Desde su taller en Miami, Constanza Viera diseña joyas que encierran la historia, las emociones y los sentimientos de las personas que las lucen. Con perseverancia y formación, Coti, como la conocen sus clientes y amigos, se ha construido una sólida reputación como gemóloga y experta en diamantes, un mundo dominado tradicionalmente por hombres en el que ha escalado peldaños pasando por todas las áreas de la industria. Para abordar cualquier creación, lo primero que tiene en cuenta es la joya interior que cada uno llevamos dentro.
Con su experiencia profesional, suscribe una trayectoria que ha logrado reivindicar el papel de la mujer en la industria de la joyería, rompiendo el vínculo que tradicionalmente se asigna al binomio mujer y diamante como objeto de deseo.
“La percepción de que la admiración de las mujeres por la gema es puro anhelo –explica–, no solo es presuntuosa, sino también injusta, porque las mujeres han estado comprando y usando diamantes durante décadas, pero ahora también cada vez están más presentes en la industria. Un mundo previamente dominado por hombres, finalmente se ha visto penetrado por el buen gusto y distinción de mujeres que buscan crear belleza para los amantes de los diamantes”.
Constanza Viera no llegó a este mundo por casualidad o herencia familiar, sino a base de conocimiento, talento y excelencia. Con una trayectoria profesional de una década trabajando e innovando en la industria de las joyas, ha pasado por casi todas las ramas de esta industria, diseñando colecciones en metales y piedras preciosas para casas como Burma Jewelers, Gugu Jewerly y Diamond Tales.
«Pienso que cada diamante está vinculado a una ocasión, a una historia, a un evento, a una memoria, a un recuerdo importante, erigiéndose así en la joya interior de cada persona»
Tras obtener el título de Gemología en el Gemological Institute of América, emprendió en un servicio de joyería privada internacional con gran presencia en Estados Unidos, Canadá, Venezuela, donde nació, y República Dominicana, trabajando al mismo tiempo como autenticadora y compradora de joyas en las compañías más prestigiosas de Estados Unidos, colaborando en talleres de formación dirigidos a aquellas personas interesadas en aprender más acerca de esta exclusiva industria.
Usted ha logrado hacerse un hueco importante en un mercado dominado tradicionalmente por hombres. ¿Cómo lo ha conseguido? ¿Qué puede aportar la mujer a esta industria?
Exactamente. No todo el mundo tiene la personalidad para ello. Sin embargo, pienso que puedo ser lo suficientemente resiliente y perseverante para poder tolerarlo. Sin duda, lo que me ha permitido conseguir el respeto en la industria ha sido mi preparación en cuanto a la educación y experiencia que llevo acumulada. También ha contribuido el hecho de perder el miedo a pedir ayuda y encontrar mentores de calidad que me han guiado a través de los años. Y a su vez, siendo ellos importantes en este ámbito, me han dado credibilidad ante otras personas.
La mayoría de las personas que usan joyas son mujeres. Resulta curioso y hasta paradójico que sea una industria tan dominada por hombres, que llevan cientos de años decidiendo qué se va a poner la mujer. Pienso que, como mujer, puedo saber exactamente qué quieren lucir mis clientas y captar un poco mejor su esencia y estilo en una pieza.
¿Cómo ha contribuido la formación, el conocimiento y la especialización a la incorporación de la mujer a este sector?
La preparación ha sido la mejor manera de conseguir el respeto y la credibilidad como diamond dealer, joyera privada y diseñadora en la industria.
Aunque se presenta como diseñadora, su trayectoria profesional le ha llevado a adquirir experiencia en todas las ramas de la joyería, desde la compra hasta la autentificación y tasación, además de formarse en reputados centros. ¿De qué forma ha transformado esta actividad la tecnología?
Existen muchas herramientas avanzadas, tanto virtuales como físicas, con las cuales podemos apoyarnos para una autenticación o la tasación de una joya. Sin embargo, mis estudios en gemología han sido y siguen siendo claves para poder crear, evaluar o comprar una joya.
Crear y diseñar joyas tiene mucho que ver con la artesanía y las técnicas tradicionales, como la filigrana y el engaste. Pulir un diamante requiere su tiempo. ¿La producción en serie está desvirtuando este oficio y minando su legado?
No. Existen muchas fábricas que sí hacen anillos producidos en series. Por ejemplo, en Asia. Muchas veces tengo la opción de economizar para lograr un presupuesto más asequible para un cliente, y optar por comprar unos de estos anillos ya fabricados.
Sin embargo, la piedra que protagoniza ese anillo siempre va a ser montada por mis joyeros de confianza aquí en Miami. Esto ocurre solo en el 1% de los casos. Mis anillos casi siempre están hechos a mano gracias a un trabajo impecable y realmente es incomparable el resultado y el valor que retienen las piezas hechas one of one. No, el legado y la virtud de una pieza hecha a mano nunca podrá ser superado por la producción en serie.
¿Es imprescindible la colaboración entre empresa y entidades públicas para impulsar la formación y la innovación en el sector?
Sí, todo lo que incida en fomentar al crecimiento e innovación de esta industria es clave para tener un negocio transparente y ético.
A tenor del precio de la materia prima y dado que el oro ya es un valor refugio, ¿cree que se puede plantear la adquisición de joyas como una inversión?
Las joyas son una inversión a largo plazo por el hecho de que el oro o el platino que se utiliza para su elaboración retienen su valor. En el caso de los diamantes y las piedras preciosas también lo retienen. La joyería ha sido muy considerada como una buena inversión a largo plazo en estos últimos años.
Desde que Leonardo DiCaprio protagonizara la película Diamantes de Sangre, con la que se pretendía denunciar el tráfico ilegal de piedras preciosas para financiar las guerrillas en Sierra Leona, los diamantes cultivados se han impuesto. Usted también los utiliza. ¿Puede garantizar la trazabilidad responsable de todo el proceso?
Yo solo trabajo con empresas que cumplen con acuerdos internacionales de importación y exportación que permiten determinar el origen de cada piedra. Así, tengo la capacidad de garantizar a mis clientes la trazabilidad responsable tanto de los diamantes naturales que vendo como de los diamantes de laboratorio que estoy utilizando en mi nuevo proyecto.
«Mis diseños se distinguen por ser de alta calidad, clásicos, elegantes, únicos y eternos. Al diseñar piezas únicas, pienso que una gran distinción de mi trabajo no es solo en el apartado del diseño, sino en la experiencia que se lleva cada cliente al trabajar conmigo».
La ética se impone. ¿Se puede hablar de un nuevo lujo consciente?
Claro. La joyería siempre será un lujo consciente. Esté hecha con diamantes naturales, con piedras preciosas o con diamantes de laboratorio, soy una gran defensora de que toda la joyería se puede reciclar, rediseñar y reutilizar de diferentes formas. Por lo cual, siempre ha sido un lujo consciente ya que, al ser reutilizada y pasar de generación en generación, es un producto que se puede considerar sostenible.
En sus creaciones, son las personas las que realzan y dan importancia a la gema, no al revés. ¿Cada diamante cuenta una historia distinta y cada persona busca su joya interior?
Definitivamente. Y esa es justamente mi misión cómo diseñadora de joyas. Pienso que cada diamante está vinculado a una ocasión, a una historia, a un evento, a una memoria, a un recuerdo importante, erigiéndose así en la joya interior de cada persona. Y cada persona puede tener muchas joyas interiores que conmemoren diferentes momentos de su vida.
Cuando se plantea un diseño, el primer paso es una entrevista con el comprador. Su joya quiere contar una historia y alberga sentimiento, experiencias y emociones. ¿Se puede afirmar que es una seña de identidad personal?
Sí, como he señalado anteriormente, una joya siempre será parte de la identidad de una persona. Las piezas se pueden unir a su fecha de nacimiento, a su signo del zodíaco o a la energía que traiga cada piedra. Por ejemplo, el zafiro azul es símbolo de lealtad, muchas personas quieren incluirlo en un diseño personal independientemente de que hayan nacido en septiembre o su signo zodiacal sea Virgo. Cada persona puede contar su historia a través de su joya.
El color, la claridad, la talla y los quilates no lo son todo. Necesidades, gustos, presupuesto… ¿Qué debe tener en cuenta alguien que quiera adquirir un diamante?
La pregunta más importante y quizás más intimidante es la que indaga sobre el presupuesto que cada uno está dispuesto a gastar. Por ejemplo, si es para un anillo de compromiso, siempre le recomiendo a mis clientes que sea lo suficiente para representar una decisión importante en su vida, pero nunca un monto con el que te vayas a endeudar.
Para adquirir un diamante es muy necesario tener en cuenta que debes ser guiado por la persona correcta o por alguien en quien confíes plenamente. No es una compra sencilla y la persona que te esté ayudando a hacerla debería de ser capaz de desglosar exactamente lo que estás comprando.
Crear un sello personal no es fácil. ¿Qué caracteriza y distingue a sus diseños?
Todos mis diseños se distinguen por ser de alta calidad, clásicos, elegantes, únicos y eternos. Al diseñar sobre todo piezas únicas, pienso que una gran distinción de mi trabajo no es solo en el apartado del diseño, sino en la experiencia que se lleva cada cliente al trabajar conmigo. Se trata de una experiencia completamente transparente, llena de información y orientación para el cliente.
La innovación impulsa la experimentación con formas, texturas y colores. ¿Las nuevas piezas desafían las convenciones con enfoques innovadores?
Mi enfoque siempre será la elegancia y lo clásico. Sin embargo, no tengo miedo de implementar y experimentar con nuevas formas y texturas. Hace poco, hice un anillo en un estilo llamado Bombé con pequeñas esmeraldas engastadas en un láser estrellado. Suena como un diseño extremadamente moderno, pero pienso que seguirá siendo un clásico dentro de 50 años
El titanio y las piedras semipreciosas compiten con los materiales más tradiciones, como el oro y los diamantes. ¿Qué posibilidades estéticas ofrecen, además de la conciencia ecológica que aportan?
El titanio y las piedras semipreciosas se prestan para hacer diseños específicos en otros colores. Sin embargo, los materiales que más utilizo son el platino, el oro, los diamantes y lo que llamo piedras preciosas, que serían el rubí, el zafiro y las esmeraldas,
Proyecta plasmar en un libro titulado Diamond Tales su experiencia y sus expectativas. ¿Cuáles son los principales hitos de esta historia de éxito y sus proyectos de futuro?
En el libro abarcaré toda mi trayectoria en joyería, cuentos memorables con clientes, joyas especiales que nunca olvidaré y su proceso de diseño, así como los desafíos que he afrontado y que han devenido en grandes enseñanzas de máximo valor para destacarse hoy en día en mi trabajo. En Diamond Tales también encontrarán un poco de información sobre lo último que he estado haciendo y mis proyectos de 2024 y los sueños que tengo para el futuro.