El sábado luego de una extensión del tiempo previsto la COP26 entregó el documento final del Pacto Climático de Glasgow. Las reacciones al acuerdo están divididas. Las principales potencias mundiales celebraron los acuerdos alcanzados, pero los representantes de las naciones vulnerables consideraron los resultados insuficientes y decepcionantes.
La causa de descontento de las naciones vulnerables y de los activistas medioambientales fue el cambio en el texto de «eliminación gradual» de la energía a base de carbón. El texto final del acuerdo quedó como «reducción gradual» después de una reunión entre los enviados de China, la India, Estados Unidos y la Unión Europea.
Alok Sharma, presidente de la COP26, asumió con entereza la expresión de molestia de las naciones vulnerables por los cambios de última hora. «Pido disculpas por la forma en que se ha desarrollado este proceso… Lo siento profundamente».
España ante el Pacto Climático de Glasgow
Teresa Ribera, vicepresidenta española para la Transición Ecológica, está consciente que el Pacto no es todo lo esperado. “Es cierto que el acuerdo adoptado en Glasgow no recoge el fin del carbón sino su reducción. Pero que los árboles no nos impidan ver el bosque”, dijo. Recalcó que es la primera vez que se acuerda poner fin a los subsidios a los combustibles fósiles”.
Ribera estimó que las menciones al carbón y a los combustibles fósiles envían una señal. Afirmó que es “tan potente que permitirá que esta década sea la del destierro a gran escala” de estas sustancias contaminantes.
El triunfo de la retórica
Luego del pequeño cambio de texto, que algunos pudieran calificar de retórica las reacciones no se hicieron esperar.
India fue uno de los países promotores del cambio de lenguaje. Su ministro de Medio Ambiente y Clima, Bhupender Yadav, dijo «hicimos nuestro esfuerzo para lograr un consenso que sea razonable para los países en desarrollo y para la justicia climática».
Por su parte, Frans Timmermans, el vicepresidente de la Comisión y jefe de los negociadores europeos, alegó “creo firmemente que el texto que se ha acordado refleja un equilibrio de los intereses de todas las partes y nos permite actuar con la urgencia que es esencial para nuestra supervivencia”.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, declaró en un comunicado que el Pacto Climático de Glasgow, ofrece la oportunidad de mantener vivas las metas del Acuerdo de París de 2015, permitiendo «limitar el calentamiento mundial a 1,5ºC».
Svenja Schulze, ministra del Ambiente del gobierno saliente alemán, calificó el documento de histórico. «La eliminación progresiva del carbón ha sido lanzada en el mundo entero» dijo y aseguro que un nuevo modelo económico había emergido.
John Kerry, en su carácter de enviado especial de Estados Unidos para el clima, manifestó que el texto «es una declaración poderosa». Afirmó que el Pacto Climático de Glasgow «aumenta drásticamente la ambición del mundo para resolver este desafío durante esta década y más allá».
Pacto Climático de Glasgow insuficiente para las naciones vulnerables
Los países más vulnerables al cambio climático se mostraron especialmente decepcionados con el Pacto Climático de Glasgow. Y es que estas naciones son las menos contaminantes del planeta. Sin embargo a menudo son las más afectadas por el cambio climático.
Unos días antes de la clausura Sonam Phuntsho Wangdi, presidente el llamado grupo de Países Menos Desarrollados (PMD), remarcó que los acuerdos eran decepcionantes, y de cierta forma atemorizadores.
Wangdi, funcionario del Gobierno de Bután, resaltó que tanto su país como el resto de las naciones que integran el bloque son los que menos contribuyen al cambio climático, apenas el uno por ciento de las emisiones globales, pero son los que más sufren sus efectos.
Señaló que Bután, ubicado en los bordes de la cordillera del Himalaya, es víctima de las inundaciones provocadas por el derretimiento de los glaciales producidos por el calentamiento global.
Camila Isabel Zepeda Lizama, enviada de México, manifestó su inconformidad. «Todos tenemos preocupaciones pendientes, pero nos dijeron que no podíamos reabrir el texto». Añadió a respecto: «creemos que hemos sido marginados en un proceso no transparente y no inclusivo».
Shauna Aminath, ministra de Medio Ambiente de Maldivas aseguró que esta cumbre fue «otra conversación en la que ponemos nuestros hogares en juego, mientras los que tienen otras opciones deciden la rapidez con la que quieren actuar para salvar a los que no las tienen».
¿Qué piensan las naciones vulnerables?
Los activistas de los países más vulnerables también se hicieron sentir. En general, el Pacto Climático de Glasgow dejó en estos jóvenes un sentimiento de pesimismo. Elizabeth Kité, de la juventud en Nuku’alofa, Tonga, aseveró que la existencia de su isla está en juego. Enfatizó que el acuerdo no hace lo suficiente para salvar a su hogar en las islas del Pacífico de quedar sumergido.
Sohanur Rahman, de 25 años, es fundador del movimiento Friday for Future en Bangladesh. A su juicio el acuerdo de Glasgow es insuficiente. «Estas promesas vacías no protegerán a nuestro pueblo de la crisis». Aseguró que «el resultado final es nada».
No será hasta la COP27 que se celebrará en Egipto cunado las naciones más vulnerables tendrán oportunidad de mejorar las condiciones no solo para ellos sino para el planeta.