Las personas mayores constituyen el grupo etario de mayor riesgo ante la propagación del COVID-19. Por esta razón, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen está proponiendo extender el aislamiento de los ancianos hasta fin de año para protegerles de la enfermedad.
A la espera de una vacuna
«Sin una vacuna, tenemos que limitar tanto como sea posible el contacto con los ancianos», dijo von der Leyen al periódico alemán Bild. «Sé que es difícil y que el aislamiento es una carga, pero es una cuestión de vida o muerte; tenemos que ser disciplinados y pacientes», agregó.
«Los niños y los jóvenes disfrutarán de más libertad de movimiento antes que las personas mayores y aquellos con afecciones médicas preexistentes».
Subrayó que es probable que un laboratorio europeo desarrolle una vacuna hacia fines de año. Para garantizar que las personas puedan ser vacunadas rápidamente, las autoridades estaban en conversaciones con los productores para prepararse para la producción mundial, dijo.
Los países de toda Europa llevan semanas bloqueados en un esfuerzo por detener la propagación del virus.
Europeans need access to affordable medicines during the #coronavirus crisis. Today @EU_Commission issues guidelines to help secure supply of medicines. Member States should lift bans on exports, avoid stockpiling, increase production. We will stop at nothing to protect citizens. pic.twitter.com/n9oAZfI6uE
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) April 8, 2020
Importancia del aislamiento de los ancianos
Aunque todos los grupos etarios corren el riesgo de contraer COVID-19, las personas mayores enfrentan un riesgo significativo de desarrollar una condición grave si contraen la enfermedad, debido a los cambios fisiológicos que vienen con el envejecimiento y las posibles condiciones de salud subyacentes, de acuerdo al Dr. Hans Henri P. Kluge, Director Regional de la OMS para Europa.
También enfrentan un mayor riesgo de infección si viven en instituciones como hogares de ancianos y pueden enfrentar un aislamiento social severo si permanecen en sus hogares. Enfrentan más riesgos para su salud y sus derechos en detención, y dependen de la ayuda humanitaria.
Más del 95 por ciento de los fallecidos por causas asociadas al COVID-19 en Europa fueron personas de más de 60 años. Más del 50% de todas las muertes involucraron personas de 80 años o más, según los datos de la OMS.
Los informes muestran que 8 de cada 10 muertes ocurren en personas con al menos una comorbilidad, en particular aquellas con enfermedades cardiovasculares, hipertensión y diabetes, pero también con una variedad de otras afecciones crónicas subyacentes.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos informaron que del 12 de febrero al 16 de marzo de 2020, la tasa de mortalidad del virus en ese país fue más alta en personas mayores de 85 años, seguidas por pacientes entre 65 y 84 años de edad.
No hacer planes de vacaciones
Von der Leyen también hizo algunas recomendaciones a la población en general. En este sentido, desaconsejó hacer ya las reservas de vacaciones para el verano, ante la imposibilidad de contar con pronósticos fiables sobre los efectos de la pandemia del coronavirus.
«Recomiendo esperar antes de hacer planes. Nadie puede hacer ahora pronósticos fiables para julio y agosto», afirmó. El Gobierno alemán ha adoptado una resolución según la cual en caso de tener que cancelar una reserva se obtendrá un bono para canjearla por otro viaje futuro, pero no se reembolsará el dinero. Con ello se pretende minimizar los efectos sobre el sector de las cancelaciones masivas.
La presidenta de la Comisión Europea se mostró escéptica ante esta propuesta. Sin embargo, subrayó que «en esta crisis es necesaria la solidaridad de todos. Quien financieramente pueda permitírselo, no debería insistir en recuperar su dinero».
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