Con el inicio de la segunda semana de sesiones en la COP28 llega la hora de los ministros. Los negociadores profesionales dan paso a los representantes de las partes de más alto nivel. Luego de descansar el jueves, y entregar el último borrador del Balance Global, a primeras horas del viernes. La cumbre climática entra en el terreno de los políticos. Serán siete días intensos.
La sensación de urgencia nunca ha sido tan alta. Cada palabra, cada frase, tiene una importancia crucial en la COP28 en Dubai. Especialmente las que se refieren a la eliminación de los combustibles fósiles que calientan el planeta. Los negociadores profesionales entregarán su trabajo a altos funcionarios nacionales que tendrán que tomar decisiones difíciles con impacto político.
El documento clave se llama Balance Global. Es el primero de su tipo en las negociaciones climáticas de la ONU. Dice cuán lejos ha llegado el mundo del acuerdo de París de 2015, y qué tiene que hacer a continuación. En el Acuerdo de París en el que las naciones acordaron limitar el calentamiento a 1,5 °C desde la época preindustrial.
Borradores en la mesa
El lunes por la noche salió un primer borrador y los negociadores lo han estado estudiando detenidamente. La COP28 se asoma a su semana más política con altas expectativas respecto a lo que los países negocien sobre el petróleo, el gas y el carbón. Los expertos creen que se está “más cerca que nunca de lograr un acuerdo” para poner fin a los combustibles fósiles en una resolución que informará las medidas climáticas del mundo en los próximos años.
El segundo borrador del Balance Global, publicado el martes, marcó un paso significativo. El documento de 24 páginas propone abandonar la producción de combustibles fósiles, que son los principales causantes de la crisis climática. Esta propuesta, si se aprueba, marcaría un hito en la lucha contra el cambio climático. Los ministros de casi 200 países comenzarán el proceso de negociación con un tercer borrador. Se espera que los términos del documento final se concreten en los próximos días.
Los optimistas
Los negociadores confiarán a los ministros la tarea de alcanzar acuerdos sobre la mayoría de las cuestiones. El borrador del Balance Global todavía incluye casi 90 opciones para elegir. El secretario de Cambio Climático de la ONU, Simon Stiell, describió el texto como “una bolsa de sorpresas con listas de deseos y muchas posturas”. Stiell dice que la clave ahora es “separar el trigo de la paja”.
El enviado climático de Estados Unidos, John Kerry, dijo que los negociadores estarían “trabajando duro” para llegar a acuerdos en la segunda semana. “Si vas a reducir las emisiones y realmente vas a alcanzar el objetivo de cero emisiones netas para 2050, tienes que eliminarlas gradualmente. No hay otra manera de alcanzar ese objetivo”, afirmó.
El veterano diplomático Adnan Amin, director ejecutivo de la COP28, dijo que estas conversaciones sobre el clima tienen un ritmo. “Empiezas con mucha esperanza y euforia. Luego las negociaciones se vuelven difíciles. El ambiente es de rumores y conjeturas, y un poco de depresión. Las cosas empiezan a surgir de nuevo. El proceso de negociación se vuelve más claro. Finalmente, está el compromiso político. Ahí es donde viene la verdadera intensidad y entusiasmo”.
La enviada especial alemana para el clima, Jennifer Morgan, dijo que todo esto va como debería. Aunque parezca abrumador. “Ahora hay un texto con muchos, muchos corchetes (opciones), 30 grupos diferentes de opciones para el balance global que ahora necesita ser consolidado. Para que la próxima semana los ministros puedan comenzar a abordar cada uno de esos temas y encontrar soluciones. Pero creo que, en realidad, el proceso avanza como debería”.
Aumenta la resistencia
Pero los ambientalistas se muestran más cautos, especialmente luego de las reacciones al segundo borrador del balance global. Arabia Saudita, Irak y Turquía se encuentran entre los opositores acérrimos a la decisión de la COP28 de eliminar gradualmente el carbón, el petróleo y el gas. El ministro de energía saudí, Abdulaziz bin Salman, públicamente respondió con un “absolutamente no” a la eliminación gradual de los combustibles fósiles cuando fue consultado por Bloomberg. Según los observadores esa posición tuvo eco en las salas de negociación.
China e India no se oponen específicamente al texto de eliminación gradual. Pero sí a objetivos agrupados por sector. Ambos países firmaron una declaración del G20. a principios de este año, en la que acordaron triplicar la capacidad de energía renovable. Pero se estancaron en el lenguaje de los combustibles fósiles.
Los negociadores dijeron que los países de la UE, junto con los pequeños países insulares -a menudo víctimas del cambio climático- y algunos países latinoamericanos progresistas están alineados en pedir una eliminación gradual de los combustibles fósiles. Si bien habrá una fuerte resistencia a esta medida, los funcionarios confían en que las referencias a los combustibles fósiles aparecerán en el texto final por primera vez y dentro de un cronograma compatible con los informes científicos de la ONU.
Alineados contra combustibles fósiles
Los representantes de los países pobres y los defensores del clima están ejerciendo mucha presión sobre los negociadores de las secciones de combustibles fósiles en la COP28. Wopke Hoekstra, el comisionado de clima de la Unión Europea, dijo que el bloque dará un gran impulso al tema, “dándolo todo”.
Sin embargo, una eliminación gradual “costará dinero”, reconoce Avinash Persaud, enviado climático para Barbados, quien planteó la pregunta de quién pagará. Persaud cuestionó el que la eliminación gradual debe ser global. Apuntó a Estados Unidos y Canadá, dos de los países más ricos y mayores productores de combustibles fósiles, como lugares donde podría ser más barato y efectivo eliminar gradualmente los combustibles fósiles.
Las presiones no tratan sólo del lenguaje de los combustibles fósiles. “De una forma u otra, la próxima semana va a ser realmente difícil”, dijo Amy Gillian-Thorpe, asesora de políticas de Power Shift Africa. Algunos ecologistas perciben que la conversación sobre dejar atrás definitivamente el petróleo, el gas y el carbón -algo que hasta la COP26 de Glasgow, en 2021, “era inimaginable”- está ahora ganando impulso. Esperan que la cumbre culmine con un acuerdo que plasme en el Balance Global esa demanda y recomendación de la comunidad científica.
Peso de los lobistas en la COP28
El último borrador del Balance Global, que deberá debatirse en los próximos días de negociación entre ministros de casi 200 países, incluye entre sus propuestas abandonar la producción de estos combustibles, los principales causantes de la crisis climática. Sin embargo, el texto ofrece a los estados varias opciones respecto a este punto: eliminar progresivamente la producción de todos los combustibles fósiles; acabar solamente con la de los más sucios (sin mitigación o, en inglés, “unabated”); no expandir la generación con carbón o, incluso, extraer del documento toda referencia a este asunto.
El término medio incluye calificativos de “acelerar los esfuerzos” para eliminar gradualmente los combustibles fósiles “sin cesar” y su “uso”, sin mencionar la producción.
Entre los activistas hay disparidad de opiniones sobre la capacidad de sacar adelante un acuerdo ambicioso en cuanto a mitigación (reducción de emisiones) si los países no logran desbloquear temas muy polarizados, como el financiamiento. Persisten dudas sobre si los negociadores podrán ignorar la presión del ‘lobby’ de la industria del gas y del petróleo.
Los ecologistas aseguran que esa presión ha logrado incidir en la posición de los países, a quienes acusan además de haber hecho un ejercicio de “relaciones públicas” y lavado verde (greenwashing) en la primera mitad de la cumbre, plagada de compromisos voluntarios.
La carta de la CAC
Los ambientalistas son particularmente suspicaces y temen que la presión de la industria de los combustibles fósiles logre que en el documento deje abierta la puerta a las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono. La primera semana del Cop28 se habló mucho del “grandioso potencial” que tienen. John Kerry, enviado estadounidense para la lucha contra el cambio climático, declaró en la conferencia que, según los datos científicos, no será posible alcanzar el objetivo de 1,5 °C de calentamiento para este siglo sin la CAC.
El presidente de la COP28, Sultan Ahmed Al Jaber, que también está al frente del gigante petrolero emiratí ADNOC, ha estado promocionando con bombos y platillos la CAC como solución climática. Los principales productores utilizan la captura de carbono como excusa para seguir quemando carbón, petróleo y gas, dado que ya están “reducidos”.
Los críticos advierten de que la CAC es una solución fantasiosa que socava las posibilidades de cualquier acuerdo viable. Catherine Abreu, fundadora del grupo de defensa del clima Destino Cero, explica que esta tecnología es uno de los temas de conversación favoritos de los países que no alcanzan el nivel de ambición necesario para hacer frente a la crisis climática. Abreu sostiene que los proyectos de CAC existentes se centran en realidad en extraer más petróleo y gas.
Caballo de Troya
El thinktank Climate Analytics calculó las emisiones adicionales que podrían derivarse de la continua quema “excusable” de combustibles fósiles. En teoría, se compensan con el secuestro de carbono. “La dependencia de la CAC a gran escala, combinada con un rendimiento insuficiente de las tecnologías, podría dar lugar a un exceso de emisiones de gases de efecto invernadero de 86.000 millones de toneladas entre 2020 y 2050”. Restringir el compromiso de eliminación progresiva a los combustibles fósiles “no reducidos” sólo conlleva el riesgo de alejar por completo el objetivo de 1,5 °C del Acuerdo de París.
“El término ‘reducido’ se está utilizando como caballo de Troya. Para permitir que los combustibles fósiles, con pésimas tasas de captura, cuenten como acción climática. ´Reducido’ puede parecer una jerga inofensiva, pero en realidad es un lenguaje deliberadamente diseñado y fuertemente promovido por la industria del petróleo y el gas para crear la ilusión de que podemos seguir expandiendo los combustibles fósiles”.
Claire Fyson, autora del informe de Climate Analytics
Decenas de países presionan para lograr un amplio pacto que elimine progresivamente los combustibles fósiles. El borrador del Balance Global muestra que los negociadores del COP28 lograron avances significativos. Pero a pesar de la presión de los países pobres y los defensores del clima, existe una fuerte resistencia a su eliminación gradual. Principalmente por parte de sus principales productores.
Los ambientalistas y el mundo esperan que los ministros se mantengan firmes en su compromiso de limitar el calentamiento global a 1,5 °C, tal como se acordó en el Acuerdo de París. Requerirá decisiones difíciles y la voluntad de resistir las presiones de la industria de los combustibles fósiles para que no dejen “puertas traseras” abiertas por donde se cuele un “caballo de Troya” que, bajo el pretexto de los combustibles “mitigados o reducidos” mediante la captura y almacenamiento de carbono, permita la continuación de la producción de combustibles fósiles. Serán siete días intensos en la COP28.