El 18 de octubre se iniciaron en Chile decenas de protestas que después de dos meses todavía mantienen las calles encendidas, pero que han servido para impulsar la necesidad de una nueva Constitución Nacional, que el 26 de abril de 2020 vivirá un momento histórico: un plebiscito que seguramente sepultará la Carta Magna actual, redacta en 1980, en los tiempos en que el país estaba dirigido por el dictador Augusto Pinochet (1973-1990).
Pocos se imaginaban que aquellos ciudadanos en las calles por estar en desacuerdo con el alza de las tarifas del Metro, marcarían el camino en los días siguientes a manifestaciones por reivindicaciones sociales que exigían una mayor igualdad social y que ocasionaron 24 muertes, cientos de heridos y pérdidas millonarias para el país suramericano.
En una histórica consulta nacional, los chilenos deberán responder ese 26 de abril si quieren una nueva Constitución y, en caso afirmativo, qué tipo de órgano debería redactar la nueva Constitución.
Por un sí rotundo
Los analistas políticos dan por descontado que mayoritariamente se vote por una nueva Ley de leyes en ese plebiscito. Ya el pasado fin de semana, más de dos millones de chilenos participaron en una consulta no vinculante en más de 200 municipios. ¿Resultado?: 92 por ciento está a favor de una nueva Constitución.
Llegar a esta consulta fue posible luego de que esta semana el Congreso de Chile aprobara una reforma a la Constitución. Los diputados introdujeron una modificación en el capítulo XV y de ahora en adelante será posible la celebración de referéndum y consultas populares. La votación arrojó el jueves 38 votos a favor y tres en contra. Fue ratificada por el Senado.
✅ APROBADO | Cámara aprueba y despacha al @Senado_Chile reforma que facilita listas de independientes, cuotas de género en las candidaturas e integración paritaria del órgano constituyente que elija la ciudadanía en el Plebiscito del 26 de abril. pic.twitter.com/RwEfysppG1
— CámaraDiputadosChile (@CamaraDiputados) December 19, 2019
“Luego de 40 años se abre camino a una nueva Constitución hecha en democracia… El pueblo se manifiesta en las calles y se ha manifestado por una nueva Carta Magna”, celebró la senadora Isabel Allende.
En los casi 40 años de su vigencia ha sufrido unas 200 modificaciones, por lo que poner punto final a la Constitución de Augusto Pinochet está más relacionada con el simbolismo de que fue elaborada en dictadura que con el contenido.
¿Y luego del plebiscito qué?
Asumido que el sí triunfará en el plebiscito de abril, la hoja de ruta contempla que en octubre del próximo año, en el marco de las elecciones regionales y municipales, se vote a los constituyentes. El texto final se sometería a la voluntad popular en sufragio universal y obligatorio para los mayores de edad, reseñó ABC.
Mientras los partidos hacen su trabajo político, los violentos enfrentamientos entre manifestantes y la policía continúan en Santiago. Este viernes en varios puntos del centro, los ciudadanos rechazaron el mayor despliegue de efectivos en puntos icónicos. Esta es una nueva estrategia del gobierno para evitar la concentración de personas en sitios como la plaza Italia, epicentro de las manifestaciones.
«Lo que buscamos es que los derechos de las personas que circulan o viven en el sector de plaza Italia dejen de ser afectados. Queremos carabineros (policías) prudentes en las calles, no inhibidos, que protejan a la ciudadanía de actos violentos», dijo Felipe Guevara, intendente de Santiago.
Los manifestantes rompieron las vallas protectoras metálicas y superaron a los policías, quienes retrocedieron a calles aledañas. Luego de tomar la Plaza Italia y rebautizarla como Plaza de la Dignidad, un grupo se dirigió hacia el Palacio de Gobierno. La policía logró dispersarlos, en su mayoría jóvenes, con lacrimógenas y chorros de agua.
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