Hace falta un proceso de evaluación sistemático y un apoyo especial a los alumnos con más dificultades, en lugar de rebajar el nivel
La historia reciente de la educación portuguesa se ha convertido en un ejemplo de cómo, a pesar de una fuerte crisis económica a inicios del siglo, los resultados académicos de niños y jóvenes mejoraron de forma significativa. Nuno Crato, economista y matemático, ministro de Educación y Ciencia de Portugal (2011-2015) es el gran artífice de la mejora sustancial en la educación lusa.
Aunque el profesor y escritor asegura que “este ha sido un logro de muchas personas y durante mucho tiempo”, los especialistas aseguran que sus directrices despejaron el camino al éxito. Crato ha indicado en sus conferencias y publicaciones que la excelencia educativa debe estar determinada por la exigencia, la claridad en los planes de estudios y la transparencia en los resultados.
Bajo su gestión, los estudiantes lusos obtuvieron los mejores resultados en el informe PISA de toda la serie histórica iniciada en el año 2000. A partir de entonces Portugal fue uno de los pocos países de la OCDE que aumentó su puntuación en todas las ediciones de PISA, en lectura y en matemáticas. Pero desde 2016, lamenta Crato, se está abandonando el camino y se nota en el rendimiento.
La mejora de la educación portuguesa en el período 2000 a 2015 se destacó por la puntuación media en PISA. Mientras descendía el porcentaje de los que se quedaban por debajo del nivel mínimo en lectura o matemáticas y se reducía el abandono escolar. Al mismo tiempo se llenaban las aulas de enseñanza superior.
El surgimiento de la educación en Portugal
Crato es actualmente el presidente de Iniciativa Educação. Una organización sin fines de lucro para fomentar la calificación de los estudiantes, y miembro del Consejo Científico de la Educación Nacional del Gobierno francés. También es autor de una docena de libros, entre ellos ‘Paseo aleatorio’, ‘Las Matemáticas de las Cosas’, ‘Aumento de la conciencia pública sobre las matemáticas’.
En estos días se encuentra de visita en Madrid para promocionar su último tíulo: ‘Apología del libro de texto’ (Narcea ediciones, 2024). En sus páginas examina los libros de texto escolares, analizando su evolución histórica, su uso actual y algunos principios efectivos para su redacción, selección y uso, a la luz de los datos empíricos disponibles. Es un libro para editores, autores, profesores, estudiantes y responsables políticos.
Defiende la utilidad de los libros de texto como piedra angular de la educación. Considera que aportan una estructura mejor que incide en el correcto aprendizaje de los estudiantes.
Y cuenta que “antes del primer informe PISA que se hizo, en 2000, en Portugal pensábamos que la educación estaba bien, pero tanto ese informe como el TIMSS determinaron que no. Por ello”, señala en entrevista a El Español, “hubo un movimiento natural de la sociedad y la política que se tradujo en la mejora del currículo”.
Recuerda que cuando empezó su etapa como ministro en 2011 continuó una labor que ya existía. Por un lado, mejorar los contenidos de los currículos educativos para hacerlos más rigurosos y eficientes y, por otro lado, establecer más evaluaciones y de mejor calidad que incentivaran a los alumnos.
Apoyar a los chicos con dificultades
Explica Nuno Crato que se centraron en mejorar los contenidos de las asignaturas esenciales, como Lectura, Matemáticas, Ciencia, Historia, Geografía. “Es decir”, apunta, “mejoramos los saberes fundamentales. Y, a nivel de evaluación, establecimos pruebas para los alumnos de 4º, de 6º, de 12º (una suerte de reválidas).
En todo caso, cuando me preguntan qué es necesario para mejorar la situación educativa de un país, yo digo siempre que mejorar esos factores. Aun así, también apostamos por un tercer factor”.
En 2012, recuerda, “nosotros apostamos por una política educativa para establecer apoyos especiales para los alumnos con más dificultades. Creamos apoyos especiales cognitivos y no tanto sociales y emocionales, que también son importantes.
Por ejemplo, los alumnos que tienen más dificultades en Lectura empezaron a tener más horas especiales en Lectura. Por la mejora de esos tres factores, Portugal obtuvo muy buenos resultados internacionales”.
El trabajo conjunto y sostenido llevó a que en 2015, la media de los alumnos de Portugal de 15 y 16 años superó el promedio de los españoles y de otros países europeos.
En Matemáticas, los estudiantes portugueses obtuvieron una media de 492, por encima del promedio español, situado en 486.
En Lectura, la calificación de los lusos se situó en 498, dos puntos por encima de la nacional (496). Y, en Ciencia, los jóvenes de ese país acumularon un promedio de 501, superando la media de España (493). Pero las cosas han cambiado.
Cuenta Crato que “en 2019, otro estudio, el TIMSS, mostró que en Matemáticas pasamos de una posición destacada, incluso por encima de la mítica Finlandia, a quedarnos por debajo.
Luego vino PIRLS en 2021 y se produjo un nuevo empeoramiento. En el PISA de 2022, ya tras el Covid, se han revelado pérdidas muy grandes”.
Cambiar conocimientos por competencias
¿Qué razones impulsaron a ese deterioro en la educación de Portugal? “No me cabe duda de que el cambio de las directrices educativas tuvo estas consecuencias, comentó a El Mundo. Las cosas empeoraron porque se sustituyó un currículo basado en conocimientos por otro basado en competencias. Cambiaron los objetivos exigentes que se habían fijado y fueron reemplazados por aprendizajes esenciales, muy vagos. Reduciendo las horas lectivas de Lengua y Matemáticas”.
Entonces advierte que se fomentó la enseñanza a través del “descubrimiento y el aprendizaje basado en problemas. Quizá lo más problemático fue la eliminación de las evaluaciones externas y estandarizadas en 4º (10 años) y 6º (12 años). Además de que se diluyó la evaluación de 9º (15 años) y se hicieron cambios en la de 12º (18 años)”, entre otros cambios y decisiones.
Sugiere para Portugal o para cualquier país, la necesidad de elaborar un currículo exigente, bien estructurado y moderno. Hace falta un proceso de evaluación sistemático, fiable y frecuente, y se requiere también un apoyo especial a los alumnos con más dificultades, en lugar de rebajar el nivel.
Papel vs Tablet
Crato insiste en la calidad de la educación y en los niveles de exigencia, la lectura es una de las bases para conseguirla.
¿Los chicos prefieren leer en libros de papel o libros digitales? Según el exministro y escritor, son los de papel. “Hay estudios y evidencias científicas que nos dicen que los alumnos aprenden más leyendo libros de texto de papel que leyendo digitales”.
Sin embargo, dice, “eso no ocurre, por ejemplo, leyendo una novela. Ahí el conocimiento se asimila de una manera más o menos igual. Pese a ello, eso no quiere decir que no puedan y deban existir los recursos digitales en las aulas.
Tienen que ser complementarios, pero, en mi opinión, no deberíamos prescindir del libro de texto en papel. No me parecería bien que se sustituya el libro de texto por una Tablet”.
Se sabe que el alumno tiene una relación más directa con lo que lee. Es más fácil entender la estructura del conocimiento. Y, en general, asegura, el alumno aprende mejor con algo que puede tocar y manipular.