En poco más de un año, la mutltinacional petrolera Shell ha perdido varias batallas judiciales, frente a oponentes que distan mucho de su estatura corporativa y poder económico. Unas comunidades rurales de Sudáfrica se alzan con el triunfo, una vez que un tribunal dictaminara un fallo que salvaguarda sus derechos ambientales y de salud, al ordenar a Shell, detener sus planes de exploración en una costa primigenia y traslúcida.
El argumento del panel judicial precisa que Shell Global no consultó adecuadamente a los residentes sobre el proyecto petrolífero.
Al revocar los derechos de Shell para explorar el lecho marino de la costa salvaje de Sudáfrica, un panel de tres jueces se puso del lado de las comunidades rurales. También de pescadores, curanderos tradicionales y activistas ambientales contra la empresa y el gobierno de Sudáfrica.
El fallo fue emitido hace un par de días, en un tribunal de la Provincia Oriental del Cabo de Sudáfrica. Anula los derechos de exploración que el Departamento de Recursos Minerales y Energía de Sudáfrica otorgó a Shell y a un socio local, Impact Africa, en 2014. Así como la decisión del gobierno de renovar esos derechos a pesar de las objeciones de las personas que viven en ese litoral, reseñó The New York Times.
Si bien se puede apelar el fallo de la corte, no está claro si Shell o el gobierno estarán entusiasmados con la pelea. En mayo de 2021 un fallo de un tribunal en los Países Bajos, favoreció a un grupo de vecinos y ambientalistas que demandaron a Shell por contaminar. La instancia judicial ordenó a la empresa energética a reducir a la mitad las emisiones de carbono en 10 años.
Comunidades de Sudáfrica se enfrentan a la Shell
Shell indicó que está revisando la decisión de la corte. Pero en el pasado se retiró de los proyectos cuando la oposición pública y los obstáculos regulatorios hicieron que los costos financieros y políticos fueron muy altos.
Si Shell se retira de esa región de Sudáfrica, el fallo no impide que otra empresa obtenga los derechos de prospección, según los analistas.
La decisión judicial representó una rara victoria para los intereses ambientales de unas comunidades rurales y, en un país que importa la mayor parte de su petróleo. Y durante mucho tiempo ha privilegiado ese desarrollo sobre el medio ambiente.
En junio de 2022, otro caso judicial similar tocó a las puertas de la petrolera. Esa vez, un tribunal dictaminó a favor de las comunidades Goi y Oruma en Nigeria, afectadas por los derrames petroleros de Shell.
En esta ocasión, la costa salvaje de Sudáfrica es una cadena de playas vírgenes, donde los bosques se adentran en las aguas cristalinas del océano Índico. Si bien los pueblos de pescadores y agricultores salpican la costa, el área también es un popular destino turístico. Un lugar donde se sabe que las vacas comparten las playas con los bañistas.
Los residentes locales se alarmaron el año pasado cuando Shell anunció planes para realizar un estudio sísmico. Utilizando ondas sonoras para buscar los depósitos de petróleo y gas que, según sospechaban los geólogos, estaban ocultos bajo el lecho marino del océano Índico.
Se unieron y, con la ayuda de abogados y activistas ambientales, presentaron una demanda. Argumentaron que el gobierno no había tenido en cuenta adecuadamente las preocupaciones de la comunidad antes de otorgar los derechos de exploración.
Precedente en la lucha por preservar el ambiente
El panel judicial estuvo de acuerdo y dijo que el proceso tampoco notificó adecuadamente a las personas que viven a lo largo de la costa.
Las comunidades destacaron que se enteraron por primera vez de los planes de Shell 30 días antes de que comenzara la actividad sísmica.
Un aviso en los periódicos en inglés y afrikaans no llegó a las aldeas remotas, donde en todo caso el isiXhosa es el idioma principal.
“El meollo del caso era si tenían derecho a ser consultados o no”, dijo Johan Lorenzen, uno de los abogados que representó a la comunidad.
Sustaining the Wild Coast, una de las organizaciones que llevó el caso a los tribunales, describió la victoria “por el bien de todos”.
Su gerente, Sinegugu Zukulu, refirió que “permitir que Shell y el gobierno continúen explorando en busca de petróleo, sería perjudicial para la vida del planeta”.
Explicó Lorenzen que dado que el fallo se aplica solo al proceso seguido por Shell, otra compañía de energía podría comprar los derechos de exploración. Y comenzar la prospección si siguiera los procedimientos correctos al consultar a la comunidad.
Sin embargo, al posicionar a las comunidades como guardianes del medio ambiente, el fallo podría sentar un precedente para las objeciones a los casi 150 estudios de petróleo y gas en la costa de África, afirmó Thandile Chinyavanhu, activista de Greenpeace África.
Nontsindiso Nongcavu, un pescador que se unió al caso como demandante, estuvo de acuerdo en que la sentencia brinda a las comunidades un arma necesaria para luchar por su tierra.
Greenpeace intentó, junto a otros grupos, detener el estudio sísmico sobre la base de que era una amenaza para la vida marina y costera, pero un juez dictaminó que las medidas de mitigación de Shell serían suficientes para minimizar el daño.
Sudáfrica entre el petróleo y las energías limpias
Sudáfrica es el mayor consumidor de petróleo y sus productos derivados en África. Pero tiene reservas de petróleo limitadas y depende en gran medida de las importaciones de petróleo, en particular de Oriente Medio.
Casi todas sus reservas probadas se encuentran en alta mar.
En medio de una crisis energética, el gobierno de Sudáfrica ha adoptado el desarrollo de combustibles fósiles como una solución. A pesar de su compromiso declarado con la energía verde.
El ministro de recursos minerales y energía, Gwede Mantashe, una voz poderosa en el gobernante Congreso Nacional Africano, difiende la exploración de Sudáfrica en busca de combustibles fósiles.
Mantashe describió en 2021 a los grupos ambientalistas como “apartheid y colonialismo de un tipo especial, disfrazados de un gran interés por la protección ambiental”.
Históricamente, el Ministerio de Silvicultura, Pesca y Medio Ambiente de Sudáfrica ha desempeñado un papel mucho más discreto. Incluida una respuesta lenta a la sanción del proveedor nacional de energía, Eskom, por sus centrales eléctricas de carbón contaminantes.
Un portavoz del Ministerio de Recursos Minerales y Energía, Natie Shabangu, dijo que el gobierno estudiaría la sentencia y exploraría posibles recursos. La decisión de la corte llega en un momento en que Shell está comenzando a retirarse del petróleo. Mientras intenta girar hacia una energía más limpia.
Se ha fijado el objetivo de cero emisiones netas para 2050 y ha establecido el objetivo de reducir la producción de petróleo en un 2 por ciento anual para 2030 a través de desinversiones y menores inversiones en exploración y producción.
¿Otras empresa explorarán las costas?
Cuando Shell recibió originalmente los derechos de exploración para iniciar operaciones sísmicas en 2014, en las costas de Sudáfrica, la empresa buscaba expandir la producción.
Desde entonces, una decisión de un tribunal holandés en mayo de 2021 ordenó a la multinacional reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45 % para 2030 en comparación con los niveles de 2019. Y la empresa ha presentado una apelación.
Incluso si Shell abandona sus planes sísmicos, ya sea voluntariamente o por la fuerza, es posible que eso no impida que otras compañías petroleras exploren en alta mar.
“Shell y otros tienen que optimizar sus carteras para activos que sean bajos en carbono y de bajo riesgo”, asentó David Goldwyn. Alto funcionario de energía del Departamento de Estado durante la gestión de Obama. “Si Sudáfrica ya no es de bajo riesgo, Shell se inclinaría por mudarse a otro lugar”.