En Holanda insisten en soluciones amigables con el medioambiente. Un grupo de estudiantes, con el apoyo de la empresa de reciclaje UBQ, construyeron un coche eléctrico únicamente con desechos. Incluidos plásticos extraídos del mar, botellas recicladas y basura doméstica. Al coche amarillo de dos plazas lo denominaron «Luca» y se exhibe en la Universidad Tecnológica de Eindhoven, donde estudian los creadores.
El vehículo puede alcanzar una velocidad de 90 kilómetros por hora y tiene un alcance de 200 kilómetros con la carga completa. El chasis está hecho de lino y botellas recicladas; para el interior también se usaron residuos domésticos sin clasificar.
Aprovecharon los plásticos duros que normalmente se encuentran en televisores, juguetes y electrodomésticos para armar el cuerpo del coche. Los cojines y asientos están hechos de coco y pelo de caballo. Otros elementos del coche se hicieron con cáscaras de bananas y pañales desechables. La empresa UBQ desarrolló el material hecho con residuos.
Una iniciativa, un modelo
En el diseño y construcción del coche, que tardó aproximadamente 18 meses participaron 22 estudiantes. En diciembre de 2019 revelaron el diseño. Con su iniciativa pretenden que las compañías automotrices comiencen a usar materiales de desechos y reciclados.
El vistoso color amarillo que luce no es pintura. Los estudiantes usaron una envoltura que también está hecha de material reciclado, lo mismo con los vidrios. El vehículo pesa unos 360 kilos y las baterías agregan otros 60 kilos.
UBQ se encarga de recolecta y triturar toneladas de basura, remover los materiales abrasivos como minerales y metales y descomponer todo en partículas minúsculas. De allí se produce un material que se puede usar para fabricar cualquier cosa que se pueda hacer con plástico tradicional, hormigón o madera.
Su motorización son dos propulsores eléctricos los que accionan las rueda traseras. De acuerdo con la Universidad de Eindhoven, su eficiencia es similar a un rendimiento de 180 kilómetros por litro de gasolina. Los fabricantes del coche consideran que con su logro demuestran que el punto que tanto defienden contribuye con un mundo más limpio y sano: los desechos son materiales valiosos y se pueden usar hasta en aplicaciones complejas.
El próximo paso es que las autoridades de tránsito inspeccionen a «Luca» y permitan que transite en la vía pública, en la ciudad y en el campo.
El nacimiento del coche «Luca»
Cada año, el equipo de estudiantes construye un coche único y sostenible con el que tratan de abordar un problema distinto. Cuando iniciaron el proyecto «Luca» estaban analizando cuáles eran las dificultades actuales. En ese momento se toparon con que la humanidad genera 2.100 millones de toneladas de desechos cada año y decidieron demostrar que lo que otros desechan son buenos materiales y funcionan en aplicaciones complejas.
El coche está hecho como una prueba del concepto. Sí es posible aprovechar los desechos, pero pero no planean venderlo ni ponerlo en producción masiva. Es una demostración de una teoría que muchos dudaban que fuese acertada.
El reciclaje en la industria automotriz
El paso que dieron los estudiantes holandeses quizás sea uno de los más significativos en cuanto al uso de materiales reciclables en la industria automotriz. Sin embargo, varios fabricantes de coches decidieron que los plásticos reciclados y materias primas renovables que usan en la fabricación de sus vehículos estén a la vista de los clientes. No esconder los desechos provenientes de botellas de plástico, ropa usada, lino o residuos de su propia producción.
En Mercedez-Benz, por ejemplo, desde hace tiempo fabrican alfombras aislantes con materias primas renovables o residuos reciclados.
Desde BMW también impulsan el reciclaje. Después de que los modelos i3 y i8 tuvieran interiores fabricados con materiales renovables, la marca alemana dio un paso más. Una pequeña serie del i3 que incluye más materiales reciclados: le mesa y la bandeja de la bolsa están hechas de roble aceitado, con madera de un proveedor certificado.
Además del tapizado de cuero de la parte trasera, que está completamente libre de contaminantes gracias al curtido con extracto de hojas de olivo. La tapicería de tela está hecha, exclusivamente, de material reciclado.
Con el avance del cambio climático y las campañas que están visibilizando el problema, la industria del reciclaje ha crecido. Cada vez son más los sectores que deciden ser parte del cambio y, desde sus propios ámbitos, hacer la diferencia.
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