Francesco Lanza / bonaona@bonaona.org
La activación del servicio 5G por parte de Vodafone y, esta última semana, de Telefónica en Palma de Mallorca y en el resto de la península, ha levantado muchas inquietudes y miedo. Sobre todo porque el despliegue se llevó a cabo principalmente durante los días de confinamiento.
Fue muy interesante observar durante el confinamiento, cuando la mayoría de la población vio restringidas sus libertades de movimiento, como los técnicos de las telecomunicaciones continuaron trabajando sin parar. Se trata de un gremio que ofrece un servicio esencial, según el Real Decreto-ley 10/2020[1].
En este artículo nos adentramos más en detalle sobre el 5G Generación Móvil que Vodafone y Telefónica han activado en las mayorías de las ciudades españolas.
Según el Plan Nacional 5G[2] del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, el despliegue completo de esta tecnología usa tres bandas de frecuencia:
Bajas frecuencias (700 MHz)
Banda utilizada hasta hace pocos meses para la difusión de la TDT, todavía sin adjudicar (no activa). Se empleará para extender la cobertura y uso en interior de edificios. Se ha retrasado la subasta[3] para la asignación de esta banda a las operadoras. Estaba prevista para finales de junio 2020 y se hará en octubre 2020.
Frecuencias medias (3,4-3,8 GHz)
Es la frecuencia que ofrece mejor compromiso entre cobertura y capacidad y es la que Vodafone y Telefónica han activado en Palma de Mallorca[4] y resto de ciudades. Requiere la instalación de nuevos emisores en los postes y mástiles existentes y nueva colocación. Son los que se instalaron durante los días de confinamiento.
Altas frecuencias (26 GHz)
Actualmente no activa. Se deben instalar múltiples repetidores de potencia y cobertura limitada. Se caracteriza por una alta capacidad de transmisión de datos. Las frecuencias aún no se han subastado. Se prevé su despliegue entre 2021 y 2022.
Así que nos toca enfocarnos en las frecuencias medias, las que están activas actualmente.
¿Cómo reconocemos si la antena que vemos en el tejado del vecino es una antena 5G? Para contestar a esta pregunta debemos tener en cuenta que, independientemente del tipo de tecnología empleada, si se trata de un emisor de telefonía móvil es muy probable que tenga efectos sobre la salud.
Alto riesgo si ve una antena 5G a menos de 100 metros de la ventana de su dormitorio
El riesgo de efectos biológicos depende de muchos factores, pero el más importante es la intensidad de campo absorbida a través de la piel. Cuanto más cerca estamos al emisor, más riesgo asociado hay; cuanto más tiempo estamos sometidos a estas radiaciones, más riesgo asociado hay.
Por estas razones en la Baubiologie (en castellano Biología del Habitat), disciplina que estudia las relaciones holísticas entre el hombre y su entorno construido, nos enfocamos principalmente en los valores medidos en el dormitorio[5], donde pasamos muchas horas y en la fase de sueño el efecto es más relevante.
Aclarado que todas las radiaciones no ionizantes llevan asociado un riesgo biológico, algunos estudios recientes[6] apuntan que las radiaciones pulsadas (como las del 5G) son más peligrosas para la salud.
Pasamos ahora al reconocimiento de los emisores. No es una tarea muy fácil. El reconocimiento visual directo es complicado. Hay diferentes modelos de antenas, no hay mucha información de lo que las operadoras instalan y los técnicos instaladores tienen prohibido hablar al respecto con los transeúntes.
Comparto un video[7] donde se pueden ver varios tipos de antenas 5G de diferentes países y que puede ayudarnos a hacernos una idea no concluyente de si la antena que vemos podría ser 5G.
Si tenemos la posibilidad de llegar a la placa del emisor y hacerle una foto, haciendo una búsqueda en Internet, poniendo marca y modelo, es posible que encontremos la ficha técnica y las frecuencias de emisión. Si pone un valor entre 3,4 y 3,8 Ghz se trata de una antena 5G (figura 1).
Hay que tener en cuenta que todos los emisores instalado en los últimos 2 años son seguramente preparados para el 5G, aunque sigan emitiendo el 4G+ (o LTE). Dicho de otra manera, si ves una antena a menos de 100 metros de la ventana de tu dormitorio, te aconsejo que pidas una consulta a un técnico de mediciones. Con buena probabilidad los valores de la intensidad de campo medidos en el dormitorio sobresalen los aconsejados por la Baubiologie y por la mayoría de los estudios que demuestran la peligrosidad de las radiaciones no ionizantes.
Comprar un aparato doméstico detector de ondas electromagnéticas es muy arriesgado. Primero, ningún detector que no sea profesional tiene un ancho de banda que llegue a los 3,8 GHz; segundo, estos aparatos miden la intensidad de campo en un determinado punto en el espacio sumando todas las radiofrecuencias provenientes de varios emisores (wifi, inalámbricos, GSM, 3, 4 y 5G, etc.). Finalmente, la mayoría de estos detectores no son direccionales, así que es complicado identificar la dirección de la fuente.
Para identificar con seguridad si un emisor es 5G es necesario contactar un técnico de mediciones que con un analizador de espectro[8] profesional pueda separar las diferentes frecuencias y medir la intensidad de campo de cada una. Y, eventualmente, proponer soluciones de protección.
No se aconsejan las soluciones de apantallamiento caseras, el resultado podría ser una situación final de electrocontaminación, peor que la inicial. Lo mejor es confiar también en un experto de mediciones de radiaciones.