El sector agrario español perderá casi 600 millones de euros al año, con base en la propuesta sobre el marco financiero 2021-2027 presentada esta semana por la Comisión Europea. A esta conclusión llegó la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG). Su preocupación es compartida por otros voceros del sector.
La CE propuso esta semana destinar 15.000 millones de euros adicionales al desarrollo rural entre 2021 y 2027. El objetivo de este programa es ayudar a los productores a afrontar los retos de la transición hacia una política alimentaria más ecológica.
El sector agrícola
La propuesta de Bruselas establece un recorte de las ayudas por la Política Agrícola Común (PAC) del 9% frente a un refuerzo de 15.000 millones de euros para el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural. El presupuesto total para la PAC alcanzaría los 348.264 millones de euros, frente a los 382.855 millones anteriormente planteados.
También se reducen las ayudas directas a agricultores y ganaderos, incluidas en el pilar I, en un 9,7%, hasta los 258.251 millones de euros. Algo menos lo hacen las de desarrollo rural con solo un 6,7%. Quedaría así en 90.013 millones, favorecidas por los 15.000 millones del fondo para la reconstrucción económica.
El efecto en España
El análisis comparativo realizado por COAG cuantifica este recorte en 35.000 millones de euros (repartidos en 7 años) para los fondos globales de la PAC en toda la UE, con respecto al marco financiero 2014-2020.
En términos anuales, la pérdida ascendería a 5.000 millones de euros. De ese total, unos 600 millones corresponderían a España. El cálculo se hace con base en que la participación de nuestro país en los fondos para el sector agrario es del 12%.
España es el segundo país que más se beneficia de la PAC, con unos 45.000 millones de euros para el período 2014-2020. La agricultura representa un 35 % del presupuesto de la UE.
Un trato «injusto»
«Sería realmente injusto y alarmante que la UE quisiera financiar la transición ecológica de la UE rebajando el apoyo a los hombres y mujeres del campo», dijo el secretario general de COAG, Miguel Blanco.
Además, afirmó que, «ante retos ambiciosos necesitamos presupuestos ambiciosos, el Gobierno debe mantenerse firme ante una propuesta que evidencia la grave incoherencia e hipocresía de la UE en sus políticas».
Finalmente, Blanco subrayó que el sector agrario es «estratégico» para la UE y para España. Por ello, considera que el Ejecutivo nacional «debe priorizar los fondos agrarios en la negociación de los presupuestos comunitarios 2021-27».
Propuesta «incongruente»
La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) calificó el recorte como “incongruente e ilógico” con las cada vez mayores exigencias a las que deben ajustarse los agricultores y ganaderos.
Según la organización, esta primera propuesta deberá ser trabajada y modificada. “Europa se merece una Política Agraria Común más fuerte, más justa y más social, que apoye a los modelos que más beneficios aportan a la sociedad y que garantice a los 500 millones de europeos la soberanía alimentaria que merecen y demandan”.
Una propuesta insuficiente
Por su parte, la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos considera insuficiente la propuesta para que el sector agrario europeo aborde sus objetivos de seguridad alimentaria y los de sostenibilidad acrecentados con la estrategia ‘De la granja a la mesa’, sin poner en riesgo la rentabilidad de las explotaciones. Critica que el esfuerzo presupuestario no se refleja en la PAC, que no se beneficia del aumento global del marco financiero para los próximos años.
Igualmente insiste en que el incremento de los requisitos medioambientales para los productores europeos podría traer consecuencias catastróficas. Estos efectos se derivarían de las asimetrías generadas por los elevados estándares europeos de producción en comparación con terceros países. Esta «podría ser la puntilla» para que la agricultura europea deje de ser rentable, sin beneficios ambientales globales.
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