Por Gorka Landaburu
09/11/2016
Medio mundo se ha quedado sin respiración. La victoria de Donald Trump ha sacudido todas las cancillerías. Aunque podía ganar y ha ganado, pocos eran los que preveían la victoria del candidato republicano.
La perplejidad y la consternación van a dar paso a la preocupación y a la inquietud. No se entiende como un hombre como Trump, poco preparado para la política, racista, xenófobo, provocador y poco convencional haya podido ganar las elecciones.
No sabemos, si es la victoria del llanero solitario. Ni se puede entender su triunfo, sin un análisis profundo de las causas que han hecho que Donald Trump sea el próximo inquilino de la Casa Blanca.
Podremos achacar este éxito a que Hillary Clinton, no ha sido la mejor candidata para oponerse a Trump, pero no es suficiente. Hay un cambio que se esta produciendo en todo nuestro planeta. La inseguridad y el autoritarismo que conducen al populismo van ganando terreno en la mayoría de los países democráticos. No es de extrañar que los primeros en celebrar esta victoria, hayan sido los partidos de extrema derecha a la cabeza de los cuales se encuentra Marine Lepen, que se prepara para asaltar la presidencia de la republica francesa la primavera que viene.
Desde Europa se ve con preocupación las próximas políticas que se van a poner en marcha desde Washington. Esa es la razón del por qué el presidente de la Comisión Europea Jean Claude Juncker, haya pedido a Trump la convocatoria de una cumbre al mas alto nivel de la UE y de la OTAN.
En política internacional la incógnita es más alarmante porque no sabemos cual será la nueva política de los Estados Unidos, en conflictos como Siria, Irán o el irresoluble problema israelí- palestino. También preocupa que va a pasar con las relaciones con Cuba o el inquietante y espantoso muro que Trump pretende construir en la frontera con México.
Son tiempos de incertidumbre y de muchas dudas. Es cierto que los contrapoderes intentaran frenar al nuevo presidente como lo hicieron con Obama. El presidente de los EE.UU tiene mucho poder pero no todo el poder.
Habrá que esperar y contener nuestra respiración. Los estadounidenses han votado y han elegido a Donald Trump. Es evidente que muchos echaremos de menos a Barak Obama.
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