Siempre es distinto evaluar la tragedia humana desde la orilla de enfrente, pero cuando esta toca a la puerta es diferente. Y aunque el Sars-CoV-2, COVID-19 o coronavirus no sería precisamente una tragedia humana, el hecho de que ya empiece a cerrar puertas y generar más restricciones de movilidad en España aumenta la alerta y el estado de ansiedad. Por lo que resulta pertinente hacerse la pregunta de ¿cuáles serían los grupo más vulnerables ante la actual epidemia?
Medidas restrictivas
Ayer el Gobierno dictó medidas preventivas que restringen los vuelos directos a Italia a partir de hoy hasta el 25 de marzo y suspenden actividades en espacios cerrados con más de mil personas. Medida que hasta ahora afecta a Madrid, La Rioja, Vitoria y Labastida al ser designadas como zonas de transmisión significativa.
Mientras que en las noticias se encuentran pequeñas notas que señalan que el riesgo de que la enfermedad sea grave no depende de la edad, sino del estado de salud del paciente. De allí la necesidad de plantearse los colectivos más vulnerables ante el nuevo virus.
De plano, siguiendo la línea de la OMS no hay certezas de quiénes corren el riesgo de padecer la enfermedad, aunque señala que las personas mayores y aquellas que presentan afecciones médicas preexistentes pueden desarrollar casos graves de la enfermedad con mayor frecuencia. Entonces, pacientes con patologías crónicas son un colectivo con mayor vulnerabilidad o mayor perfil de riesgo para padecer la enfermedad en su modo grave.
Los más vulnerables al nuevo virus
¿Qué pacientes incluiría estos colectivos vulnerables al coronavirus? Pacientes con patologías cardiovasculares, hipertensos, diabéticos y fumadores. Explica Pablo García, cardiólogo clínico, que aquellos pacientes con hipertensión arterial, obesidad, diabetes, patologías cardiovasculares o cerebrovascular presentan un “respuesta inmune deficitaria”, lo cual aumenta la probabilidad de desarrollar una neumonía vírica.
También la aparición de una neumonía grave podría provocar una insuficiencia cardíaca en un paciente con una cardiopatía previa. La neumonía grave empeoraría una enfermedad coronaria, pues la llegada de oxígeno al corazón sería más difícil. Igualmente señala que los pacientes con problemas cardiovasculares desarrollan un exceso de inflamación “crónica y global”. Si a esto se le suma una infección respiratoria, la inflamación exagerada se extendería a todo el organismo y afectaría otros órganos.
Embarazadas e inmunodeprimidos
La embarazadas pueden considerarse un colectivo vulnerable al nuevo virus. Hasta ahora no hay evidencia de transmisión directa de la madre al feto, pero si desarrolla una neumonía grave existe el riesgo de pérdida fetal o partos prematuros.
Mientras que pacientes inmunodeprimidos –pacientes con VIH, trasplantados y pacientes oncológicos– tienen que estar prevenidos puesto que las complicaciones respiratorias son las más comunes en sus casos. Las personas con bronquitis crónica, enfisema pulmonar o asma bronquial son colectivos vulnerables a la nueva cepa del coronavirus.
Quizás sea normal la alarma. Los medios se encargan de reseñar todos los días números de afectados y muertes. Sin embargo, poco hablan de los casos recuperados. Sería interesante informar sobre la calidad de salud de quienes se han infectado y se han sanado
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