En 2020 se estimó que cerca de 514.000 adultos en Estados Unidos serían diagnosticados con demencia al año, pero una investigación prevé que esos casos llegarán al millón en 2060
Las enfermedades neurológicas que afectan la memoria y la cognición están en aumento en forma masiva y desgarradora. En 2020 se estimó que cerca de 514.000 adultos en Estados Unidos serían diagnosticados con demencia al año, pero una nueva investigación prevé que esos casos se duplicarán para el 2060, hasta alcanzar el millón de personas. El estudio también sugirió formas para reducir el riesgo de padecer demencia.
La edad y la genética son algunos de los factores primarios en esta enfermedad cerebral que destruye la memoria. En sus manifestaciones avanzadas impide a las personas recordar eventos, caras, historias y, limita las posibilidades de desempeño cotidiano como comer, vestirse, interactuar con otros, desenvolverse en pequeñas tareas.
Los investigadores atribuyen el aumento de casos directamente al envejecimiento de la población. Pero hay más que eso. Otros factores atenuantes incluyen la genética, la diabetes e hipertensión en aumento, la obesidad generalizada, las dietas deficientes, la falta de ejercicio. Y los problemas de salud mental no diagnosticados (y no tratados).
El nuevo estudio publicado en Nature Medicine advierte que el riesgo de padecer demencia a lo largo de la vida aumenta progresivamente con la edad. Los investigadores calcularon que después de los 55 años, el riesgo de padecer demencia a lo largo de la vida es del 42%. Sigue aumentando bruscamente hasta el 56% después de los 85 años.
Josef Coresh, director fundador del Instituto de Envejecimiento Óptimo de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York,afirma que “no esperaba que llegara al 42%”.
El riesgo de padecer demencia
Los investigadores del Estudio de Riesgo de Aterosclerosis en Comunidades analizaron datos de más de 15.000 participantes para calcular el riesgo de por vida de desarrollar demencia y determinar cómo esos casos podrían informar las políticas de salud pública.
Los datos originales revelaron que, entre 1987 y 2020, 3252 participantes del estudio desarrollaron demencia. A partir de eso, extrapolaron un riesgo general de por vida de padecer demencia (entre los estadounidenses de mediana edad) del 425. Eso se traduce en un riesgo promedio del 35% para los hombres y del 48% para las mujeres.
“Los resultados de nuestro estudio pronostican un aumento dramático en la carga de demencia en Estados Unidos durante las próximas décadas. Se espera que uno de cada dos estadounidenses experimente dificultades cognitivas después de los 55 años”, explica Coresh, el investigador principal del estudio y epidemiólogo PhD.
Considera que el aumento esperado en los casos de demencia puede estar relacionado, al menos en parte, con:
- El deterioro progresivo de la función cerebral que suele acompañar a la mediana edad.
- Que las mujeres en general viven más tiempo en promedio que los hombres.
- Alrededor de 58 millones de estadounidenses han superado la edad de 65 años.
Los investigadores también descubrieron que el riesgo de padecer demencia a lo largo de la vida aumenta más del 50% entre cualquier persona que llega a los 75 años.
“El inminente aumento de casos de demencia en la población plantea desafíos importantes. En particular para los responsables de las políticas sanitarias, que deben reorientar sus esfuerzos hacia estrategias para minimizar la gravedad de los casos de demencia. Así como hacia planes para proporcionar más servicios de atención sanitaria a quienes padecen demencia”, sostiene Coresh.
La gente vive más con muchas más comorbilidades
Los investigadores aplicaron los datos del censo de Estados Unidos para proyectar la tasa anual de nuevos casos de demencia. En 2020, unos 514.000 estadounidenses desarrollaron demencia. Para 2060, anticipan los autores, esa cifra se duplicará hasta alcanzar al menos un millón de casos anuales. El crecimiento más significativo afectará a los adultos mayores, de entre 75 y 95 años.
Los adultos negros lo tendrán aún peor. Los investigadores esperan que en ellos se tripliquen los nuevos casos de demencia, en comparación con el doble que entre los adultos blancos. Esta disparidad subraya el impacto acumulativo de los determinantes sociales de la salud, incluido el acceso desigual a la educación, la atención sanitaria y la nutrición.
En la actualidad, la demencia afecta a más de 6 millones de estadounidenses y sigue siendo una de las principales causas de discapacidad y muerte entre los mayores. La carga económica para cubrir las necesidades de esa población es abrumadora y está en aumento: supera los 600 mil millones de dólares anuales.
“Todas las enfermedades relacionadas con el envejecimiento están aumentando con el envejecimiento de la población. Estamos viendo un aumento de los accidentes cerebrovasculares, y eso va a ser un factor de riesgo para la demencia vascular”, indica Michelle Mielke, profesora de Epidemiología y Prevención de la Facultad de Medicina de la Universidad Wake Forest de Carolina del Norte. “A veces somos víctimas de nuestro propio éxito. La gente vive más con muchas más comorbilidades”.
Estas comorbilidades, como el ictus, la hipertensión y la diabetes de tipo 2, aumentan el riesgo de demencia. También es probable que se diagnostiquen más casos que antes habrían pasado desapercibidos, según Peter Whitehouse, profesor de neurología de la Universidad Case Western Reserve de Ohio.
Sugerencia para mejorar la salud mental
El estudio sugirió un plan para reducir el riesgo de demencia y optimizar la salud mental en las personas mayores. El plan incluye 15 pasos vitales para hacer que se achiquen las probabilidades;
- Participa en actividad física: deportes, caminatas.
- Mantén controlada la salud cardiovascular: dieta sana, ejercicios y tratamientos adecuados sin saltar.
- Participa en actividades agradables y cognitivamente estimulantes.
- Participa en tu vida social. No permanezcas aislado, únete a grupos de vecinos, culturales, de entretenimiento.
- Evita el consumo excesivo de alcohol u otras sustancias nocivas.
- Evita fumar y otras toxinas ambientales.
- Duerme de 7 a 8 horas por noche (de manera constante)
- Sigue una dieta nutritiva y balanceada. Busca la ayuda de un nutricionista para que te ayude a elaborar una dieta acorde con tus necesidades y patologías.
- Piensa positivamente sobre el envejecimiento (reduce el edadismo)
- Encuentra significado y propósito en la vida.
- Participa en actividades agradables: pasatiempos, excursiones, visitas a sitios desconocidos. Lee y cuida de tus nietos. Sé útil para tus familiares, amigos o vecinos. pasar tiempo en la naturaleza.
- Evita los medicamentos contraindicados para adultos mayores.
- Practica la atención plena y la meditación.
- Maneja el estrés crónico con técnicas de respiración. Practica la gratitud, la solidaridad, la ayuda.
- Obtén tratamiento para problemas de salud mental, como ansiedad y depresión. No lo dejes para después.
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