Cuatro miembros de Scientist Rebellion fueron condenados por un Tribunal Regional de Munich, Alemania, por participar en las protestas pacíficas realizadas el año pasado, en esa misma ciudad. Con el lema «Unidos contra el fracaso climático» en octubre de 2022, los científicos y activistas medioambientales participaron en tres acciones directas y pacíficas en Múnich contra la empresa de inversiones BlackRock, fabricante de los automóviles BMW y el gobierno alemán.
A la empresa la responsabilizan de causar graves daños medioambientales y al gobierno alemán de no tomar medidas significativas para detener los estragos del cambio climático. Estas protestas se realizaron junto con otras acciones días antes de la COP27, la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de Sharm el Sheij, Egipto.
A los activistas se les declaró culpables de daños criminales y allanamiento de morada. Los sentenciaron a 210 días de cárcel o a pagar una multa 1.680 euros cada uno, en octubre de 2023. Los condenados son un estadounidense que reside en España y tres italianos, todos miembros Scientist Rebellion.
Culpables de allanamiento de morada y daños
«El juez eliminó el cargo de coacción, algo que se les imputaba por un corte de carretera que no permitía que la gente pudiera irse», pero sí fueron procesados por los cargos de daños criminales y allanamiento de morada», explicó Nate Rugh, científico estadounidense residente en España, uno de los cuatro condenados. Es la primera sentencia de una serie de juicios que comenzaron por las protestas organizadas por Scientist Rebellion y el colectivo Debt for Climate o Deuda por el Clima.
Habrá más juicios
Procesarán judicialmente a un total de 16 científicos. Le imputan delitos vinculados con sus acciones pacíficas en las inmediaciones de las empresas que consideran más responsables de la crisis climática. La primera fue en la sede del fondo de inversión BlackRock, en Munich. El mayor del mundo, sus inversiones sustentan la industria de los combustibles fósiles y otros sectores altamente generadores del cambio climático. Los activistas bloquearon temporalmente la puerta de entrada mientras otros doce activistas echaban un aceite artificial en las oficinas para simular petróleo. En realidad, era melaza, inofensiva y fácil de lavar con agua.
Contra Inversiones BlackRock y el concesionario BMW
“Los pueblos indígenas llevan años señalando a BlackRock como el mayor criminal ambiental actual, al no cumplir con los objetivos claros de descarbonización que recomienda la ciencia”, expusieron los activistas. Scientist Rebellion también apuntó contra la industria automovilística. En la prestigiosa sala de exposición y concesionario de BMW pegaron documentos científicos en los lujosos vehículos y los rociaron con melaza.
La protesta advertía que no se estaba cumpliendo el compromiso de mantener la esperanza de un aumento de temperatura media global de 1,5 °Celsius como máximo. Nate Rugh dijo que con la sentencia del tribunal las industrias contaminantes y los responsables políticos se siendo alentados a resistirse a la rápida descarbonización”.
Scientist Rebellion abrió un crowdfunding para pagar las multas actuales y las próximas que podrían dictaminarse por las otras acciones que se realizaron en octubre de 2022 y donde hay 16 acusados
Ignoran sus advertencias y pasan a la acción pacífica
Tanto Scientist Rebellion como Debt for Climate llevan más de dos décadas difundiendo estudios que denuncian la grave situación del cambio climático y la sordera de la mayoría de los gobiernos. Han incorporado protestas pacíficas como un llamado urgente para que los gobiernos respeten y cumplan los acuerdos internacionales y las sugerencias del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático. «No hay dudas de la necesidad de transformar la economía mundial y descarbonizar las sociedades globales con mayor rapidez», apuntaron.
“Hay momentos en la historia en los que estamos obligados a tomar una posición clara. Este es el momento. Usamos nuestro privilegio como científicos para preservar la belleza de este mundo y estar en el lado correcto de la historia. Nos rebelamos por la vida. El juez alemán reconoció la emergencia climática, pero aun así declaró que tenía que condenarnos por dañar la propiedad privada. Valora más la propiedad privada que la vida en el planeta”, afirmó Lorenzo Masini, máster en Biotecnología Vegetal de Italia.
Nate Rugh, después de oír su sentencia, declaró:
“Nos encontramos en el momento más peligroso para nuestra especie. Un estudio reciente ha calculado que mil millones de personas morirán si superamos los 2 grados de calentamiento global. Y la realidad es que el mundo va camino de un aumento de la temperatura de 3,2 grados para 2100, lo implica el inevitable colapso de la civilización. Como alguien que entiende la ciencia, tengo el deber moral de actuar y no quedarme callado».