La diabetes es una enfermedad metabólica crónica que obliga a una serie de cuidados y tratamientos que pueden ser de por vida. Pero esta dependencia podría cambiar. El trasplante de células madre ha liberado a algunos pacientes del uso de insulina para contrarrestar sus niveles elevados de glucosa en sangre, propios de la diabetes.
El Atlas de la Diabetes de la Federación Internacional de Diabetes indica que el 10,5% de la población adulta (20-79 años) tiene la enfermedad, y casi la mitad desconoce que la padece. Las proyecciones para 2045 indican que 1 de cada 8 adultos, aproximadamente 783 millones, vivirá con diabetes. Un aumento del 46%.
Los hallazgos científicos se han observado en pacientes con diabetes insulinodependiente, que se caracteriza por eliminar las células de los islotes críticos dentro del páncreas que producen insulina. La persona debe asegurarse un tratamiento diario con inyecciones de insulina o una infusión continua con una bomba. De lo contrario podría morir.
El Día de San Valentín de 2023, los médicos trasplantaron células de los islotes de reemplazo, en un vaso sanguíneo que alimenta el hígado, a Amanda Smith, enfermera de 35 años de edad, cultivadas en un laboratorio a partir de células madre embrionarias. En agosto, ya no necesitaba insulina. Sus nuevas células la estaban produciendo.
«Me siento normal otra vez. No das cuenta de cuánto tomó de tu vida hasta que no te ocupa nada», dijo. Amanda Smith forma parte de un experimento médico tratar la diabetes reemplazando las células que la enfermedad destruye. Una de una docena de pacientes con diabetes 1 han recibido una dosis completa de células de los islotes generadas en un laboratorio a partir de células madre. Once de los participantes clínicos redujeron drásticamente el uso de insulina o la dejaron por completo.
Células madre también para la diabetes 1
El énfasis y las esperanzas que la ciencia pone en las células madre se debe a que tienen la notable capacidad de convertirse en cualquier célula o tejido del cuerpo. Los investigadores desean aprovechar su poder regenerativo para reparar el daño causado por enfermedades o lesiones. La terapia desarrollada por Vertex Pharmaceuticals se encuentra en sus primeras etapas y muchos expertos la consideran un gran paso adelante.
Nadie sabe cuánto tiempo estas células producirán insulina ni si la terapia es segura a largo plazo. Los pacientes que participan en el ensayo deben tomar medicamentos inmunosupresores para evitar que su cuerpo rechace las células extrañas. Uno murió de una infección causada por una complicación de la cirugía de los senos nasales.
Scott Soleimanpour, director del Centro de Investigación de Diabetes de Michigan, fue diagnosticado con diabetes 1 cuando tenía 5 años. Recordó que en su juventud los médicos le dijeron que habría una cura en una década. El investigador, que tiene 40 años, hizo un pacto con su yo de la infancia para no prometer plazos específicos a sus pacientes. Aún así, mantiene la esperanza. «Es terrible tener diabetes, pero este es el mejor momento. Contamos con tecnologías asombrosas. No hemos llegado al final del camino, pero estamos en camino», dijo.
Células de donantes fallecidos, otra opción
Pero a medida que se va desentrañando la biología del páncreas, los científicos imaginaron una versión simplificada. Dentro del páncreas hay islotes, grupos de células que producen insulina y otras hormonas. En lugar de trasplantar el órgano completo, se preguntaron: ¿y si pudieran utilizar islotes extraídos de donantes de órganos? James Shapiro, cirujano de trasplantes de la Universidad de Alberta, en Edmonton, comenzó a trabajar en el problema en los años ochenta. «Ninguno de los experimentos que hice funcionó al principio. Difícilmente podíamos revertir la diabetes en una rata», contó
Shapiro continuó superando los desafíos y, en el año 2000, él y sus colegas informaron que a siete pacientes les habían trasplantado islotes de donantes de órganos y pudieron dejar de usar insulina. El procedimiento, llamado Protocolo de Edmonton, sacudió a los investigadores de la diabetes. Las células podían reemplazarse y revertir la enfermedad.
A menudo era necesario repetir los trasplantes y la mayoría de los pacientes finalmente requirieron algo de insulina nuevamente. Los medicamentos inmunosupresores pueden aumentar el riesgo de infecciones, cáncer u otros efectos secundarios. Además, la oferta de islotes era extremadamente limitada.
Más de 1.000 trasplantes demostraron que el enfoque puede funcionar. En 2023, el regulador estadounidense aprobó una terapia con células de los islotes procedente de donantes de órganos. Pero su uso está lejos de ser común.
La Administración de Alimentos y Medicamentos aprobó Lantidra, la primera terapia celular alogénica (donante) de islotes pancreáticos elaborada a partir de células de donantes fallecidos para el tratamiento de la diabetes tipo 1. Lantidra está aprobada para el tratamiento de adultos con diabetes1 que no pueden acercarse a la meta de hemoglobina glucosilada (niveles promedio de glucosa en la sangre).
Persistencia científica y cúmulo de aciertos
Para resolver el problema de la escasez de donantes, los científicos recurrieron al campo de la investigación con células madre. A diferencia de la mayoría de las células del cuerpo, las células madre embrionarias, que se crean a partir de embriones humanos, pueden dar lugar a todos los tejidos y órganos del cuerpo. Desde el cerebro hasta los músculos, también las células de los islotes productores de insulina del páncreas. En teoría, los científicos podrían crear tantos como sean necesarios, con un mejor control sobre la calidad.
Douglas Melton era en 1991 un biólogo centrado en el desarrollo de las ranas en la Universidad de Harvard y a su hijo Sam le diagnosticaron diabetes tipo 1. Su hija, Emma, también sería diagnosticada con la enfermedad. Melton empezó a estudiar cómo se desarrollan las células productoras de insulina. Rápidamente se topó con una dura verdad científica sobre las células madre: pueden convertirse en cualquier tipo de célula, pero sólo si se las convence para que sigan los pasos correctos en pacientes con diabetes 1.
Similar a hacer una receta elaborada. Su laboratorio pasó dos décadas tratando de idear los pasos, los ingredientes y el momento correctos. Un proceso de prueba y error que resultó en un “proceso educativo de seis pasos” que lleva semanas. Para probar sus células cultivadas en laboratorio, los científicos las pusieron en un plato con glucosa y un indicador que cambiaba de color en presencia de insulina. Después de muchos experimentos, vieron un destello azul, una señal de que finalmente habían acertado con la receta.
El gran paso
En 2014, publicaron los resultados y fundaron Semma Therapeutics, que luego fue adquirida por Vertex Pharmaceuticals por 950 millones de dólares. Semma lleva el nombre de los hijos ahora adultos de Melton. Smith recuerda la tranquilidad del año pasado (sin timbres ni alarmas) con un poco de asombro. Su equipo médico siente lo mismo.
«Es sorprendente ver cómo es vivir con diabetes y seis meses después no tenerla», dijo Trevor Reichman, director quirúrgico del Programa de Trasplante de Páncreas de la Universidad de Toronto. Andrea Norgate, una enfermera que trabaja con él, intervino: «Es lo más emocionante que ha sucedido en el mundo jamás».