Por Cambio16
22/08/2017
.
«Las personas que no participan activamente en las hostilidades (…) deben ser tratadas humanamente en todas las circunstancias«.
Éste es uno de los principios básicos de los Convenios de Ginebra, que constituyen la espina dorsal del derecho internacional en enfrentamientos bélicos.
Hace 153 años, en Suiza, la Sociedad de Bienestar firma la Primera Convención de Ginebra, que más tarde daría nacimiento a la Cruz Roja Internacional. Un movimiento humanitario mundial de gestión particular con base en convenios internacionales, cuyo propósito es proteger a las víctimas de los conflictos armados.
La última modificación de los Convenios de Ginebra entró en vigor el 21 de octubre de 1950.
Sin embargo, los actuales conflictos recientes y actuales pone en duda, más que el cumplimiento, la vigencia de estos acuerdos -suscritos por 194 países- en la protección de civiles y de combatientes frente a los abusos cometidos en tiempos de guerra. Los Convenios parecen ser quebrantados frecuentemente por algunos Estados y grupos armados en distintas partes del mundo.
El pilar del Derecho Humanitario
Los Convenios de Ginebra (1949) se tratan de una recopilación de por lo menos 1.000 artículos escritos desde 1.863, para regular las situaciones de conflictos armados entre Estados y proteger a sus víctimas.
Estos convenios son sin duda el pilar de lo que hoy conocemos como Derecho Internacional Humanitario (DIH) que ha llegado a ser universal.
El primer Convenio de Ginebra data sobre la protección de los soldados en tierra; el segundo, protege a las personas que participan directamente de los conflictos armados en guerras navales; el tercero, protege a los prisioneros de guerra; y el cuarto protege a la población civil.
Su ratificación fue y es importante, porque es la puesta en común por parte de los Estados de un mínimo aplicable al respeto por la dignidad humana, aún en situación de conflicto armado de carácter internacional. Protege, tanto a los miembros de los ejércitos, como a la sociedad civil. También a los miembros de los ejércitos que han dejado de combatir, porque fueron puestos fuera de combate por ser heridos, por haber sido privados de la libertad o porque les dieron de baja en medio del conflicto.
Asimismo, protege bienes civiles, también la sanidad militar, tanto a miembros, como a sus establecimientos y medios de transporte.
Los cuatro Convenios de Ginebra, también contemplan el uso del Emblema Protector de Sanidad Militar para el Movimiento de la Cruz Roja y la protección de la misión del CICR frente a las acciones que ellos deben desarrollar desde el punto de vista humanitario en contextos de conflictos armados internacionales.