El tiempo extra en que transcurre la cumbre climática de Glasgow es apremiante. Sus delegados, en redobladas jornadas, perfilan el acuerdo final que, como es de esperarse, busca frenar el avance de la crisis climática. La presidencia de la COP26 difundió este sábado un tercer borrador, con pocos cambios significativos respecto al anterior, pero se pide que se eliminen gradualmente los subsidios ineficientes para los combustibles fósiles.
El informe preliminar reclama además, que los países presenten en 2022 planes más ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Los casi 200 delegados se reunirán en plenaria para opinar sobre el nuevo texto. Se refuerza el compromiso de «como mínimo duplicar» para 2025, los fondos a los países pobres para que se adapten al cambio del clima. Esto, en comparación a los niveles de 2019.
En la jornada del viernes las tensiones y los desacuerdos salieron a relucir en los puntos más críticos del debate. De allí la extensión de la cumbre hasta este domingo. Cuyo objetivo es que los países logren en las últimas horas sacar adelante el acuerdo de la conferencia en términos de equidad y justicia climática. Alineados conforme las recomendaciones científicas de evitar el calentamiento global por encima del 1,5ºC.
Uno de los focos de interés es el que hace mención a los combustibles fósiles. El texto mantiene la referencia a la “eliminación progresiva de la energía del carbón no mejorado (unabated coal)”. Y lo referente a “las subvenciones ineficientes a los combustibles fósiles. Se incluye, como novedad, el reconociendo a la necesidad de apoyo para una transición justa”. Asimismo, pide aumentar las “medidas de eficiencia energética”.
La COP26 y su foco en los combustibles fósiles
La COP26 en sus horas finales es un amasijo de confrontaciones y careos sobre temas espinosos como la transición de los combustibles fósiles a las energías limpias. Pero no es el único tema a atar, son muchos que aún quedan pendientes. Esta tarde, el enviado de EE UU para el clima, John Kerry, y la jefa negociadora de ese país, Sue Biniaz, estuvieron cara a cara con Ahmadou Sebory Touré, el delegado de Guinea. Y representante del grupo de naciones del G77, una gran parte del mundo en desarrollo.
Las finanzas han demostrado ser uno de los problemas más difíciles de resolver en la reunión de Glasgow. Lo que está en juego es cuánto dinero puede pagar el mundo desarrollado al mundo en desarrollo para compensar las pérdidas y los daños causados por el cambio climático.
Las naciones ricas, cuyas emisiones son responsables de la mayor parte del cambio climático, no cumplieron con la promesa de larga data. La de entregar US $100 mil millones al año para 2020 para apoyar los esfuerzos de los países más pobres para hacer frente a los efectos del calentamiento.
Eso ha ensombrecido la cumbre, haciendo que otras negociaciones sobre los mercados de carbono y el fortalecimiento de los objetivos climáticos sean más difíciles de desbloquear. Y algunas naciones más pobres han dicho que no pueden reducir las emisiones más rápido a menos que obtengan más ayuda financiera.
Kerry cruzó la sala para hablar con Alok Sharma y su negociador jefe, Archie Young. Luego, todas las miradas se dirigieron al negociador jefe de la UE, Frans Timmermans, mientras su equipo analiza las repercusiones de la reunión del G77, reseña la BBC. El presidente de la COP26 decidió que era suficiente y que debían llevarse a cabo más discusiones en otro lugar. La sesión terminó y también las reuniones. Por ahora no hay luz verde.
El tema de la financiación, duro de roer
El último borrador, en debate de la COP26, reitera la necesidad de reducir gradualmente los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles. El presidente de la cita mundial del clima, Alok Sharma, dijo que el nuevo texto «realmente hace avanzar las cosas».
Comentó que «al final del día, lo que se ha propuesto es un paquete equilibrado». Los logros clave en el acuerdo hasta ahora son la inclusión sin precedentes de un compromiso para eliminar el carbón, revisar los planes de reducción de emisiones de manera más regular y una mayor ayuda financiera para los países en desarrollo.
El borrador de la propuesta, una de las muchas elaboradas por Gran Bretaña, solicita a un comité de la ONU que informe el próximo año sobre el progreso hacia la entrega de los $ 100 mil millones. Y propone que los ministros del gobierno se reúnan en 2022, 2024 y 2026 para discutir el tema.
Los controles regulares intentarían mantener la presión sobre los países ricos para que cumplan las promesas de movilizar el efectivo. Los países ricos esperan entregar los 100.000 millones de dólares en 2023, aunque algunos han sugerido que podrían alcanzarse el próximo año.
La Unión Europea e Italia estaban elaborando una propuesta de último minuto, que utilizaría derechos especiales de giro para ayudar a garantizar que el objetivo se cumpla en 2022.
El texto preliminar impulsaría las conversaciones entre los países para establecer un objetivo posterior a 2025 sobre financiamiento climático. Y pediría a los países, los grupos de la sociedad civil y el sector privado que sopesen el próximo año sobre la nueva meta. En consecuencia, lanzar un programa de trabajo para desarrollar la meta post-2025, liderado por un país desarrollado y un país en desarrollo, a partir de 2022- 2024.
Encuentro Biden y XI, crecen las expectativas
Atentos a las deliberaciones y conclusiones de la COP26, sobre combustibles fósiles, financiamiento y metas de reducción de emisiones, los activistas siguen a las puertas de la conferencia.
Manifestantes de todas las edades pertenecientes a diferentes organizaciones ecologistas se concentraron nuevamente en las afueras de las instalaciones de la cumbre. En un ambiente festivo pero contundente se quejaron de la “inoperancia climática” y la “endeble respuesta” de los líderes mundiales a la crisis climática.
Centenares de personas procedentes de diversos países del mundo se reunieron ante las puertas donde se está desarrollando la cumbre de clima de la ONU. Entretanto, la presidencia británica y los líderes mundiales siguen negociando un acuerdo sobre el texto final.
La expectativa se acrecienta por el encuentro virtual entre Joe Biden y Xi Jinping previsto para este lunes. “Ambos líderes discutirán las maneras de gestionar la competencia existente” entre las dos potencias, según la portavoz de la Casa Blanca. Jen Psaki afirmó que durante la entrevista, Biden “será claro y franco sobre las preocupaciones” de Washington hacia Pekín. Tienen que ver con el tema climático, pero igualmente sobre otros temas de vital importancia para las potencias.
Desde que Biden asumió el cargo el pasado mes de enero, ambos dignatarios han mantenido dos llamadas telefónicas, la más reciente el 9 de septiembre. Pero el lunes será la primera vez en el mandato de Biden que se comuniquen cara a cara en un formato de cumbre formal.
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