Un viejo aforismo periodístico reza que la realidad no estropee un buen titular. Nosotros, por estar diametralmente en contra de dicho aforismo, decidimos actualizar nuestra línea editorial para satisfacer las necesidades de muchas personas que sienten un exceso de información no relevante, manipulada y falsa y que, además, desean algo diferente, actualizado a los tiempos y que tenga relación directa con ellos, bajo el principio rector: “Cambio16, el medio de comunicación comprometido con lo que importa para mejorar el mundo”.

¿Y qué es lo que importa? Lo que importa son las personas: eres tú, tu relación con tu cuerpo, con tu mente y con tu alma; tu relación con tu familia, con tu trabajo, con los demás seres humanos, con tu economía, con la política y con el medio ambiente.

La actualización de nuestra línea editorial viene acompañada con el gran logro de la incorporación de Cambio16 al prestigioso consorcio internacional de medios de comunicación The Trust Project, una iniciativa global para la transparencia y responsabilidad de las noticias en la que participan, entre otros, The Washington Post, The Globe and Mail, The Economist, La Stampa, La Repubblica, El País y El Mundo.

En seguimiento de nuestro deseo de ayudar, que siempre ha sido la razón de fondo de todos nuestros cambios, creemos que nuestros conceptos y nuestra línea editorial pueden aportar otra perspectiva del mundo desde el positivismo, que no significa en modo alguno desconexión con la realidad.

Por el contrario, teniendo la realidad como el único norte, vamos a informar de todo lo que sucede y a seleccionar el enfoque positivo de los hechos porque así generamos reacciones y consecuencias positivas y constructivas. Según el enfoque que tengamos, los resultados variarán drásticamente. Como decía un buen amigo, las cosas no son como son, sino como somos, como las vemos y como las recordamos.

Today, we are excited to announce that 33 top news sites run by seven news companies join #TheTrustProject to help people easily recognize truthful information. @craignewmark @JSKstanford @knightfdn https://t.co/j4sQeVAnJh pic.twitter.com/kZ1i2U7wTC

— The Trust Project (@_trustproject) March 18, 2020

Un periodismo personalizado, positivo y constructivo tiene la enorme capacidad de ayudar a construir un mundo mejor. Y es ese el periodismo que todos los miembros de Cambio16 y Energia16  están deseosos de implementar, cumpliendo así con su sagrado deber.

Es así que, cuando nos referimos a un periodismo más personalizado, estamos haciendo referencia a la necesidad de hablar y comunicar informaciones que nos ayuden primero a nivel personal, en nuestra relación con nuestro cuerpo, mente y alma, para que luego la mejor versión de cada uno de nosotros pueda colaborar en sus respectivas áreas de influencia para construir un mundo mejor. No hay forma de mejorar el mundo sin empezar por nosotros mismos.

El centro del cambio va primero dirigido al individuo, a la persona, a ti mismo. Mucho más ahora que vivimos en un mundo acelerado, de vertiginosas carreras, donde impera la realidad líquida, la incertidumbre y la volatilidad, procurando solo el crecimiento económico, desconectados de nosotros mismos, de nuestro centro y de nuestro entorno. Es precisamente en nuestro centro donde comienza todo cambio porque es allí donde residen la paz, el amor, la claridad, la alegría, la comprensión, la solidaridad, la visión, el coraje, etc.

Es importante aclarar que este nuevo concepto no significa dejar de ver o mirar para otro lado y, lo que es más importante aún, rendirse, no luchar ante los retos y desafíos del mundo de hoy, como son los derechos humanos, el medio ambiente, la biodiversidad, los populismos, el terrorismo, las guerras, los movimientos migratorios, los refugiados, la desigualdad, la discriminación, las pandemias, etc.

Lo que significa realmente es que vamos a seguir luchando por superar esos problemas, pero amplificando y potenciando las conductas increíbles que están sucediendo, las hazañas y proezas que están mejorando el mundo como, por ejemplo, la reciente prohibición de China del comercio de animales, los avances en el combate contra la pobreza, los logros en salud, los descubrimientos científicos y tecnológicos, la producción de alimentos de forma masiva, las conquistas en los derechos e igualdad de la mujer, la no discriminación por orientación sexual, etc.

La crisis global del coronavirus ilustra esta nueva estrategia editorial: encarna un grave problema para la salud y la economía mundial, pero también ha representado el único verdadero motor de cambio en la lucha contra la contaminación a favor del medio ambiente, mucho más efectivo que todas las cumbres climáticas internacionales, y el posible cambio de nuestros hábitos y costumbres para sanar y recuperar el planeta.Y si aprovechamos el tiempo adecuadamente, el confinamiento que nos obliga a encerrarnos en casa podría convertirse en el gran motor de cambio y transformación social.

Primero, con la mejoría de nuestra conciencia colectiva, dedicando tiempo a conocernos, a un mejor entendimiento de quiénes somos, qué queremos, cuáles son nuestras necesidades frente a nuestros deseos, donde radica nuestro verdadero yo, la reconexión con nuestro centro y todos los beneficios que ello conlleva. Estoy convencido de que si le damos el enfoque correcto a la crisis del coronavirus, a pesar de sus consecuencias nefastas y dramáticas, saldremos muy fortalecidos.

Todos estos cambios editoriales, y la necesidad de llevarlos a cabo con urgencia, vienen impulsados asimismo por el alejamiento en muchos casos del periodismo a la verdad del hecho, puro y duro. Lamentablemente, algunos “periodistas” y “medios de comunicación” por circunstancias económicas han renunciado a su deber de informar verazmente, y se han tenido que acercar al periodismo de espectáculo, con elementos de manipulación, amarillismo y hasta la mentira por retener una audiencia.

Más aún, la desinformación se ha masificado a través del libertinaje informativo creado por las redes sociales para aumentar sus audiencias y su tiempo de permanencia. Las redes sociales son una gigantesca autopista informativa sin regulaciones y controles. El mundo mejorará considerablemente cuando las audiencias vuelvan a los medios de comunicación para informarse y a las redes sociales para relacionarse con otras personas.

Desde la autoridad y el criterio que nos conceden nuestros casi 50 años de ejercicio periodístico y liderazgo mediático, como una marca referente en libertad de prensa e información, nuestra respuesta no puede ser otra que impulsar un periodismo personalizado, positivo y constructivo, en absoluto sensacionalista o negativo, que busque desde la verdad y la realidad de los hechos su lado positivo para poder ofrecer otro punto de vista a la sociedad, que pueda ayudar a las personas a mejorar sus vidas y a convertirlas en factores del cambio. Estamos convencidos de que juntos podemos desarrollar una nueva conciencia colectiva para construir un mundo mejor.