Por Cambio16
04/10/2017
La Policía ha intervenido 250 paquetes de cocaína en Algeciras. El cargamento tiene un peso bruto aproximado de 290 kilogramos. Y estaba en un contenedor que había llegado al Puerto de Algeciras. La mercancía había sido ocultada en un cargamento de productos cítricos procedente de Brasil.
La investigación tuvo su inicio al tenerse conocimiento de la existencia de empresas que se dedican a la importación de fruta desde Sudamérica (en concreto productos cítricos). Estas podrían ser utilizadas por diferentes organizaciones criminales de narcotraficantes. Con el objetivo de introducir en nuestro país considerables cantidades de cocaína
Así se inició una investigación conjunta entre Policía Nacional y Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en Algeciras. El fin era verificar y contrastar estas informaciones.
Precisamente, a través de diversos trabajos de análisis y estudio de documentación aduanera relativos a contenedores procedentes de Sudamérica y con destino Algeciras, los servicios intervinientes en el dispositivo logran identificar dos equipamientos que se hallaban paralizados a la espera de los resultados de análisis de laboratorio por parte de Sanidad de Algeciras.
La mercancía declarada en ambos eran naranjas que, según dichas pruebas, que no eran aptas para su comercialización. No obstante, la empresa importadora continuaba con el trámite normal para sacar la mercancía del puerto, a pesar que los gastos generados por el transporte de la fruta desde Sudamérica iban a ser notoriamente superiores a los beneficios que podrían obtener. Es decir, se trataba de un negocio totalmente ruinoso y carente de toda lógica comercial.
250 paquetes
Una vez inspeccionados ambos contenedores pudo comprobarse la verdadera razón de su importación, que no era otra que alojar una considerable cantidad de cocaína y su introducción en nuestro país. La droga se hallaba dentro de las propias cajas que contenían la carga legal declarada. Se hallaron 250 paquetes que arrojaron un peso bruto aproximado de 290 kilogramos. Los investigadores pudieron observar que los paquetes se encontraban impregnados de una sustancia amarilla, al parecer mostaza, presumiblemente con la intención de dificultar una posible inspección.