No han valido reuniones, exhortos, movilizaciones y oraciones para detener el afán de Putin por hacerse con Ucrania y saciar su obsesión por redibujar el mapa de Europa posterior a la Guerra Fría. Su propósito, o mejor, su despropósito avanza llevándose a su paso la vida de miles de personas. Queda desolación, dolor y más de un millón de refugiados.
“Menos de tres semanas de la invasión de Ucrania Rusia, un ultraje histórico de 30 años, el mundo observa con horror la barbarie. La tragedia humana, la destrucción espantosa. Y las repercusiones mundiales provocadas por las órdenes de un hombre”, afirma Stephen Collinson en un análisis especial para la cadena CNN.
El destino de Ucrania denota algunos aspectos. Transcurridos veinte años del siglo XXI y a pesar de las promesas de la humanidad de aprender de la historia, un autócrata solitario tiene el poder de causar pérdidas humanas, destrucción y miseria inconmensurables. Antes diseñó e instauró despiadadamente un sistema político para eliminar la disidencia y la realidad misma.
“La aparente voluntad de Putin de bombardear a Ucrania y que ataque a civiles inocentes que, según él, son parientes rusos, significa que el desastre humanitario probablemente apenas comienza”, escribe Collinson. Agrega que más de un millón de refugiados han huido de sus hogares y es que lo más probable es que sigan millones más, a medida que se destrocen familias, trabajos y comunidades. «Sin contar los miles de civiles que seguramente morirán en una guerra que se pretendía relámpago y que se prolongará meses o años”, expresó.
Ucrania en el foco de las ambiciones hegemónicas Putin
El domingo, en un suburbio de Kiev, dos niños pequeños y dos adultos fueron pulverizados por los bombardeos rusos. Intentaban huir. «Una familia murió frente a mis ojos», dijo Oleksandr Markushyn, alcalde de Irpin. Mientras, los muertos yace sin enterrar entre los escombros humeantes de Kharkiv, una ciudad de 1,5 millones de personas que estaba bajo un bombardeo y que sirve como advertencia del destino de Kiev. Otros ucranianos quedaron atrapados en el cobarde bombardeo ruso de los corredores humanitarios. Fotos y videos de ucranianos que suben a sus familias a trenes de evacuación y salen a luchar están reviviendo el trauma de la historia empapada de sangre de Europa.
Si el desgarrador video de Ucrania fuera en blanco y negro, sería fácil confundirlo con un noticiero histórico de la Segunda Guerra Mundial. La última vez que una nación soberana de Europa infligió tales escenas de devastación y crueldad a otra.
En opinión de Collinson “todo fluye de la mente de un presidente ruso aparentemente motivado por sus propias cicatrices históricas como oficial de la KGB en Alemania Oriental cuando cayó el Muro de Berlín. Putin, busca redibujar el mapa de Europa. Con sus sus implacables bombardeos se ilusiona en revivir a Rusia como una superpotencia».
El futuro de Ucrania parece cada vez más sombrío. A pesar de la impresionante intensificación de las sanciones de Occidente que estrangulan la economía rusa y el coraje de resistir de los ucranianos, su porvenir es turbio. Putin en su sueños de dominio se ha atrevido a dudar de que Urania pueda seguir existiendo como un Estado-nación.
La no intervención profundiza la tragedia de Ucrania y su gente
Las sanciones masivas de Occidente podrían eventualmente generar suficiente oposición dentro de Rusia. Los ciudadanos luchan bajo una economía que se derrumba para derrocar a Putin. Los envíos de armas a Ucrania desde Occidente ciertamente aumentarán el costo de la invasión y posible ocupación para las fuerzas de Moscú.
Pero el hecho cierto de que Occidente no intervendrá directamente para evitar una escalada con Rusiaque cause un intercambio nuclear le otorga a Putin una ventaja que profundiza la tragedia de Ucrania. Tarde o temprano, el mundo exterior presenciar una masacre que no pudo evitar. Una terrible posibilidad que se planteó en el último pedido de ayuda del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.
“Somos humanos, y su deber humanitario es protegernos, proteger a los civiles. Pueden hacerlo. Si no lo haces, si no nos das aviones para defendernos, la única conclusión es que también quieres que nos maten muy lentamente», dijo Zelensky al mundo.
Mientras, Estados Unidos habla con Polonia sobre un plan para enviar sus aviones de guerra de fabricación rusa a Ucrania y se debate sobre un embargo total a las exportaciones de petróleo ruso, Occidente está cerca de llegar al límite de lo que se puede hacer sin desencadenar un conflicto directo con Putin. Las sanciones occidentales han devuelto la economía rusa a la sombría era soviética.
¿Guerra duradera?
Durante el fin de semana, los estadounidenses maldecían a Putin porque la gasolina superaba los 4 dólares el galón. Secuela del conflicto armado. Entretanto, el secretario de Estado, Antony Blinken, advirtió en el programa «State of the Union» de CNN que el salvajismo del líder ruso seguía dictando eventos. “Vladimir Putin tiene, desafortunadamente, la capacidad militar y la superioridad numérica para seguir moliendo las cosas contra los ucranianos increíblemente resistentes y valientes”, le dijo a Jake Tapper.
Blinken parecía estar mirando hacia un futuro posterior a la invasión en el que, una resistencia ucraniana apoyada por Occidente, podría hacer que las tropas de Putin paguen un alto precio. “Creo que tenemos que estar preparados para que esto dure algún tiempo. Ganar una batalla no es ganar la guerra. Tomar una ciudad no significa que esté tomando los corazones y las mentes del pueblo ucraniano. Por el contrario, está destinado a perder. El pueblo ucraniano ha demostrado que no se subyugará a Vladimir Putin ni al gobierno de Rusia”, añadió.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, también enfatizó la severidad de las sanciones occidentales, pero descartó que fuese probable que la solicitud de Zelensky para una membresía inmediata en la UE se acelerara.
“Nadie duda que el valiente pueblo ucraniano y el destacado liderazgo del presidente Zelensky, que luchan por nuestros valores comunes, pertenecen a nuestra familia europea. La solicitud, el presidente Zelensky de pertenecer a la UE puso en marcha un proceso, pero tomará un tiempo. No es inmediato, dijo Von der Leyen.
La cruzada personal de Putin
La forma en que Putin empujó a su país a la guerra, aplastó la disidencia interna y reprendió a los asesores de seguridad nacional aparentemente desconcertados en la televisión, que la guerra contra Ucrania es una cruzada personal del jefe del Kremlin.
Sus discursos desquiciados y ahistóricos sobre la guerra, incluidas sus afirmaciones falsas de que está tratando de desnazificar a Ucrania, han generado preocupación sobre la salud mental de Putin. Refiere el analista de CNN que quien alguna vez fue visto como un intermediario despiadado y frío de los intereses nacionales de Rusia se ha deslizado hacia una realidad mental paralela que, con sus amenazas nucleares, ha causado preocupación sobre hasta dónde podría llegar. Putin ha hecho que su propia supervivencia política dependa de una guerra que se le ha convertido en un atolladero. «Está inmerso en un conflicto en el que tendrá una costosa victoria militar, seguida de una costosa ocupación que no puede pagar, o quedará atrapado en un manto militar anegadizo a largo plazo. Al mismo tiempo que enfrenta una economía rusa en caída libre”, dijo el senador republicano de Florida, Marco Rubio.
El parlamentario republicano cree que la combinación de estas dos cosas nos coloca en un sitio muy peligroso. «Putin podría amplificar la crisis, para restablecer, desde su punto de vista, el equilibrio estratégico con Occidente», agregó
Sanciones insuficientes
Hasta ahora, en las dos semanas y media desde la invasión, Putin no ha hecho más que escalar, a pesar de la tranquila reacción occidental a sus provocaciones nucleares. No está claro cómo reaccionaría ante la posibilidad de que Polonia o Rumania proporcionen aviones de combate a Ucrania. Un paso que parece acercar a dos naciones del antiguo Pacto de Varsovia a un conflicto indirecto con Rusia.
El historial de la invasión, sin embargo, muestra algunos rasgos. Independientemente de cuánto dolor puedan infligir los nuevos pasos occidentales, es poco probable que impidan que Putin mantenga su obsesión de no permitir que Ucrania se una parte de Occidente. Incluso si eso significa pulverizar el país y que su gente quede hecha añicos. Como dijo Zelensky, «la audacia del agresor es una señal clara para Occidente de que las sanciones impuestas no son suficientes».
Protestas contra en guerra hasta en Rusia
En Rusia continúan las protestas en contra de la guerra, pese a las represalias y amenazas oficiales. Más de 4.600 personas fueron detenidas el domingo en 65 localidades de Rusia por participar en protestas no autorizadas contra la intervención militar en Ucrania, informó OVD-Info, especializada en seguir manifestaciones.
Desde el 24 de febrero, más de 13.000 manifestantes han sido detenidos en Rusia. A pesar de las intimidaciones represivas y la amenaza de penas de cárcel, las protestas ocurren cotidianamente en numerosas ciudades. El opositor ruso Alexéi Navalny, en prisión, instó a los rusos a salir a las calles todos los días para pedir la paz.
Cientos de personas manifestaron en las calles de Buenos Aires, Ciudad de México y Quito para pedir el fin de la invasión de Rusia, por orden de Putin, a Ucrania. Con banderas ucranianas y argentinas, cientos de personas, la mayoría integrantes de la comunidad ucraniana en Argentina, desfilaron desde la Plaza de Mayo hasta el Obelisco. En pleno centro de Buenos Aires, bajo la consigna «Basta de guerra». En Ecuador, se congregaron con carteles con leyendas como «no a la guerra», «Putin está matando niños en Ucrania» o «Putin criminal de guerra».
Escenas similares se registraron en Ciudad de México. En la avenida Paseo de la Reforma numerosas personas, algunas procedentes de Ucrania, manifestaron exhibiendo la bandera de ese país, flores y pancartas por el fin de la guerra.