La guerra en Ucrania continúa demarcando el futuro energético y económico de Europa. Su prolongada temporalidad y compleja dimensión obliga a la UE a ajustar planes de sobrevivencia y en los cuales, la unidad y el sacrificio estarán de nuevo a prueba. Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, propuso gravar los beneficios extraordinarios de las petroleras. Espera con ello recaudar más de 140.000 millones de euros.
En su discurso del Estado de la Unión Europea 2022 anunció un paquete de medidas excepcionales para aliviar la creciente presión que ejercen los altos precios de la energía en los hogares y las empresas. Entre ellas, la reducción de la demanda eléctrica que, según dijo, contribuirán a disminuir el costo del servicio para los consumidores. Y redistribuir los excedentes de ingresos del sector energético a los clientes finales.
Von der Leyen planteó en el parlamento, gravar los beneficios extraordinarios de las petroleras para recaudar más de 140.000 millones de euros. Y que los Estados miembros ahorren un 10 % de electricidad (al menos un 5 % en horas con pico de demanda).
“Nuestra propuesta recaudará más de 140.000 millones de euros para que los Estados miembro amortigüen el golpe”, estimó. La presidenta del ejecutivo comunitario agregó que “la industria de combustibles fósiles también tiene un deber especial”.
Destacó que los países del bloque empezaron a hacer sus deberes hacia la independencia energética de Moscú. Un trabajo que debe emprender ahora toda la UE con “solidaridad” y “valentía” ante la manipulación del mercado energético por parte del Kremlin. Y en el marco de una inflación disparada que se refleja especialmente en la energía y los alimentos.
Comisión Europea pide a petroleras a compartir sus beneficios
La Comisión Europea propuso además de gravar a las petroleras, la obligación de reducir el consumo de electricidad en al menos un 5 % durante las horas de precio máximo seleccionadas. Se pedirá a los Estados miembros que identifiquen el 10 % de las horas con el precio más alto previsto y reduzcan la demanda durante esas horas de precio máximo.
También los emplaza a fijar como objetivo reducir la demanda global de electricidad en al menos un 10 % hasta marzo de 2023. Pueden elegir las medidas adecuadas para lograr esta rebaja de la demanda, que podrían incluir compensaciones económicas. Reduciendo la demanda en las horas pico se lograría una reducción del consumo de gas de 1,2 millones de metros cúbicos durante el invierno. Esta actuación redundaría en el cumplimiento de los compromisos climáticos.
Asimismo sugirió un tope temporal de ingresos para los productores “inframarginales” de electricidad. Es decir, tecnologías con costes más bajos, como las energías renovables, la energía nuclear y el lignito, que suministran electricidad a la red. A un coste inferior al nivel de precios fijados por los productores “marginales” más caros.
La presidenta sostuvo que ese sector está obteniendo beneficios “que nunca habían soñado”. En ese sentido, planteó fijar el tope máximo de los ingresos inframarginales en 180 euros por MWh. Esto permitirá a los productores cubrir sus costes de inversión y funcionamiento sin perjudicar la inversión en nuevas capacidades.
Además, indicó Von der Leyen que “las principales empresas de petróleo, gas y carbón también obtienen enormes beneficios. Así que tienen que pagar una parte justa. En estos tiempos es un error obtener beneficios extraordinarios récord. Beneficiándose de la guerra y a costa de los consumidores”, por lo que instó a compartir estos ingresos extra con los más vulnerables.
Ahorrar electricidad y atacar beneficios
Este paquete de medidas, que los ministros de Energía de la UE intentarán aprobar el 30 de septiembre, deja fuera la idea de establecer un límite al precio de las importaciones de gas ruso por gasoducto. O incluso también al que llega desde Noruega o Argelia o al gas natural licuado que llega en barcos metaneros.
En paralelo, la Comisión Europea trabaja en una reforma de calado del mercado energético a más largo plazo para desvincular la generación a partir de gas de las renovables que, según Von der Leyen, llegará “al final de este año”. Asimismo anunció durante su intervención, la creación de un “Banco Europeo de Hidrógeno” con el que el bloque invertirá 3.000 millones de euros en los próximos años para acelerar su desarrollo.
Enfatizó que el hidrógeno “puede ser un punto de inflexión” energético para una UE que se ha comprometido a dejar atrás su dependencia en los combustibles fósiles importados desde Rusia.
“Podrá invertir 3.000 millones de euros para ayudar en la construcción de un futuro mercado del hidrógeno. Así es como potenciamos la economía del futuro, esto es el Pacto Verde Europeo”, subrayó ante los eurodiputados. Recordó que la UE se ha marcado la meta de doblar para 2030 la producción de hidrógeno renovable al año hasta las 10 millones de toneladas. Para ello, el bloque “debe crear un creador de mercado” que “cierre la brecha de inversión y conecte la oferta y la demanda futuras”.
En su discurso la presidenta de la Comisión Europea enfatizó en dos medidas para paliar la crisis energética: ahorrar electricidad y atacar los beneficios de las energéticas, en especial de las petroleras.
Reacciones a las medidas de urgencia
Las reacciones no se hicieron esperar en el Parlamento Europeo ante las medidas planteadas por Úrsula von der Leyen. El presidente de los populares europeos, Manfred Weber, apoyó las propuestas para intervenir de emergencia el mercado energético y aliviar la crisis.
Criticó que la Comisión esté optando, para todas sus propuestas energéticas, por una forma de tramitación que permite obviar al parlamento, como sucedió con la compra conjunta de vacunas.
Por otra parte, la copresidenta de los Verdes, Ska Keller, aplaudió que la Comisión Europea haya rescatado su propuesta de gravar los beneficios extraordinarios de empresas energéticas, en especial de las petroleras. E instó a “no tener miedo de dar pasos valientes para asegurar que todo el mundo es capaz de superar estos tiempos difíciles”.
Precisó que en la actualidad, “una de cada cinco personas de la UE vive en la pobreza y la magnitud de los precios crecientes significa que muchos más hogares estarán en riesgo. Es nuestro deber garantizar que las personas que tienen dificultades reciban ayuda”.
La líder izquierdista del grupo Manon Aubry dijo: “Estás abriendo la puerta a un bloqueo, temporal por supuesto, de los ingresos de las empresas energéticas a 180 euros el KW/h. Cuando sabemos que el coste de producción está entre 15 y 100 euros. ¡Eso deja un margen enorme a las multinacionales! Los parches no serán suficientes: hay que congelar los precios a los niveles anteriores a la crisis y sacar la energía del mercado”.
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