Una «terrible combinación» de fallas de ingeniería, mala administración y una falta severa de supervisión federal fue la causa de los dos accidentes fatales del 737 Max de Boeing que causaron la muerte de 346 personas y llevaron a la permanencia en tierra del avión en todo el mundo. A esta conclusión llegó la mayoría demócrata en el Comité de Infraestructura y Transporte del Congreso de los Estados Unidos en su informe final, tras 18 meses de investigación.
El reporte del Comité sobre el 737 MAX asegura que la certificación de la aeronave tenía fallas fundamentales. Agrega que Boeing estaba más pendiente de las ganancias que de la seguridad. Además, la empresa a menudo ignoraba las preocupaciones planteadas por sus empleados. Así mismo, logró evadir la supervisión de la Administración Federal de Aviación (FAA).
El documento fue presentado este miércoles por el presidente del Comité de Transporte e Infraestructura de la Cámara, Peter DeFazio y el presidente del Subcomité de Aviación, Rick Larsen, ambos demócratas.
Boeing estaba más pendiente de las ganancias que de la seguridad.
En el análisis se exponen las «graves fallas y los pasos en falso en el diseño, desarrollo y certificación de la aeronave, que entró en servicio comercial en 2017 antes de sufrir 2 accidentes mortales con 5 meses de diferencia que dejaron un total de 346 muertos, incluidos ocho estadounidenses».
Boeing y la FAA fallaron
“Boeing falló en el diseño y desarrollo del MAX 737; y la FAA falló en su supervisión de Boeing y su certificación del avión”, dice el informe. La revisión encontró que los accidentes no fueron el resultado de una falla en particular, un error técnico o un evento mal administrado. “Fueron la horrible combinación de una serie de supuestos técnicos defectuosos de los ingenieros de Boeing, una falta de transparencia por parte de la gerencia de Boeing y una supervisión extremadamente insuficiente por parte de la FAA”, destaca.
Un problema de ganancias
“Nuestro informe presenta inquietantes revelaciones sobre cómo Boeing, bajo presión para competir con Airbus y generar ganancias para Wall Street, escapó del escrutinio de la FAA, ocultó información crítica a los pilotos y finalmente puso en servicio aviones que mataron a 346 personas inocentes. Lo que es particularmente irritante es cómo Boeing y FAA jugaron con la seguridad pública en el período crítico entre los dos accidentes”, dijo DeFazio.
“En nombre de las familias de las víctimas de ambos accidentes, así como de cualquier persona que pise un avión esperando llegar a su destino de manera segura, estamos haciendo público este informe para destacar no solo la cultura de seguridad irrespetada en Boeing sino también también las lagunas en el sistema regulatorio de la FAA que permitieron que este avión con fallas fatales entrara en servicio«, agregó.
Este informe «le brinda al Congreso una hoja de ruta sobre los pasos que debemos tomar para reforzar la seguridad de la aviación y la transparencia regulatoria, aumentar la supervisión federal y mejorar la responsabilidad corporativa para ayudar a garantizar que la historia del Boeing 737 MAX nunca se repita«.
Una larga lista de irregularidades
El informe de 239 páginas del Comité, señala fallas graves y repetidas tanto de Boeing como de la FAA. Contiene cinco temas centrales:
- Hubo una enorme presión financiera sobre Boeing y el programa 737 MAX para competir con el A320 de Airbus. Esta sutuación resultó en grandes esfuerzos para reducir costes, mantener el cronograma y evitar ralentizar la línea de producción. Esto puso en riesgo la seguridad del público.
- Boeing hizo suposiciones fundamentalmente erróneas sobre tecnologías críticas en el 737 MAX. En especial, con el MCAS, el software diseñado para empujar automáticamente la nariz del avión hacia abajo en ciertas condiciones.
- Boeing retuvo información crucial de la FAA, sus clientes y los pilotos del 737 MAX. Este ocultamiento incluyó datos de una prueba que revelaron una condición que un piloto describió como «catastrófica».
- La actual estructura de supervisión de la FAA con respecto a Boeing crea conflictos de intereses que han puesto en peligro la seguridad del público. El informe documenta ejemplos de empleados de Boeing que han sido autorizados para realizar trabajos en nombre de la FAA. Algunos de ellos no alertaron a la FAA sobre posibles problemas.
- El informe cita ejemplos en los que la administración de la FAA anuló una recomendación de sus propios expertos técnicos a instancias de Boeing. Muchos empleados de la FAA piensan que sus líderes superiores están más preocupados por ayudar a la industria a lograr sus objetivos. No creen que sean suficientemente cuidadosos al tomar las decisiones relacionadas con la seguridad.
Muy poco y muy tarde
Boeing, en un comunicado, dijo que cooperó «total y extensamente» con el Comité y que está trabajando para fortalecer su cultura de seguridad. La empresa aseguró que ha incorporado muchas recomendaciones de expertos, comités y autoridades gubernamentales en el 737 Max. El proceso «ha recibido una revisión interna y reglamentaria intensiva, que incluye más de 375.000 horas de ingeniería y pruebas y 1.300 vuelos de prueba».
“Hemos aprendido muchas lecciones difíciles como empresa de los accidentes del vuelo 610 de Lion Air y del vuelo 302 de Ethiopian, y de los errores que hemos cometido”, destaca el comunicado. «El cambio siempre es difícil y requiere un compromiso diario, pero nosotros, como empresa, estamos dedicados a hacer el trabajo», agrega.
Las tragedias del MAX 737
En octubre de 2018, un Boeing 737 Max de la aerolínea Lion Air con 189 personas a bordo se precipitó en el mar de Java sin dejar supervivientes. Su comandante, con más de 6.000 horas de vuelo, pidió regresar al aeropuerto de origen unos minutos antes de desaparecer de los radares. Este mismo aparato sufrió problemas técnicos durante un vuelo el día anterior al fatídico accidente que, según las autoridades, fueron resueltos antes de volver a operar
En marzo de 2019, un Boeing 737 Max de Ethiopian Airlines con 157 personas a bordo cayó sobre la ciudad de Bishoftu. Su piloto avisó minutos antes del accidente que tenía problemas para controlar el avión y solicitó una pista de aterrizaje para regresar. El avión habría estado luchando por conservar la altitud durante un tiempo antes del siniestro.
Los datos de las cajas negras de estos aviones revelaron que los pilotos lucharon por mantener el control de los aparatos antes de caer al vacío. En ambos casos, hubo una inclinación irregular de la nariz del avión. Los pilotos lograron corregir la inclinación una y otra vez hasta que perdieron el control de los aparatos.
En el caso del siniestro de Lion Air, los datos indicaron que la nariz del avión fue empujada hacia abajo más de treinta veces durante 11 minutos de vuelo.
Este hecho apunta a una falla del sistema de seguridad MCAS (Maneuvering Characteristics Augmentation System). Este es el software sobre el que Boeing hizo “suposiciones de diseño y rendimiento defectuosas”, según el informe del Congreso. Este programa se encarga de bajar automáticamente baja la nariz del avión para evitar una pérdida aerodinámica.
El MCAS, que fue diseñado para ayudar a contrarrestar la tendencia del MAX a subir, podría activarse después de los datos de un solo sensor. Estaría, entonces, relacionado con los accidentes de Lion Air y Ethiopian Airlines.
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