Por Cambio16
09/07/2018
El consumo mundial de pescado está en su punto más alto. Por ende, desde Naciones Unidas se manifiestan preocupados por la sostenibilidad de una fuente clave de proteínas para millones en todo el mundo y la sobreexplotación de un tercio de los océanos del mundo.
Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advierte que la sobrepesca «es particularmente mala en algunas partes del mundo en desarrollo. Fundamentalmente debido a que muchas personas ya luchan por obtener suficientes alimentos nutritivos para comer. En consecuencia, hay demasiada presión sobre los recursos marinos. Necesitamos mucho más compromisos de los gobiernos. Fundamentalmente para mejorar el estado de sus pesquerías», dijo Manuel Barange, director del departamento de pesca y acuicultura de la FAO.
Los datos de la FAO precisan que el consumo mundial de pescado es uno de los indicadores de mayor alza en los últimos años. Indicador que viene de la mano de una sobreexplotación marina que puede afectar significativamente a regiones con necesidad de recursos alimentarios. «Prevemos que África tendrá que importar pescado en el futuro», indicó Barange.
En la actualidad, según la FAO, 3,2 mil millones de personas dependen de los peces para casi el 20 por ciento de su ingesta de proteína animal. El consumo mundial de pescado alcanzó un máximo histórico de 20,2 kg (44,5 lb) por persona desde 9 kg en 1961. Pero se espera que este hito sea roto en poco tiempo. Ésto, a medida que los consumidores conscientes de la salud recurren a los peces.
Consumo mundial de pescado y medio ambiente
Junto a las preocupaciones alimentarias, la FAO también dedica parte de su informe al impacto medioambiental. Otra afección que viene de la mano del aumento del consumo mundial de pescado. Principalmente se refiere al cultivo de peces o la acuicultura, el sector productivo de más rápido crecimiento en los últimos 40 años. Y que ha sido en gran parte responsable de la disponibilidad de más pescado, según el informe.
Las capturas provenientes del mar abierto continúan disminuyendo. Por ende, más países recurren a las piscifactorías como una solución alimentaria y productiva. No obstante, varios críticos dicen que puede dañar el medioambiente. Principalmente porque puede poner en libertad varias enfermedades y especies invasoras.
Barange no se manifestó contrario al cultivo de peces. En respuesta a las críticas, dijo que la solución era tener «regulación, legislación, monitoreo y control adecuados».
Asimismo, el informe refiere a la necesidad de reducir los desperdicios de la pesca para hacer que la pesca sea más sostenible. Según la FAO, un estimado del 35 por ciento de las capturas son desechadas. «Las cabezas y los huesos de pescado son partes muy nutritivas. ¿Por qué no estamos utilizando soluciones innovadoras con ellas? Podemos convertirlas en alimentos nutritivos y apetecibles?», resalta.