A inicios de la pandemia se indicó que el poder activo del coronavirus sobre algunas superficies, que manipulamos a diario, era corto. Un nuevo estudio revela que el virus no es tan efímero como se creía. La acción infecciosa del patógeno puede sobrevivir al menos 28 días en el plástico o el acero, a una temperatura de 20 grados Celsius.
La atención frente al virus se ha focalizado en su transmisión por la vía de las gotículas de saliva. De allí la protección con mascarillas y la distancia social. Con los resultados de esa investigación, que amplían la sobrevivencia del coronavirus en ciertos espacios, las recomendaciones de cuidados se acrecientan.
La Organización para la Investigación Industrial y Científica de la Mancomunidad de Australia (CSIRO) señala que el SARS-CoV-2 puede sobrevivir unos 10 días más que el virus de la gripe.
«A 20 grados Celcius, que es la temperatura ambiente, hallamos que el virus era extremadamente fuerte. Y sobrevive durante 28 días en superficies lisas como los vidrios que se encuentran en los teléfonos móviles y los billetes de plástico», dijo Debbie Eagles, subdirectora del Centro Australiano de Preparación frente a las Enfermedades de CSIRO.
La OMS, haciéndose eco de algunas investigaciones, señaló en marzo que el virus de la COVID‑19 podía sobrevivir hasta 72 horas en superficies de plástico y acero inoxidable. Menos de 4 horas en extensiones de cobre y menos de 24 horas en las de cartón. Por tanto, el coronavirus podría permanecer ese tiempo en manijas de puertas, mesas, barandillas.
También se detectó entonces una mayor contaminación bacteriana sobre el plástico de las tarjetas de crédito que sobre las fibras de algodón de los billetes. O incluso, sobre las aleaciones de cobre de las monedas, que se han mostrado como una barrera resistente a la viabilidad del coronavirus.
Sobrevivencia del coronavirus en superficies
La nueva investigación cambia la percepción de los otros estudios. Los expertos australianos indicaron que en 30 grados Celcius sus posibilidades de supervivencia se reducen. El poder virulento es de 21 días en los billetes de papel y de 7 en dinero plástico o acero inoxidable.
Si la temperatura es de 40 grados, el SARS-CoV-2 puede mantenerse durante 48 horas en superficies de plástico. Un día en el vidrio, el acero y los billetes de papel y plástico. Y menos de 16 horas en las prendas de algodón, de acuerdo con esta investigación publicada en la revista científica Virology Journal.
Los científicos de CSIRO asocian las temperaturas con las posibilidades de contagio. “Sobrevivió más tiempo a temperaturas más bajas. Y tendía a sobrevivir más tiempo en superficies lisas o no porosas como vidrio, acero inoxidable y vinilo, en comparación con superficies complejas porosas como el algodón. Sobrevivió más tiempo en billetes de papel que en billetes de plástico”, especifica el informe.
Los investigadores insertaron un virus seco en un moco artificial y colocaron cantidades similares a las muestras recogidas en pacientes infectados en diversas superficies. Durante un mes volvieron a aislar este coronavirus en condiciones en las que se variaba la temperatura. También colocaron las muestras en la oscuridad para remover el efecto de los rayos ultravioleta.
«Aún está por determinar el papel preciso de la transmisión de la superficie, el grado de contacto con la superficie y la cantidad de virus necesaria para la infección. Pero podemos establecer el tiempo en que este virus sobrevive en las superficies», recalcó Eagles.
Temperaturas, proteínas y grasas
El director del CSIRO, Trevor Drew, ofreció otros detalles del estudio. Explicó que el tiempo que sobrevive el coronavirus en algunas superficies fuera de su portador, depende del tipo de virus. Así como de la cantidad en que se presenta, la superficie, las condiciones ambientales o la manera de expulsarlo del cuerpo.
«Las proteínas y las grasas de los fluidos humanos también aumentan significativamente el tiempo de supervivencia del virus», apuntó.
Los científicos esperan que su descubrimiento contribuya a desarrollar estrategias de mitigación de riesgos en las zonas de alto contacto. Las previsiones y formas de eliminar el efecto del virus sobre superficies. Y al mismo tiempo, en la comprensión del aparente contagio persistente en ambientes fríos con altas contaminaciones de proteínas o lípidos como en los mataderos.
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