Días antes de su muerte, Alexéi Navalni contó las duras condiciones que enfrentaba en la prisión en el Ártico de Rusia. Era tal el temor del régimen ruso por la opinión que generaba el líder opositor en la sociedad, que lo remitió a una cárcel lejana y hostil, a unos 1,915 kilómetros de Moscú. Hoy el mundo estalla en estupor y conmoción: todas las voces señalan a Vladimir Putin como responsable de su fallecimiento.
Tenía 47 años y estaba condenado a 30 años de prisión cuando el viernes 16 de febrero las autoridades penitenciarias lo declararon muerto. La primera explicación que recibieron los familiares del líder de la disidencia rusa es que ha sido una «muerte súbita». «Cayó inconsciente y murió», les dijeron. Navalni, demócrata y activista de los derechos humanos fue galardonado con el Premio Sajárov a la Libertad de Conciencia 2021 por el Parlamento Europeo.
Ivan Zhdanov, su colaborador, afirmó que ese fue el argumento esgrimido por los jefes de la celda a la madre y al abogado de Navalni cuando llegaron a las instalaciones. El equipo del demócrata ha exigido que su cuerpo fuera entregado a su familia inmediatamente. Pero les dijeron que tendrán que esperar que finalicen completen las investigaciones.
Gélidas temperatura, pésima comida
Navalni había sido trasladado en diciembre pasado desde un centro penitenciario en la región de Vladímir, a menos de 200 kilómetros de Moscú, donde permanecía desde junio de 2022, hasta una prisión en Jarp, en el círculo polar Ártico. Pero no informaron a sus familiares y colaboradores. La cárcel lleva el nombre de «Lobo polar» y es considerada una de las prisiones más remotas, más duras y y de mayor seguridad de la autocracia putinista.
Navalni había denunciado las malas condiciones de su confinamiento, las gélidas temperaturas, la mala alimentación y falta de atención médica. El horror de la injusticia.
Muerte de Navalni, ¿muere la esperanza?
Yulia Navalnaya, esposa del líder demócrata, dijo de manera contundente y conteniendo el llanto, que Vladimir Putin debe responder ante la justicia. Se enteró de la trágica noticia mientras asistía a la Conferencia de Seguridad de Múnich. «Sepan Putin y todos los que le rodean, sus amigos y el gobierno, que tendrán que rendir cuentas por lo que hacen a nuestro país, a mi familia y a mi marido. Ese día llegará pronto», añadió.
Navalnaya también hizo un dramático llamado a los líderes del mundo para que «luchen contra el horrible régimen que existe en Rusia». Tanto la oposición democrática rusa como jefes de Estado y de Gobierno del mundo han culpado directamente a Putin de la muerte de Navalni.
En las calles de las principales ciudades rusas se siente el pesar y el repudio. Miles de personas realizaron vigilias y manifestaciones de rechazo a las condiciones que rodean su muerte. Los cuerpos de seguridad han detenido a más de 220 personas que protestaban pacíficamente.
Algunos moscovitas depositaron flores y una fotografía de Navalni en un monumento improvisado en la capital rusa. Valeria, una guía turística de 23 años, manifestó que Navalni es un «símbolo de esperanza de un futuro mejor para Rusia. Existe la sensación en el gobierno de que con su muerte esta esperanza también muera». Vladimir, un psicólogo de 84 años, manifestó que Navalni era «un elemento simplemente fundamental de la vida para nosotros».
La muerte de Navalni ocurre poco antes de las elecciones presidenciales de Rusia, fijadas para el 17 de marzo, en las cuales se espera que Putin gane un quinto mandato hasta 2030, pero puede gobernar hasta 2035 por los cambios que le hizo a la Constitución y a la ley electoral.
Biden: Putin es el responsable, sin duda
En una declaración en la Casa Blanca, el presidente Joe Biden manifestó tajantemente: “Que no haya duda, Putin es responsable”. Recordó que en 2021,tras una reunión cara a cara con Putin en Ginebra abordó directamente el caso de Navalni y le había “dejado claro al presidente ruso que si el disidente moría en prisión Rusia enfrentaría consecuencias devastadoras”.
«Navalni se enfrentó valientemente la corrupción, la violencia y todas las cosas malas que hace el gobierno de Putin. En respuesta, Putin lo envenenó, lo arrestó y lo procesó por crímenes inventados», afirmó.
La ex secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton comentó a CNN, desde Munich, que «es una tragedia para Rusia que asesinaran a alguien que estaba dispuesto a levantarse y representar un futuro diferente para Rusia». El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, manifestó que la muerte de Navalni lo tenía aturdido. «Retrata el «monstruo que es Putin», asentó.
Un coro cada vez mayor de líderes europeos han culpado a Moscú. Entre ellos, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, el presidente de Letonia, Edgars Rinkevics, y el primer ministro de Noruega, Jonas Gahr Store.
Otras otras voces han manifestado dolor y rechazo ante su muerte, como el presidente de Francia, Emmanuel Macron; Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores. El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, expresó su dolor ante la muerte de Navalni. «Lo siento mucho, tenía la esperanza de que esto se resolviera de otra manera, pero en lugar de eso esta noticia nos sorprende y nos llena de dolor», dijo. El Ministerio de Exteriores del Reino Unido convocó al embajador de Rusia, Andrei Kelin para notificarle que «responsabilizan plenamente a las autoridades rusas de la muerte bajo custodia de Navalni.
Celda de castigo y aislamiento
El día antes de su muerte, Navalni había comparecido vía Internet ante un tribunal de Kovrovsky. El sitio web ruso SOTA, que se autodenomina “independiente”, difundió un video que supuestamente recoge el encuentro judicial, en el que se le ve demacrado y más delgado, pero animado, e incluso se burla de los miembros de la corte.
Dos día antes, el 14 de febrero, el opositor escribió en redes sociales que había sido castigado con otros 15 días de aislamiento, un régimen del que ha entrado y salido desde 2021 en forma continua. «Es la cuarta celda de castigo en menos de 2 meses que llevo con ellos», explicó en X (ex-Twitter), en su penúltimo mensaje.
Esta crisis de salud no fue la única. A finales de 2020 cayó gravemente enfermo y se desplomó en un avión que volaba desde Tomsk, Siberia, lo que obligó a la aeronave a aterrizar de emergencia en Omsk y a la tripulación buscar ayuda médica. Navalni fue trasladado a un hospital de Alemania donde permaneció semanas convaleciente.
Pese a las amenazas del régimen ruso, el demócrata regresó a su país. Fue arrestado en enero de 2021. Las autoridades alemanas, incluso Ángela Merkel, informaron que el opositor había sido envenenado. Los laboratorios encontraron en su cuerpo Novichok, el agente nervioso de fabricación rusa que también se utilizó para envenenar a Serguéi y Yulia Skripal en Salisbury, el Reino Unido.
Desde entonces permaneció preso. Sus últimos tres meses estuvo encarcelado en el Servicio Penitenciario Federal del Distrito Autónomo de Yamal-Nenets. Allí murió. En medio de la desinformación canalla e incertidumbre.
Dmitry Peskov, portavoz de Putin, dijo que «los médicos deben resolver esto de alguna manera». Cualquier sugerencia de que el Kremlin es responsable de la muerte de Navalni es «completamente inaceptable».
¿Asesinato? Todos señalan a Putin
Kira Yarmish, vocera y colaboradora de Navalni, manifestó: «Alexéi Navalni fue asesinado. Su muerte ocurrió el 16 de febrero a las 14.17 horas, según el mensaje oficial de la madre de Alexéi».
Dimitri Muratov, Nobel de la Paz y director del extinto diario ruso Novaya Gazeta, afirmó que «quien se opone en Rusia, muere». Recordó los asesinatos de periodistas y políticos de oposición como Yuri Shchekochijin, Anna Politkovskaya, Natalia Estemirova y Boris Nemtsov».
La oficina de Derechos Humanos de la ONU se declaró «consternada por la noticia» y pidió a las autoridades rusas «que pongan fin a la persecución de políticos, defensores de los derechos humanos y periodistas. La portavoz Liz Throssell recordó que esa oficina había planteado repetidamente serias preocupaciones relacionadas con los cargos contra Navalni y sus detenciones, que «parecían arbitrarias».
Navalni por siempre
¿Quién era Navalni? Un cuestionador del régimen de Putin y sus asociados. Forjó su liderazgo desde muy joven por sus denuncias y reclamos desafiantes y con valentía. Abogado convertido en bloguero, YouTuber, organizador de protestas, activista anticorrupción y rostro de la democracia rusa.
En la Rusia de Putin, los opositores democráticos se han desvanecido en medio de disputas entre facciones o se han exiliado tras ser encarcelados. Pero Navalni se hizo cada vez más fuerte, llegando a la cima de la oposición gracias a su aguda comprensión de cómo las redes sociales podían burlar el férreo control del Kremlin sobre las noticias en Rusia, el control estatal, la represión y la ausencia de libertades.
Siempre que Putin hablaba de Navalni, se esforzaba por no mencionar nunca al activista por su nombre, se limitaba a pronunciar «esa persona» o frases similares, en un aparente esfuerzo por restarle importancia. Desde prisión, Navalni se mantuvo activo en sus denuncias y críticas sobre la guerra rusa a Ucrania. En varias de sus intervenciones advirtió sus temores de morir en prisión.
En el documental Navalni, ganador de un Oscar en 2022, el líder demócrata un mensaje al pueblo ruso en caso de que fuera asesinado. «Mi mensaje para cuando me maten es muy simple: No rendirse”.