El contagio de visones con la COVID-19 crece en Europa y las cifras son alarmantes y dolorosas. Dinamarca fue el primero en sacrificar 11.000 de estos animales de los 19 millones que tiene en 1.500 granjas. Los Países Bajos ya sacrificaron 1 millón de ejemplares. Y ahora España, que sacrificará casi 100.000 visones en Aragón.
El caso más reciente se registró en la granja La Puebla de Valverde, en Teruel, la capital de Aragón, al norte de España. Las autoridades locales ordenaron sacrificar los 92.700 ejemplares del reservorio al detectarse trasmisión comunitaria de coronavirus.
El consejero de Agricultura y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, informó que algunos trabajadores y visones contrajeron el SARS-CoV-2. Unos nueve empleados han dado positivo al nuevo coronavirus causante de la COVID-19.
El 22 de mayo, la Dirección General de Calidad y Sanidad Alimentaria dispuso el cierre de la granja como medida cautelar. La decisión la adoptó luego de que siete trabajadores, que ya “están sanos”, apuntó Olona, dieran positivo por la COVID-19. Los otros dos casos se registraron en las últimas horas.
Una prueba realizada el 13 de julio en 90 visones de la granja demostró que 78 estaban contagiados, lo que equivale al 86,7%. Los animales no presentan ninguna sintomatología por el momento ni se ha registrado una mortalidad anormal.
“Tras los resultados concluyentes, el Gobierno de Aragón estableció como medida preventiva sacrificar los 92.700 visones», indicó el funcionario.
Explicó que tienen la «absoluta certeza» de que se está produciendo una transmisión comunitaria del virus en estos animales. No está claro aún si la transmisión se produce de animales a personas o viceversa. «Pero cabe la posibilidad de que se haya producido transmisión en las dos direcciones. Se trata de una hipótesis de trabajo», dijo.
Hasta ahora no han reportado casos en las otras 37 granjas de crías de visión existentes en España, con una población estimada en 750.000 ejemplares.
¿Contagio de visones a humanos?
Holanda registró en abril pasado el primer posible caso en el mundo de transmisión de animal a persona del nuevo coronavirus. Fue también en un reservorio de visones, por lo que las autoridades ordenaron el cierre inmediato de dos granjas al descubrir que había animales infectados.
Desde entonces, ya han sacrificado un millón de visones mediante su asfixia con monóxido de carbono, a fin de evitar la propagación del coronavirus.
El contagio llegó a 23 de las casi 130 granjas de visones dedicadas en los Países Bajos a la industria peletera. El Ministerio de Agricultura está evaluando si mantiene las actuales medidas de higiene y contención u ordena la desaparición preventiva de todos los mustélidos. Cifras de la organización Animal Rights estiman entre 4 millones y 5 millones la población total de visones en los Países Bajos.
En Dinamarca, el mayor productor de visones del mundo, se registraron en junio contagios en estos animales, por lo que fueron sacrificados 11.000 ejemplares. Desde entonces no han informado de nuevos brotes. Tampoco en China, segundo productor de piel de visión y donde se registró el primer caso de coronavirus, a finales de 2019, en la ciudad de Wuhan.
Hasta ahora, la Organización Mundial de la Salud sostiene que el SARS-CoV-2 se transmite de persona a persona, pero sigue investigando sobre otras formas de contagio.
Grupos de defensa de los animales y del medioambiente han denunciado por años una industria que consideran inhumana. Se han opuesto a la cría de estos animales para obtener su piel, un artículo que, sostienen, es solo un lujo para quienes la compran. Han denunciado también la forma cruel en la que los crían, generalmente apilados en pequeñas jaulas. Nunca imaginaron que terminarían siendo exterminados masivamente, ahora como consecuencia del coronavirus.
Lea también: