Por Ores Lario
07/02/2017
En la oficina, ante una ingente lista de reuniones pendientes; a punto de cerrar un acuerdo en una comida de negocios o en el momento justo en el que los niños están dormidos, no hay un momento fijo del día, cualquiera es buena para que WhatsApp reclame a gritos nuestra atención. Dejamos todo para leer que el padre de un compañero de nuestro hijo requiere urgentemente que alguien le envíe los deberes, otra madre envía fotos del disfraz que ha preparado para la función escolar y detalla todo el proceso de confección del mismo, desde dónde ha comprado la tela hasta la pintura que llevará en la cara, y otro padre aprovecha para preguntar, de paso, la hora de la función porque no encuentra la circular que envió el centro que, a su criterio, utiliza un servicio «arcaico» para enviar las notificaciones. Todo dentro de un grupo de chat, el del colegio.
La finalidad de los grupos de chat es que padres y madres dispongan de un canal de comunicación rápido, para estar informados sobre lo que tenga que ver con sus hijos. Estos grupos pueden ser una excelente herramienta si se usan correctamente. El problema no está tanto en la tecnología, sino el mal uso que algunas familias le puedan dar.
¿Cómo utilizan algunas familias el WhatsApp de la clase de sus hijos?
La función de este tipo de soluciones no es otra que gestionar temas educativos. No se han desarrollado con el objetivo de enviar información personal al grupo, generar rumores o producir un bombardeo de imágenes o mensajes, que acaban saturando a gran parte de los miembros del grupo.
Conscientes de la necesidad de reflexionar sobre cómo los padres pueden mejorar en su comunicación y convertir estos grupos en una oportunidad para originar además un acercamiento con la escuela, se ha creado qids, una app para grupos de padres. Desde esta aplicación destacan consejos para formar parte de los grupos de chat:
1.- Sí a la información, no a los chismorreos: Es una herramienta de uso estrictamente educativo, por esp, cuando los padres envíen un mensaje deben asegurarse que es a información relevante para todos.
2.- ¿Te has convertido en la agenda de tu hijo? Las madres manejan tanto su información, que sin darse cuenta impiden que los niños asuman sus responsabilidades.
3.- No te conviertas en el pesado del grupo. Fotos virales, chistes, cadenas de mensajes de ayuda, cuatro emojis de la flamenca seguidos… El grupo de padres debería ser para información relativa a los niños.
4.- Esto no es la plaza del pueblo. Las conversaciones privadas entre dos personas se tienen que hacer fuera del grupo.
5.- «Yo no soy de criticar, pero…». Hay que recordar: no escribir nada que no dirían en persona. Algunos mensajes pueden ser malinterpretados.
6.- Por favor, descansa un poco. Conseguir parte del bienestar consiste en no recibir ni enviar notificaciones en mitad de la noche o en fin de semana.
7.- Simplifica. Escribe lo que se quiera compartir en un solo mensaje y asegurarse antes de enviar nada que toda la información es correcta.
8.- La privacidad de cada uno es sagrada. En las fotos y vídeos publicados, solo debería aparecer la del usuario o los suyos. Si es una foto o vídeo de grupo, hay que asegurarse que cada uno de los padres ha dado su consentimiento para compartirlos.