Por Cambio16
08/06/2017
James Comey hace sus primeras declaraciones públicas desde que fue separado del cargo de director de la Oficina Federal de Investigación de EEUU (FBI), en una audiencia pública ante el Congreso de EEUU en la que se refiere a las razones de su despido, los encuentros que mantuvo con el presidente Donald Trump y la supuesta injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
«[Trump] me había dicho repetidamente que estaba haciendo un gran trabajo y que esperaba que me quedara», señala Comey. «Así que fue confuso cuando vi en televisión que el presidente me despidió por la investigación de Rusia», explicó.
Con respecto a las razones con las que la Administración Trump justificó su despido, el exjefe de la Oficina fue claro: «Fueron mentiras, simples y sencillas mentiras».
Comey reconoció que podía ser despedido en cualquier momento y «por cualquier razón o por ninguna razón en absoluto». No obstante, lamentó que, una vez fuera del puesto, «la Casa Blanca eligió difamarme y —más importante aún— difamar al FBI» al comunicar que había perdido confianza en él.
El exdirector del FBI afirmó que no tenía «ninguna duda» de que los rusos intentaron interferir en las elecciones presidenciales estadounidenses, o de que estaban detrás del «hackeo» al Comité Nacional Demócrata y de la intrusión a los sistemas de votación. Sin embargo, al ser indagado acerca de la posibilidad de que los votos hubieran sido alterados, Comey dijo que no había visto «ninguna indicación de ello en absoluto».
El extitular del FBI agregó que su salida del cargo «alivió una gran presión» sobre la investigación de esta presunta injerencia. No obstante, Comey aseguró que ni Trump ni ninguna otra persona le pidió poner fin a dicha investigación.
Por otro lado, el exjefe del FBI aseguró que algunos reportes de medios de comunicación que alegaban que integrantes de campaña de Trump habían tenido contactos repetidos con los rusos estaban «casi totalmente equivocados».
Sin embargo, cuando se le preguntó si Trump efectivamente había conspirado con Rusia, Comey dijo no creer que deba responder a eso públicamente. «Esa es una pregunta que será contestada por la investigación, creo».
Las charlas con Trump
Según el testimonio que previamente envió al Comité de Inteligencia del Senado, Comey conversó con el mandatario un total de nueve veces en el transcurso de cuatro meses —tres en persona y seis por teléfono— antes de su abrupto despido el pasado 9 de mayo.
El extitular del FBI ha negado saber de la existencia de grabaciones de tales diálogos. No obstante, aseguró: «Espero que existan, yo daré mi consentimiento para que sean reveladas»; y agrega: «El presidente seguramente sabe si me grabó, y si lo hizo, mis sentimientos no han sido heridos».
Por su parte, Comey sí decidió llevar un registro escrito detallado de cada una de las conversaciones con el fin de «defender no solo a mi persona, sino también al FBI y nuestra integridad». Además, dijo que, a diferencia de lo que consideraba sobre Administraciones anteriores: «Honestamente me preocupaba que fuera a mentir acerca del carácter de nuestra [primera] reunión».
- El primer encuentro fue cara a cara y se llevó a cabo el 6 de enero en la Trump Tower neoyorquina. En esa ocasión, «sin que Trump hiciera directamente la pregunta», Comey ofreció «garantías» al entonces presidente electo de que no estaba siendo investigado por el FBI, «cosa que era cierta».
- El 27 de enero, ambos funcionarios compartieron una incómoda cena en la Casa Blanca. Según el testimonio, durante la cena Trump hizo preguntas «extrañas» a Comey en las que daba la impresión de que «buscaba algo a cambio de dejarme quedarme en mi trabajo». El mandatario posteriormente pidió «lealtad honesta» al ahora exdirector del FBI.
- En la siguiente reunión, sostenida el 14 de febrero en la Oficina Oval, Trump realizó algo que «nunca debería suceder»: pidió al fiscal general Jeff Sessions –entonces jefe de Comey– que abandonara la Oficina Oval para que el presidente discutiera el asunto de Michael Flynn con Comey en privado. El exdirector escribió posteriormente a su jefe acerca del «inapropiado» comportamiento del mandatario, pero Sessions «no respondió».
- Durante esa sesión, Comey afirma que el mandatario le pidió «dejar de lado cualquier investigación relacionada con la versión de Flynn sobre sus contactos con los rusos», cosa que el FBI decidió provisionalmente mantener en secreto.
- En conversaciones telefónicas posteriores, Trump calificó la investigación sobre Rusia como «una nube» que obstaculizaba su mandato y aseguró que «no había hecho nada malo» al respecto.
- Comey pidió orientación al Departamento de Justicia respecto al comportamiento de Trump, pero no recibió respuesta hasta que el presidente le llamó de nuevo. «He sido muy leal con usted, muy leal», le dijo Trump. «Había algo entre nosotros», agregó.
- «Esa fue la última vez que hablé con el presidente Trump», concluyó el exdirector del FBI.