¿Podrían ustedes creer que en el mundo son más los elefantes que mueren que los que nacen? ¿Es lógico que en Asia haya más tigres en instalaciones de cría en cautiverio que libres en su entorno natural? ¿O que de los rinocerontes de Java y de Sumatra apenas menos de 150 sobrevivan? La respuesta a estas interrogantes tienen en común la caza furtiva y la movilización de recursos de al menos 20.000 millones de dólares al año.
Al desgranar cada una de estas tres preguntas, la realidad que se presenta refleja una grave situación. Y un negocio muy lucrativo a todas luces.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el elefante asiático y el africano se encuentran en peligro de extinción. La caza furtiva por el marfil de sus colmillos y carne, la pérdida y fragmentación del hábitat, su uso en actividades turísticas y recreativas, además de los conflictos bélicos en muchas regiones de África, se han convertido en sus principales amenazas.
Lo mismo sucede con algunas especies de tigres, a los que la caza indiscriminada para mercadear sus pieles, la división de sus poblaciones y la pérdida de su hábitat natural, colocaron en situación crítica. Del tigre de Sumatra se calcula que no quedan más de 500 ejemplares, mientras el tigre de Java y el de Bali se extinguieron en el pasado siglo.
Otra vez es el hombre y su afán depredador es el que ha llevado al rinoceronte a la lista roja de mamíferos en peligro de la UINC. La presión de los cazadores por sus cuernos lo ha colocado en una situación de abierta vulnerabilidad.
Esta es una de las últimas fotos tomadas en Malasia de una hembra de rinoceronte de Sumatra. A partir del 23/Nov la especie se extinguió oficialmente en ese país; ahora sólo viven en Indonesia. Más sobre el estado actual de los rinocerontes en el mundo: https://t.co/QLhQIkGhOM pic.twitter.com/SMwcrs5pRs
— WWF en Español (@WWFnoticias) November 27, 2019
No obstante, una buena noticias: los esfuerzos entre gobiernos, sector privado, comunidad internacional y sectores científicos han permitido la recuperación de algunas de sus especies como la del rinoceronte indio que de 200 ejemplares a principios del siglo XX se ha elevado a más de 3.700 en el noreste de India y Nepal.
Comercio ilegal de vida silvestre, un peligro para la biodiversidad
Un informe reciente del Banco Mundial citado en Trade for Development estima el costo anual del comercio ilegal de vida silvestre en 1-2 trillones de dólares, una cifra con un rango muy variante porque más del 90% está referido a lo que consideran “servicios ecosistémicos perdidos que actualmente no tienen el precio del mercado”, es decir, los beneficios que personas y empresas logran a partir de los ecosistemas.
Los principales servicios ecosistémicos se dividen en cuatro categorías:
- Aprovisionamiento: madera, medicamentos, agua dulce, alimentos, fibras.
- Apoyo: existencia de hábitats, ciclo de nutrientes, dispersión de semillas.
- Regulación: depuración del agua, polinización, control de plagas.
- Culturales: recreación, turismo, inspiración espiritual.
En el caso de los costos directos del comercio ilegal de vida silvestre (excluidas las especies marinas y la madera) la estimación se ubica en unos 20 mil millones de dólares por año y “atrae a grupos criminales transnacionales altamente organizados debido al alto valor que pueden alcanzar ciertas especies incluidas en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres” (Cites), agrega el informe.
#Biodiversity2020 action at hand:@BonnConvention #CMSCOP13 to address the alarming decline around the world of wild animals that cross national borders. https://t.co/l2mooSyurr
— UN Environment Programme (@UNEP) February 12, 2020
Mientras, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente sitúa en unos 23.000 millones de dólares la ganancia por la demanda de animales salvajes y plantas silvestres.
“El comercio ilegal de vida silvestre representa un peligro real para la biodiversidad”, destacó un comunicado de ONU Medio Ambiente.
Estos escenarios plantean la necesidad de que se tomen medidas más efectivas contra la caza furtiva y de apoyo a las comunidades locales. La sostenibilidad del Planeta depende de ello.
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