La primera jornada de la Cumbre del Clima COP28 la marcaron discursos incendiario contra los combustibles fósiles, la concreción del fondo de compensaciones y las críticas al dobles rasero de sus protagonistas. Las intervenciones del secretario general de la ONU, del rey Carlos III y del presidente del COP coparon la escena con sus llamados a tomar acciones urgentes.
Al Jaber anunció como un primer logro de esta cita la creación del fondo de pérdidas y daños. Este fondo busca compensar a las naciones especialmente vulnerables a los desastres causados por una crisis climática, de la que no son las principales responsables. También hubo críticas por la falta de concreción sobre cómo y cuándo los países ricos deberán contribuir al fondo. También a los líderes por viajar a la cumbre en aviones privados, a pesar de la urgencia de la crisis climática.
Guterres: Salvar al planeta en llamas
El secretario general de la ONU, António Guterres, insistió en la urgencia de abandonar los combustibles fósiles para combatir el calentamiento global. Guterres enfatizó que solo podemos mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 grados si no dejamos de quemar combustibles fósiles. Instó a los gobiernos a ayudar a la industria a tomar la decisión correcta: regular, legislar, poner un precio justo al carbono, poner fin a las ayudas públicas a los combustibles fósiles y adoptar un impuesto sobre las ganancias extraordinarias.
También expresó su preocupación por los efectos de la crisis climática en las naciones menos desarrolladas, que están siendo devastadas por desastres que no causaron. En su discurso, Guterres hizo un llamado a los países desarrollados para que cumplan con sus promesas de financiación climática. Hasta ahora han sido insuficientes y tardías.
“Los países desarrollados deben demostrar cómo duplicarán la financiación de la adaptación hasta 40.000 millones de dólares al año para 2025, como prometieron, y aclarar cómo cumplen con los 100.000 millones de dólares, como prometieron”.
António Guterres, secretario general ONU
Carlos III: Supervivencia en peligro
El rey Carlos III, en su discurso en la Cumbre del Clima COP28, advirtió que “nuestra supervivencia está en peligro” y exhortó a los delegados de 197 países a impulsar políticas para reparar y restaurar la economía de la naturaleza. El monarca británico vio en la COP28 un punto crítico de inflexión hacia una acción transformadora genuina contra el cambio climático.
Carlos III enfatizó la interconexión entre todos los seres vivos y la Tierra. Pidió a los delegados que adoptaran la visión del mundo de los pueblos indígenas. Instó a trabajar juntos para facilitar decisiones que sostengan nuestro mundo, en lugar de actuar “como si nuestras acciones no tuvieran consecuencias”.
«Es vital también acelerar la innovación en alternativas verdes como las energías renovables, y aplicar una estrategia a largo plazo en todos los sectores, países e industrias».
Carlos III
El fuerte mensaje del rey Carlos III se produce dos semanas después de anunciar nuevas licencias de explotación de gas y petróleo en el Mar del Norte. El monarca ha sido criticado además por viajar a Dubái en su avión privado, al igual que otros miembros del gobierno británico. Un portavoz de Downing Street justificó el uso de hasta tres jets privados para asistir a la cumbre del clima. Argumentó que su enfoque para el cambio climático se basa en la inversión en nuevas tecnologías para el futuro.
Al Jaber: incluir combustibles fósiles
El presidente de la COP28, el Sultán al-Jaber, dijo que el mundo se encuentra en una encrucijada. Al-Jaber, quien también es el jefe de la petrolera estatal emiratí ADNOC, instó a los delegados a impulsar políticas para reparar y restaurar la economía de la naturaleza y a trabajar juntos para facilitar decisiones que sostengan nuestro mundo.
En su intervención se comprometió a llevar a cabo un proceso inclusivo y transparente que fomente el debate libre y abierto entre todas las partes. También expresó su compromiso de trabajar para que el sector del petróleo y otras actividades que producen la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero se encaminen hacia su plena descarbonización.
El presidente de la COP28 hizo un llamado a todas las industrias para modernizarse y avanzar hacia las cero emisiones. Enfatizó que el papel de los combustibles fósiles debe incluirse en las negociaciones y en el acuerdo final, y que ningún asunto debe dejarse fuera. Salió al paso a quienes le acusaron de aprovechar las reuniones en la COP para cerrar acuerdos en favor de sus actividades asegurando que bajo su presidencia se llevará a cabo un proceso transparente.
“Tenemos el poder de hacer algo sin precedentes, no tenemos elección, pero debemos trabajar juntos, ser flexibles, ir adelante con soluciones y lograr consensos”.
Sultán Al Jaber, presidente COP28
Modi y Lula por el tercer mundo
El primer ministro de la India, Narendra Modi, defendió en la COP28 el objetivo de triplicar las energías renovables para 2030. Aunque evitó mencionar la eliminación de los combustibles fósiles. Modi señaló a los países desarrollados como los principales responsables del cambio climático debido a sus emisiones durante el siglo pasado. A pesar de que la India alberga al 17% de la población mundial, solo emite el 4% del dióxido de carbono mundial.
Mientras que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, destacó que la factura del cambio climático ha llegado antes para las poblaciones más pobres. Recordó que el 1% más rico del planeta emite la misma cantidad de carbono que el 66% de la población mundial. Lula da Silva hizo hincapié en la necesidad de acciones concretas en lugar de acuerdos climáticos incumplidos y discursos vacíos.
Ambos líderes subrayaron la urgencia de actuar contra el cambio climático y la necesidad de políticas que reparen y restauren la economía de la naturaleza. Sin embargo, también destacaron la importancia de la equidad y la justicia en la lucha contra el cambio climático. Coincidieron en que los países más ricos deben asumir la mayor parte de la responsabilidad.
Fondo esperado y necesario
La COP28, que comenzó oficialmente el jueves, produjo una buena noticia: los representantes de los casi 200 países participantes acordaron la creación del fondo de pérdidas y daños. Una reivindicación de larga data de los países en desarrollo que busca compensar a las naciones más vulnerables por los desastres causados por el cambio climático. Un problema que en su mayoría ha sido provocado por los países más desarrollados.
El presidente de la COP28, el Sultán Al-Jaber, anunció que Emiratos Árabes Unidos contribuirá con 100 millones de dólares al fondo. Alemania también prometió una contribución de 100 millones de dólares. Otros países, incluyendo Gran Bretaña, Estados Unidos y Japón, anunciaron su intención de contribuir, aunque las cifras exactas aún no se han determinado. El objetivo del fondo es recaudar al menos 100.000 millones de dólares anuales para 2030. Sin embargo, los países en desarrollo sostienen que esta cifra es insuficiente y que las necesidades reales se acercan más a los 400.000 millones de dólares anuales.
Críticas e indefiniciones
A pesar del entusiasmo inicial, el anuncio ha generado escepticismo. Existen dudas sobre cómo y cuándo los países ricos contribuirán, qué países se beneficiarán, en qué proporción, y cómo se gestionará el fondo. A pesar de estas incertidumbres, su puesta en marcha es un paso importante en la lucha contra el cambio climático.
Joe Thwaites, responsable de Financiación Climática Internacional del Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales, lo calificó como un “logro histórico”. Tracy Carty, experta en políticas globales de Greenpeace Internacional, opina que es un primer paso fundamental para garantizar que estas comunidades reciban el apoyo que necesitan.
Sin embargo, Pa’olelei Luteru, presidente de la Alianza de Pequeños Estados Insulares, cree que aún queda mucho camino por recorrer para que el fondo esté adecuadamente financiado y sea fácilmente accesible para todas las víctimas del caos climático.
Harjeet Singh, responsable de estrategia política global de Climate Action Network International (CAN), argumenta que los países deberían contribuir a este fondo de manera proporcional a su papel en la crisis climática. Es decir, quienes más han contaminado son los que más dinero deberían aportar. La cumbre apenas está en sus primeros momentos pero sin duda habrá más discursos incendiarios y críticas, habrá que ver si hay pasos concretos para que en esta cita se logre el giro a la descarbonización.