Por Juan Emilio Ballesteros
02/09/2017
Bajo la dirección, desde el año 2001, de Knud Erik Hansen, Carl Hansen & Son ha presentado el mejor resultado financiero en sus 109 años de historia. El plan estratégico prevé invertir este año casi 14 millones de euros en instalaciones y equipos. No en vano, el nieto del fundador es un experto en mercados globales y transporte internacional, especializado en la expansión y diversificación del negocio. La producción se ha disparado con una red propia de distribución.
Hoy, sus muebles han traspasado las fronteras de los países escandinavos y se venden en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Italia, España e incluso China. En Japón, su mejor cliente, donde veneran sus diseños emblemáticos, la silla Wishbone es popular en hogares, oficinas, hoteles y otros espacios públicos.
El secreto del éxito radica en la aplicación de las nuevas tecnologías a la producción y logística, lo que ha convertido su nueva fábrica en un modelo de eficiencia y sosteniblidad. Por ejemplo, la calefacción se alimenta de los residuos que generan en un proceso exento de sustancias químicas tóxicas–.
En este sentido, el esfuerzo por minimizar el impacto de la huella de carbono se visualiza en todas las técnicas y métodos, desde la adquisición de materiales, con maderas procedentes de bosques naturales y aserraderos respetuosos con el medioambiente, hasta la cuerda o el cuero, tratado en curtidurías con estrictos controles.
En el ADN del país
El diseño y la fabricación de muebles están en el ADN de los daneses. Por tradición, utilizan los materiales que tienen al alcance de la mano. Así, la madera, la lana y el cuero. Para la creación de piezas de mobiliario que se caracterizan por su funcionalidad, estética y calidad. Con frecuencia se trata de diseños simples, minimalistas y fáciles de entender. Aquí radica la genialidad.
La evolución de Carl Hansen & Son corre paralela a una asociación creativa que se gestó en 1949, cuando Holger Hansen, hijo del fundador, decidió arriesgarlo todo y apostar por un diseñador entonces desconocido. Se trataba de Hans J. Wegner, uno de los mejores artistas en este campo de todos los tiempos. Sus creaciones se han convertido en piezas de coleccionista. Su legado sigue siendo una parte esencial del sello de la compañía.
Los relanzamientos
Además, los más famosos diseñadores han pasado por Carl Hansen & Son. Artistas como Hans J. Wegner, Ole Wanscher, Frits Henningsen, Kaare Klint, Mogens Koch y Poul Kjærholm. Asimismo, otros visionarios modernos daneses como el dúo Strand+Hvass, Thomas Bo Kastholm y la artista multidisciplinar Naja Utzon Popov también han pasado por el taller. Sus asociaciones más recientes son con el arquitecto japonés Tadao Ando y el trío austríaco EOOS. Han expandido la colección con obras que rediseñan sus categorías y destacan el lado creativo e innovador.
La reaparición de la silla CH23 de Wegner se espera con expectación. Otros relanzamientos incluyen diseños clásicos. Como la primera silla de comedor de Poul Kjærholm (PK1) y la Beak Chair de Ole Wanscher. La firma ha ampliado su colaboración con Naja Utzon Popov. Lo ha hecho con las nuevas colecciones de alfombras. Además, ha establecido una nueva colaboración con el diseñador danés Anker Bak. Su Nest Chair supone una reinterpretación de la mecedora clásica.