Las organizaciones integradas en Rebelión por el Clima denuncian la criminalización de la protesta pacífica ante el hecho cierto de que este viernes sientan en el banquillo de los acusados a nueve activistas por denuncia de la empresa petrolera Repsol
En la conmemoración del quinto aniversario de la firma del Acuerdo de París, el 12 de diciembre pasado las organizaciones integradas en Rebelión por el Clima se movilizaron pacíficamente frente a la sede de la empresa en Madrid y señalaron los desmanes climáticos de la energética y la negligencia climática del gobierno de España y de las administraciones regionales.
Los nueve activistas acudieron a la sede de Repsol donde simularon un derrame de petróleo y desplegaron una pancarta en la que se leía: “Cinco años después seguimos luchando por el 1,5 °C”.
Las organizaciones no gubernamentales que integran la plataforma Rebelión por el Clima señalan la responsabilidad de empresas como Repsol, Iberdrola, Endesa, Naturgy, Iberia, Ecoembes, Real Madrid, Banco Santander, BBVA, Campofrío o Coren en la emisión de gases de efecto invernadero. Señalan que ante la emergencia climática no se puede presentar como soluciones intentos de “lavado verde” (greenwashing). “Son cortinas publicitarias que agravan el cambio climático y retrasan su solución”, subrayan.
De la misma manera, los activistas por el clima denuncian la criminalización de la protesta pacífica y la pretensión de aplicar la mordaza a quienes señalan a los causantes primordiales del cambio climático.
“Repsol nos lleva ante la justicia por evidenciar su falta de compromiso con el planeta y denunciar su intento de maquillar la verdad a través del greenwashing, por señalar su responsabilidad ante el cambio climático por los desmanes cometidos. Entramos en una década decisiva para evitar los peores impactos del cambio climático. Es el momento de actuar”, agregaron.
¿Trampas al clima?
En el año 2018, Repsol-Petronor fue la segunda empresa española más contaminante, emitió 10,6 millones de toneladas de gases efecto invernadero (el 3% del país).
En 2019, sus emisiones aumentaron un 13%. El informe Haciendo trampas al clima’, de Greenpeace, de diciembre de 2020 desvela quela descarbonización de Repsol está llena de engaños.
“La compañía pretende alcanzar el objetivo cero emisiones netas para 2050 continuando con la quema de combustibles fósiles (gas fósil y, en menor medida, petróleo). Pretende maquillar su huella a través de la captura y almacenamiento de CO2, la fabricación de combustibles sintéticos y la plantación de árboles”, expresa.
En diciembre de 2019, la Repsol anunció que para 2050 será neutra en emisiones de carbono. Sin embargo, la petrolera se desentiende del estudio publicado en 2015 en la revista Nature. La ciencia hizo una observación muy puntual. Establecía que una tercera parte de las reservas actuales de petróleo, la mitad de las de gas y más del 80% de las de carbón deben permanecer intactas. Si en los próximos 40 años si la humanidad estaba dispuesta a evitar las consecuencias catastróficas del cambio climático.
La Agencia Internacional de la Energía también ha señalado que el mundo no debe seguir explorando más combustibles fósiles. Aconseja a las empresas de hidrocarburos reorientar completamente su negocio principal.
Repsol fue una de las empresas beneficiadas por la compra de bonos corporativos por el Banco Central Europeo (BCE) entre marzo y mayo de 2020. Obtuvo casi 30.000 millones de euros, según un publicó Greenpeace en junio de 2020.
Rebelión por el Clima considera como muy grave que Repsol insista en posponer para después de 2040 la “compensación” del 60% de sus emisiones.
Explican que esa reducción estará referida a “intensidad de carbono”, a la cantidad de emisiones por energía producida. “Nada indica que las emisiones brutas se vayan a reducir”, sustentan.
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