Malasia e Indonesia son los grandes productores de aceite de palma, el más consumido del mundo, tanto en hogares como en industrias y ahora, en la aviación comercial. El crecimiento de las plantaciones de palma aceitera se ha centrado en estos dos países en espacios agrícolas a costa de selvas y bosques. La relación de volúmenes de producción y exportación, a veces dispares, genera temores de que sustancias prohibidas pasen de manera fraudulenta como valiosa materia prima para biocombustibles.
Empleado para freír o para impulsar un motor, este aceite de palma resulta increíblemente versátil, lo que ha impulsado su crecimiento en las últimas décadas. Un minucioso análisis sugiere que Malasia exportó más aceite de cocina usado a Gran Bretaña e Irlanda que el que recolectó entre su población
Malasia recolecta anualmente entre 48 kilotoneladas y 71 kilotoneladas de segundo uso, 70 millones de litros, según el Consejo Internacional para el Transporte Limpio, una organización sin fines de lucro con sede en EE UU. Sin embargo, los datos de las autoridades británicas e irlandesas muestran que solo en 2020 exportó 151 millones de litros de aceite de cocina usado al Reino Unido e Irlanda.
El impulso para la transición de los combustibles fósiles a alternativas más ecológicas ha propulsado la demanda de ese aceite en los últimos años. Se convierte en biodiesel, un sustituto más ecológico del diesel fósil, reseña Euractiv.
Alrededor de 1,5 millones de toneladas de los 2,8 millones de toneladas de aceite de cocina usado, refinado en la UE, se importaron de Asia, con Malasia como centro del comercio.
Aceite de palma de Malasia
Los ecologistas han puesto en duda la calidad del aceite de cocina usado importado de algunos países asiáticos, entre ellos Malasia. Sospechan que utilizan aceite de palma, restringido en la UE debido a los vínculos con la deforestación, para incrementar las cantidades. Un análisis de los datos del Reino Unido e Irlanda, referido al aceite usado recolectada en Malasia, generó fuertes críticas al sistema de importación actual.
“La discrepancia solo puede explicarse por una cosa: fraude, con el aceite de palma compensando la diferencia”, dijo Joao Pacheco de Farm Europe, un grupo de expertos agrícolas que opera en Bruselas.
“Si fuera aceite de cocina usado genuino fomentaría una economía circular y reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero si lo que tenemos es aceite de palma disfrazado fraudulentamente, tenemos un problema”, resaltó.
Pacheco criticó la negativa de la Comisión Europea a bordar el presunto fraude en la importación de aceites usados para ser utilizados en la aviación. El investigador principal de Farm Europe calificó de «mala administración» el fallo del defensor del pueblo de la UE, que encontró al ejecutivo de la UE culpable de negarse a divulgar información sobre los orígenes del aceite de cocina importado al bloque. Un simple saludo a la bandera, no el cumplimiento de su deber.
Chelsea Baldino, coautora del informe ICCT sobre la importación de aceite de segundo uso de Asia, enfatizó la dificultad de rastrear ese aceite. Entre las naciones asiáticas no existe un registro sólido de su comercio, pero admitió que el fraude es una posible respuesta a la brecha
Aceite adulterado para los aviones
Los manejos turbios del aceite de palma también salpica el factor ambiental y la destrucción de las selvas tropicales. La industria de la aviación comenzó a jactarse de usar ‘combustible de aviación sostenible’ (SAF) el año pasado, con lo que esperar lograr emisiones netas cero para 2050. Afirma que SAF está hecho de materiales de «desechos y residuos» y puede producir un 80% menos de emisiones que el combustible fósil para aviones.
Sin embargo, los datos del gobierno revelan que más del 80% de los 26 millones de litros de SAF suministrados a las aerolíneas en el Reino Unido en 2022 se hizo con «aceite de cocina usado» importado de Asia, en los que se ha cuestionado su autenticidad.
La mayor proporción de SAF provino de Malasia, que suministró 7 millones de litros al Reino Unido. En 2020, las empresas de Malasia exportaron más aceite de palma de cocina «usado» a Gran Bretaña e Irlanda del que realmente se recolectó en el país.
El año pasado, dos importantes aerolíneas británicas afirmaron haber comprado SAF en el Reino Unido. British Airways declaró que compró SAF «producido en el Reino Unido» de la refinería Phillips 66 en Lincolnshire. Un total de 12,5 millones de litros. Virgin Atlantic se refirió a su «suministro en el Reino Unido» de 2,5 millones de litros de SAF.
Aceite de cocina usado
British Airlines se negó a revelar las fuentes de las SAF que compró, indicó openDemocracy. La aerolínea dijo que su SAF se elaboraba con «aceite biogénico residual, incluido el aceite de cocina usado, de múltiples fuentes, predominantemente en el Reino Unido, Asia y Europa».
Virgin afirmó que su SAF provenía totalmente de aceite de cocina usado, pero que no podía nombrar los países de donde venía porque la información era comercialmente confidencial. Remitió las consultas a su proveedor de SAF, Neste. Una empresa de refinación finlandesa. Neste dijo que el 25% del aceite de cocina usado en el SAF de Virgin provino de China e Indonesia. El 21% del Reino Unido y el resto de Bélgica, República Checa, Finlandia e Italia.