La crisis climática asoma con fuerza su peor rostro al coincidir tres fenómeno naturales. La naturaleza está enfurecida y no muestra compasión. La India, el medio oeste de los Estados Unidos y Brasil padecen las consecuencias de los abusos de la civilización industrial. Como lo han alertado los científicos, el cambio climático está agravando las condiciones de calor extremo, lluvias intensas y tornados (y aún falta la temporada de huracanes). La naturaleza se muestra impredecible y a menudo implacable.
Nueva Delhi atraviesa una ola de calor severa. La temperatura sobrepasó los 47 grados centígrados en áreas como Najafgarh y Agra. La autoridades declararon alerta roja meteorológica. Representa un riesgo considerable de salud pública y una amenaza directa a la vida. Estudios recientes revelan que, en los últimos cincuenta años, más de 17.000 personas perdieron la vida debido al calor extremo.
La India vulnerable
La geografía y el clima tienen una relación crucial en el impacto del cambio climático. La posición de Nueva Delhi en el norte de la India, junto a las extensas llanuras del Indo-Gangete, la hacen muy vulnerable a las olas de calor y a las temperaturas extremas intensificadas por su latitud e influencia del monzón.
El cambio climático global también aumenta la frecuencia e intensidad de los eventos climáticos extremos. Las previsiones no son alentadoras. El Departamento Meteorológico de la India anticipa que el calor persistirá en las llanuras del noroeste. La situación actual podría no ser un evento aislado y es probable que continúe afectando a la región. La situación climática, excepcionalmente desafiante en Nueva Delhi y el norte de la India, perjudica la salud de la población. Con la ciudad enfrentando temperaturas abrasadoras, la urgencia de una respuesta proactiva y planes de acción efectivos es más crítica que nunca. Un alerta de la necesidad de mantener medidas preventivas significativas.
Sofocante
En medio de un sol implacable y vientos secos, a Delhi la asedia una ola de calor implacable. La temperatura ha superado los 46 °C y y obligó a departamento de educación del gobierno de Delhi a ordenar el cierre inmediato de todas las escuelas durante este período de calor extremo. Un calor abrasador que asfixia a la ciudad. La estación meteorológica de Safdarjung registró una máxima de 44,1 °C. La demanda de electricidad tuvo picos históricos. En Delhi alcanzó los 7.572 MW, la más alta del año. Superó los registros del año anterior. El récord histórico de la ciudad, 7.695 MW, se estableció en junio de 2022
En las otras nueve estaciones de la Región de la Capital, las temperaturas fueron clasificadas como ola de calor. Superaron los promedios normales hasta en 4,5 grados. La sensación de opresión ambiental es palpable en gran parte del noroeste de la India, aunque los vientos secos y cálidos continúan soplando.
Una semana
Las condiciones extremas comenzaron el 11 de mayo, con la temperatura superó los 45 °C y se pronostica llegarían a los 48 °C en los próximos días. Najafgarh, en el suroeste de Delhi, reportó la temperatura nacional más alta, 47,4 °C. Le siguen Sirsa, en Haryana, con 47,2 °C, y Mungeshpur, con 47,1° C.
Con la campaña electoral en su apogeo y las elecciones, el Instituto Meteorológico de Delhi emitió una alerta “verde” para ese día. Aunque las condiciones no variarán significativamente. El clima sofocante en gran parte del noroeste de la India se debe a cielos despejados y vientos secos del oeste, provenientes de regiones que carecen de humedad, que intensifican la sensación de calor.
La Oficina Meteorológica ha exhortado a la población a permanecer en casa e hidratarse adecuadamente. La temperatura mínima nocturna de Delhi también aumentó: 29, 2 °C, la más alta del año. Con la ciudad en el umbral de un verano abrasador, la necesidad de medidas preventivas y una respuesta proactiva nunca ha sido más crítica.
Acosado por tornados
En Estados Unidos, el Medio Oeste ha vivido una serie de tornados devastadores, resultado de una confluencia de factores climáticos y geográficos que transforman la región en una zona de tormentas severas. De abril a septiembre, se encuentra particularmente propensa a la formación de tornados en áreas cercanas a las Montañas Rocosas. La capa de aire caliente y húmedo que se asienta en la base de las nubes cumulonimbus es clave para desencadenar tornados. Los tornados más destructivos los originan tormentas que giran en círculos. Pueden alcanzar velocidades de viento de hasta 500 km/h que arrastran objetos y causan daños catastróficos a su paso.
La interacción entre sistemas climáticos más amplios también es crucial. Por ejemplo, los vientos del sur, que transportan humedad desde el norte del golfo de México, pueden chocar con sistemas de tormentas en el Medio Oeste y crean tornados intensos. A pesar de los avances en tecnología y de los modelos de predicción meteorológica, los tornados son difíciles de predecir con precisión por su naturaleza dinámica y rápido. Son menos predecibles que otros los huracanes y representa un desafío constante.
Golpe en Iowa
En un giro trágico, Iowa se vio sacudida por un tornado devastador que dejó la localidad Greenfield en ruinas. La pequeña ciudad, hogar de 2.000 almas, quedó en un estado de desolación. Casas pulverizadas, árboles destrozados y vehículos inservibles. Además, derribó varias turbinas eólicas de 76 metros de altura. Algunas se incendiaron.
A unos 40 kilómetros al suroeste de Greenfield, la tormenta se cobró la vida de una mujer en el condado de Adams. El gobernador de Iowa, Kim Reynolds se abstuvo de proporcionar cifras sobre las víctimas. Iowa se había preparado para condiciones meteorológicas severas, pero la magnitud de la devastación y los escombros fueron peores de lo esperado.
859 tornados
El Servicio Meteorológico indicó que los daños en Greenfield apuntan a un tornado EF-3, con velocidades de viento de entre 219 y 265 kph. El martes, la tormenta continuó su marcha destructiva hacia el este. Afectó partes de Illinois y Wisconsin y dejó a decenas de miles de viviendas sin electricidad.
El cambio climático intensifica las tormentas y la temporada de tornados en Estados Unidos ha sido particularmente severa. Abril fue el segundo mes con más tornados. Registró un incremento del 27% en comparación con la media. El recuento preliminar de 859 para este año es el más alto desde 2017. Iowa lidera la lista de estados afectados. La Casa Blanca, a través de la secretaria de prensa, Karine Jean-Pierre, expresó sus oraciones por las vidas perdidas y deseos de recuperación para los heridos.
Sur de Brasil bajo las aguas
Río Grande do Sul, una región que se enorgullece de su rica biodiversidad y paisajes exuberantes, se encuentra sumergida en uno de los peores desastre naturales de su historia. Las inundaciones que azotan esta área brasileña son el resultado de una serie de factores climáticos y geográficos que se han intensificado por la acción humana y el cambio climático. Un fenómeno conocido como bloqueo atmosférico actuó como una barrera invisible que impide que un frente frío avance y lo mantiene estacionado sobre Río Grande do Sul. Mientras, masas de aire húmedo procedentes de la Amazonía han descargado lluvias extremas.
El calentamiento global ha incrementado la evapotranspiración de los océanos y sobresaturado la atmósfera que se traduce en precipitaciones muy intensas. El contraste térmico entre el calor del centro de Brasil y el frío antártico origina tormentas de proporciones épicas con la incorporación del fenómeno El Niño, que estimula los patrones de lluvia. La ausencia de prevención ha sido crítico en la magnitud del desastre.
Deforestación masiva
Río Grande do Sul enfrenta inundaciones devastadoras. Las cifras son desoladoras: 162 muertos, 75 personas desaparecidas, y más de 581.000 desplazados, de los cuales solo 70.000 han encontrado refugio. En total, han sido afectadas 2,3 millones de personas. El Departamento Municipal de Limpieza se enfrenta al “mayor desafío de la historia”: retiras miles de toneladas de desechos. Defensa Civil emitió otro alerta ante la posibilidad de más lluvias intensas.
Los expertos consideran que una de las causas de la tragedia es la deforestación masiva de la Amazonía para el cultivo de soja y la cría extensiva de ganado. Coinciden en que la recuperación de zonas verdes la manera de evitar futuras catástrofes. La pérdida de 3,6 millones de hectáreas de vegetación nativa, un 22% del total, ha dejado al estado muy vulnerable a los fenómenos climatológicos.
El biólogo Eduardo Vélez, de MapBiomas, señala que el cambio climático global y la deforestación regional aumentan la intensidad de las inundaciones. La vegetación nativa actuaba como una barrera natural, pero ha sido reemplazada por cultivos de soja, arroz y monocultivos de árboles como el pino y el eucalipto que facilitan el flujo de agua durante las lluvias intensas. El resultado es un paisaje marcado por el lodo, que se acumula en el lecho de los ríos, reducen su profundidad y aumentan el riesgo de desbordamientos. La regeneración de la vegetación nativa es imprescindible para mitigar futuras inundaciones. De lo contrario, serán más graves y frecuentes.
Urgente reforestar
El Instituto Escolhas insiste en la urgencia de reforestar 1,16 millones de hectáreas para que la floresta cumpla sus funciones medioambientales y se evite estos desastres naturales. Sin embargo, no hay iniciativas significativas en Río Grande do Sul, solo esperan reforestar 90.000 hectáreas hasta 2026.
Las inundaciones en Río Grande do Sul, un estado del tamaño de Ecuador, son el reflejo de una compleja interacción entre factores climáticos, geográficos y humanos, agravado por el cambio climático. La necesidad de medidas preventivas y de adaptación al cambio climático nunca ha sido más urgente. Con el cambio climático como una amenaza constante, la necesidad de políticas de sostenibilidad y prevención es vital, la naturaleza enfurecida es implacable.