermayoría conservadora de la corte dictó varios fallos que socavan el poder de muchas agencias federales.
En la última semana de junio, el tribunal puso fin al uso de lo que se conoce como la doctrina Chevron. Una piedra angular del derecho administrativo durante 40 años que decía que los tribunales deberían ceder a las agencias gubernamentales la interpretación de leyes poco claras. Esa decisión amenaza la autoridad de muchas agencias federales para regular el medio ambiente. Y también la atención médica, la seguridad en el lugar de trabajo, las telecomunicaciones, el sector financiero y más.
Pero lo más notable han sido varias decisiones de la Corte Suprema de intervenir para detener las regulaciones ambientales antes de que fueran decididas por tribunales inferiores. O incluso antes de que fueran implementadas por el poder ejecutivo.
El alto tribunal también actuó de manera inusualmente preliminar el año pasado cuando anuló una regla propuesta por la EPA conocida como Aguas de Estados Unidos, recogió Nytimes. Diseñada para proteger millones de hectáreas de humedales de la contaminación, actuando antes de que la regulación fuera definitiva.
Desmontan algunas decisiones ambientales
En una impugnación en 2022 a una propuesta climática de la EPA, conocida como Plan de Energía Limpia, la Corte Suprema limitó drásticamente la capacidad de la agencia para regular las emisiones de gases de efecto invernadero de las centrales eléctricas. A pesar de que esa norma aún no había entrado en vigor.
Ese tipo de intervención tiene pocos precedentes. La Corte, por lo general, es el último lugar para conocer un caso, después de que los tribunales inferiores hayan presentado los argumentos y emitido las opiniones.
«Este tribunal ha mostrado interés en hacer leyes en esta área y no tener la paciencia para esperar a que los casos lleguen primero a los tribunales», dijo Kevin Minoli, un abogado que trabajó en la oficina del asesor general de la EPA durante la presidencia de Clinton. “Han sido agresivos al dictaminar. Es como si te dijéramos la respuesta incluso antes de que hicieras la pregunta”.
En conjunto, esas decisiones no sólo ponen en peligro muchas normas ambientales existentes, sino que pueden impedir que futuras gestiones redacten otras nuevas, dicen los expertos.
“Estas son algunas de las peores decisiones en materia de derecho ambiental que jamás haya emitido la Corte Suprema”, comentó Ian Fein, abogado de alto rango del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, un grupo de defensa. “Todas ellas afectan drásticamente la capacidad del gobierno federal para hacer cumplir las leyes que nos protegen de los contaminadores”.
La marcha de los casos ambientales no ha terminado.
¿Nuevas amenazas?
El alto tribunal ha aceptado escuchar un caso en el próximo período que podría limitar el alcance de la Ley Nacional de Política Ambiental. Esa ley requiere que las agencias federales analicen si los proyectos que proponen tienen consecuencias ambientales. Las empresas y las industrias se han quejado que las revisiones pueden demorar años, inflar los costos y ser utilizadas por grupos comunitarios para bloquear proyectos.
Para una coalición de industrias, grupos de defensa conservadores y fiscales generales republicanos y sus donantes de campaña, las recientes decisiones son una victoria en una estrategia de varios años para utilizar el sistema judicial para influir en la política ambiental.
El presidente Biden ha prometido que Estados Unidos reducirá su contaminación por dióxido de carbono a la mitad para 2030 y la eliminará para 2050. Según los científicos, todas las principales economías deben hacer lo miso si el mundo quiere evitar los impactos más mortíferos y costosos del cambio climático. Este año, la EPA se apresuró a finalizar nuevas reglas para reducir la contaminación de automóviles, camiones. Y plantas de energía y fugas de metano de pozos de petróleo y gas.
Pero la serie de pérdidas recientes ante la Corte Suprema podría dificultar que la EPA lleve adelante esos planes.
“Se ha producido una erosión constante del derecho ambiental”, afirmó Patrick Parenteau, experto en derecho ambiental de la Facultad de Derecho de Vermont. “Estas decisiones significan que Biden, si consigue un segundo mandato, no podrá hacer mucho más en materia de medio ambiente. En particular en materia climática”.