«Diseñado por payasos que a su vez son supervisados por monos». Ese fue el comentario de un empleado de Boeing refiriéndose al polémico 737-MAX. Se trata tan solo de de uno entre cientos de mensajes internos de los empleados de la empresa, los cuales fueron facilitados al Congreso de Estados Unidos para su investigación.
La fabricación del 737-MAX de Boeing ha sido detenida por las catástrofes aéreas en Indonesia y Etiopía. Documentos y expertos evidencian que el diseño del avión es defectuoso, causando los accidentes en donde todos los civiles que viajaban fallecieron.
Boeing released hundreds of internal messages that contained harshly critical comments about the development of the 737 MAX, including one that said the plane was 'designed by clowns who in turn are supervised by monkeys' https://t.co/A4anTNnn10 pic.twitter.com/8HPrIp1iku
— Reuters (@Reuters) January 10, 2020
La FAA en la mira por caso Boeing
El Congreso estadounidense tiene en la mira a la Administración Federal de Aviación (FAA), organismo americano que regula la aviación en el país y da su vistobueno a las naves que vuelan en EEUU. El organismo, hasta la cuestión del 737-MAX, figuraba como un prestigioso regulador aéreo en el mundo, a todo lo que daba luz verde se aprobaba en el resto del planeta.
Boeing, en su defensa tras los sucesos, afirma que el regulador certificó los 737-MAX. Sin embargo, las conversaciones de los trabajadores dejan mal parados al avión, a Boeing y a la FAA.
Board of Directors names current Chairman, David L. Calhoun, as Chief Executive Officer and President, effective January 13, 2020.
RELEASE: https://t.co/ok5BnJcBWT pic.twitter.com/EaHncqgvK9
— The Boeing Company (@Boeing) December 23, 2019
Los mensajes publicados, y ahora en manos de la Cámara Baja en Washington, aluden a serios problemas encontrados en los simuladores del 737-MAX. «Aún no me ha perdonado Dios por lo que oculté el año pasado», señala el comentario de un trabajador en un mensaje del 2018. «El regulador solo tiene lo que se merece por intentar interferir en nuestro negocio», escribió otro empleado en el 2015.
«¿Subirías a tu familia en un MAX?»
Las conversaciones revelan las dudas de los empleados con el nuevo modelo de Boeing. En otra de las conversaciones entre empleados que trabajan con los simuladores de vuelo, fechada el 8 de febrero del 2018, ocho meses antes del accidente de Etiopía, uno le pregunta al otro: «¿Subirías a tu familia a un Max? Yo no». El segundo trabajador coincide: «No».
Asimismo, algunos de los mensajes de los empleados reflejan los intentos de Boeing por evitar el entrenamiento con simuladores del 737-MAX. Esto es un hecho de gravedad y traería muchos problemas a la empresa y a la FAA en el Congreso.
Just-released internal messages among Boeing employees contained highly critical comments about the development of its 737 Max, as well as attempts to duck regulatory scrutiny, before 2 fatal crashes killed 346 people after the plane was introduced. https://t.co/SajG5qCiF2
— CBC News Alerts (@CBCAlerts) January 10, 2020
Cuando se certificó el 737-MAX en mayo del 2017, Boeing logró convencer a las autoridades estadounidenses de que los pilotos no necesitaban capacitación en el simulador y que una actualización del ordenador era suficiente.
Uno de los argumentos comerciales de Boeing para vender el Max a las aerolíneas fue, además, que ahorrarían dinero porque no habría necesidad de entrenar especialmente a los pilotos acostumbrados a su predecesor, el 737 NG.
«Quiero destacar la importancia de que no se necesitará ningún tipo de entrenamiento con simulador para pasar del NG al MAX», afirmó el responsable técnico del 737, en un correo electrónico de marzo del 2017.
Para más información visite Cambio16.
Lea también: Corte federal avala uso de US$ 3.600 millones de fondos militares para el muro fronterizo de Donald Trump