Por Cambio16
24/10/2017
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La Cámara baja de Brasil concluyó hoy el trámite previo a la votación en que, este miércoles, el pleno de ese órgano legislativo decidirá si el presidente, Michel Temer, será sometido a un juicio penal por presunta corrupción.
El gobernante ha sido acusado por la Fiscalía de obstrucción a la justicia y asociación ilícita, cargos que fueron analizados por la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara de Diputados, que aprobó un informe en que el recomienda rechazar esas denuncias por una «notoria falta de pruebas».
El informe fue leído hoy en el pleno de los diputados, que tendrá la palabra final sobre el caso, aunque en los círculos políticos se asegura que la denuncia será rechazada, tal como ocurrió con una similar que la misma Fiscalía presentó contra Temer hace ya casi cuatro meses.
El pleno de la Cámara baja fue convocado para tratar el asunto mañana en una sesión que puede durar unas 15 horas y en la cual será necesaria una mayoría de dos tercios (342 votos) para que el Supremo sea autorizado a analizar el caso y decidir si Temer será procesado, lo que supondría suspenderle de sus funciones durante seis meses.
Al mandatario, por su parte, le bastarán 172 votos de los 513 posibles para que la nueva denuncia de la Fiscalía acabe como la primera y sea archivada, para ser retomada por la Justicia una vez que Temer concluya el mandato que vence el 1 de enero de 2019.
En el caso de la primera denuncia, en la cual se acusaba a Temer de corrupción pasiva, los cargos fueron negados por la mayoritaria base parlamentaria de la coalición gobernante, que obtuvo 263 votos frente a los 227 que reunió la oposición.
Temer (casi) salvado
La única interrogante entre los diputados es si Temer tendrá el mismo respaldo ahora o si perderá algún voto, pero ni siquiera en la oposición se pone en duda que el resultado final será favorable al presidente, que conserva una sólida mayoría entre los diputados.
Ese poderío de la base oficialista se ha mantenido a pesar de que todas las encuestas de opinión consideran a Temer como el presidente más impopular que ha tenido el país en muchas décadas y le atribuyen el apoyo de entre el 3,5 % y el 5 % de los brasileños.
Sin embargo, a pesar de esos índices negativos, no ha habido en los últimos meses grandes manifestaciones populares contra Temer y la sociedad muestra, según los mismos sondeos, unos altos grados de apatía frente a la política y desilusión por recurrentes escándalos de corrupción que salpican a casi todo el arco partidario.
A esa falta de apoyo popular, Temer le ha opuesto su manejo de la política y ha dedicado parte de su agenda de las últimas semanas a reuniones con cientos de diputados, a los que ha intentado convencer de su inocencia.