Iniciativas a pequeña escala, pero con ínfulas de agarrar vuelo, se están desarrollando en varias partes del mundo para dar utilidad a los desechos plásticos que inundan vecindarios y mares. En Los Ángeles surgió ByFusion, una start-up que está convirtiendo plásticos no reciclables en bloques aptos para la construcción. Con éxito ecológico y amplia demanda.
Después de un primer lanzamiento hubo muchos contratiempos y la idea no progresó. En 2017 y tras varios años de I+D, está procesando 450 toneladas de plástico anuales con el objetivo de alcanzar 100 millones de toneladas para 2030. Y darles a estos desechos una segunda vida y múltiples usos.
Los ByBlocks, como los denominan sus creadores, se fabrican aprovechando el 100% de los residuos y admiten aquellos tipos de plásticos que no se pueden aplicar en otros procesos de reciclaje.
ByFusion utiliza una combinación de vapor y compresión para dar forma a todo tipo de plásticos, incluso los no reciclables, en bloques de construcción estándar. Estos componentes, por lo general grandes, se pueden usar para construir cercas, muros de contención, terrazas públicas y paradas de autobús. También muebles, cobertizos o paredes. Pero las verdaderas estrellas de esta start-up son las máquinas patentadas que se usan para fabricar los bloques. Llamadas Blockers, estos equipos pesados se alimentan de plásticos, los aprietan sin necesidad de clasificarlos ni limpiarlos. Y los convierten en bloques.
ByFusion se ha asociado con una gran cantidad de ciudades, incluidas Boise, Idaho y Tucson, Arizona. En Lihue, en la isla hawaiana de Kauai, la empresa trabajó con una escuela primaria. Construyó un pabellón con bloques hechos con desechos marinos y redes de pesca recolectados localmente. ¿La última meta? Vender máquinas Blockers en Estados Unidos y en el extranjero para ayudar en el control de desechos plásticos y convertirlos en material de construcción.
De plásticos reciclables a bloques de construcción
Un informe presentado en diciembre 2021 por el gobierno federal concluye que Estados Unidos es el mayor contaminante con desechos plásticos en el mundo. Contribuyó con alrededor de 42 millones de toneladas métricas en desechos plásticos en 2016. Más del doble que China y más que los países de la Unión Europea.
De esta enorme masa de residuos, se estima que anualmente hasta 2,2 millones de toneladas de plástico, entre botellas y pajitas hasta envases de alimentos se filtran al medio ambiente. La cantidad podría ser mayor porque faltan datos de rastreo.
ByFusion tiene una gran oportunidad para retirar plásticos del medioambiente. Su operación funciona con prácticamente cualquier tipo de plástico, incluidas las redes de pesca, salvo la espuma de poliestireno. Y debido a que el plástico no se derrite sino que se fusiona (de ahí el nombre de la empresa), no requiere adhesivo, pegamento o mortero.
Como resultado, el proceso no produce desperdicio alguno: 10 kilos de plástico hacen un bloque de 10 kilos. «Puedes literalmente comer tu almuerzo, tirar (el plástico sobrante) hacer un bloque y luego pegarlo en la pared», dijo Heidi Kujawa, la fundadora de ByFusion en 2017.
Dos años después se asoció con el programa Hefty EnergyBag y la ciudad de Boise, que pidió a sus residentes que separaran sus plásticos difíciles de reciclar. Solo el 20 % de los residentes se comprometieron. Pero el esfuerzo obtuvo alrededor de 30 toneladas de bolsas plásticas de supermercado. Así como plástico de burbujas y contenedores de comida rápida que se desviaron del vertedero. Estos plásticos no reciclables se convirtieron en bloques de construcción, algunos se usaron en un parque local.
Ladrillo a ladrillo se llega a la meta
Las unidades Blocker estándar son todas eléctricas y utilizan vapor y compresión durante la fase de procesamiento. La compañía ofrece unidades híbridas de gas natural y de bajas emisiones que son adecuadas para instalaciones que no tienen energía eléctrica constante.
A diferencia del hormigón, los bloques de ByFusion no se agrietan ni desmoronan. No requieren tiempo de curado o mezcla de agentes aglutinantes, unas cualidades que aminoran el coste de producción en 54% y su tiempo de instalación sea un 65% menor que el concreto.
Los ByBlocks vienen en el tamaño de bloque de construcción estándar de 40x20x20 cm y es posible cortarlos para darles distintas formas. Con esas dimensiones el bloque pesa 10 kg, aunque sus componentes hacen que pese hasta 4,5 kilogramos menos que el hormigón. Y le ayudan a flotar sobre el agua debido a pequeñas bolsas de aire que se encuentran entre las secciones de plástico triturado y fundido.
Los bloques de construcción de plásticos no reciclables son más livianos y más duraderos que los huecos de cemento. Se pueden revestir con cualquier tipo de material o dejarlos expuestos. Pero dado que los plásticos son susceptibles a la luz solar, los proyectos al aire libre deberán recubrirse con pintura o combinarse con otro material resistente a la intemperie.
Si una fracción de esos plásticos no reciclables puede encontrar un hogar que no sea el vertedero, o nuestros océanos, la recompensa será enorme. «Si instalamos 9.000 sistemas Blocker en el mundo para 2025, juntos podemos alcanzar nuestra meta de 100 millones de toneladas de bloques de construcción, dice Kujawa