La elección de Claudia Sheinbaum como presidenta de México lo vaticinaron las encuestas. Su victoria es aplastante y llena de singularidades. Mujer en un país machista. Judía en una nación mayoritariamente católica. Científico en una región en la que lo mágico religioso aún tiene un gran peso en la idiosincrasia de su gente. Heredera de la gestión de Andrés López Obrador, con sus promesas incumplidas, sin su carisma, pero con más poder. Un reto gigante para la primera mujer presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Esta mujer de ciencia, hija de ateos, deberá hacer un verdadero milagro para superar los desafíos que le esperan.
En su libro México tierra de volcanes el historiador Joseph Henry Leo Schlarman describe la historia de México como una perenne tragedia. La época de oro del cine mexicano reflejó en sus películas esa historia de dolor y sangre. En ellas las mujeres, aún en roles protagónicos, son acompañantes del hombre fuerte que lleva el peso de la historia, son la Malinche, las Adelitas, la Virgen de la Guadalupe. Incluso en el panteón de las diosas prehispánicas sus poderes están vinculados al amor y la fertilidad.
La población actual de México es de 126,7 millones de personas. Más de la mitad mujeres (51,18%). Pero no es precisamente México un país en el que destaquen las mujeres en la participación política. Aunque ha mejorado en los últimos años, de los 32 estados, apenas en 10 la gobernadora es una mujer. En el Congreso, el porcentaje de mujeres electas es del 23,6% (habrá que esperar los resultados definitivos para conocer la nueva composición). En ese contexto es que irrumpe Claudia Sheinbaum bajo el auspicio y patrocinio de Andrés Manuel López Obrador. Una mujer que solo cree en la ciencia en un país cuyos votantes esperan un milagro.
Cifras récord
Las cifras de su victoria serán la envidia de muchos en la región. Fueron 98 millones los convocados a las urnas. Más del 60% acudió al llamado en un proceso en el que se eligieron 20.079 cargos. Sheinbaum logró la mayor cantidad de votos en la historia democrática de México: se calcula que puede superar los 35 millones de votos. Supera ampliamente los 30 millones que recibió en 2018 Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Le concede un margen de victoria de más de 32 puntos porcentuales sobre su más cercana contrincante, Xóchitl Gálvez. Algo inusualmente amplio.
Los resultados preliminares indican que el oficialismo, liderado por Morena, está cerca de obtener las mayorías calificadas en ambas cámaras. En Cámara de Diputados, la coalición habría obtenido al menos 334 curules. Mientras que en el Senado, entre 76 y 88 escaños. Para las mayorías calificadas, necesitan 334 en la Cámara de Diputados y 85 en el Senado. Lo que indica que están al borde de alcanzar el control total. Representa una consolidación del poder que no se había visto desde los años ochenta. Cuando el Partido Revolucionario Institucional dominaba la política mexicana. Un fenómeno que la izquierda calificó en su momento como “dictadura perfecta”.
Con este nivel de apoyo en el Congreso, Sheinbaum tiene la oportunidad de realizar las profundas reformas constitucionales que no pudo lograr AMLO. Como los posibles cambios en la elección de jueces y en las leyes electorales. Pero tanto poder concentrado también plantea desafíos para la democracia mexicana. La historia de México está repleta de momentos en los que la concentración del poder terminó muy mal.
Selecto club de mujeres gobernantes
En el mundo, las mujeres han ido conquistando espacios de liderazgo y poder. Desde Isabel Perón en Argentina en 1974 hasta Claudia Sheinbaum este 2 de junio 2024, solo 15 mujeres fueron electas presidentas en América Latina. Con Sheinbaum serán 3 las presidentas en ejercicio en América. Se une a este grupo selecto como la primera mujer y persona judía en ocupar la presidencia en México. Será además la segunda judía en resultar electa, la primer fue Golda Meir en Israel.
Según la Unión Interparlamentaria, a nivel global, 22 mujeres actualmente ejercen como presidentas o jefas de Estado. Entre las líderes más destacadas e influyentes de la historia que fueron electas se encuentran Indira Gandhi de India, Margaret Thatcher del Reino Unido, Benazir Bhutto de Pakistán, Angela Merkel de Alemania, Ellen Johnson Sirleaf de Liberia y Jacinda Ardern de Nueva Zelanda. Mujeres dejaron su huella en la historia política, sorteando la misoginia y los atentados, manejando crisis, liderando reformas y enfrentando desafíos globales. La elección de Sheinbaum refleja no solo un cambio en México sino también un avance en la representación femenina en la política mundial.
Claudia Sheinbaum
Claudia Sheinbaum Pardo, nació el 24 de junio de 1962 en la Ciudad de México. Nació y creció en un entorno marcado por la academia y la ciencia. Es la hija de Carlos Sheinbaum Yoselevitz, ingeniero químico, y Annie Pardo Cemo, bióloga, y profesora de la UNAM. Está casada con Jesús María Tarriba Unger, experto en Riesgo Financiero, y tiene dos hijos de su primer matrimonio Mariana Ímaz y Rodrigo Ímaz.
Se formó en las aulas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Es físico de formación con una maestría y un doctorado en Ingeniería Energética. Su carrera ha sido una mezcla de investigación científica y compromiso político. Desde su primer cargo público como secretaria del Medio Ambiente en la Ciudad de México hasta su liderazgo como jefa de Gobierno de la capital, ha estado en la vanguardia de la política mexicana.
Fundadora del partido Morena, Sheinbaum es una aliada cercana de AMLO. A quien acompaña desde sus inicios como jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Con una trayectoria que incluye asesoría en eficiencia energética y una destacada participación en la academia como investigadora titular de la UNAM, Sheinbaum dejó una huella significativa en la política ambiental y energética de México. Su contribución al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático le valió ser parte del equipo galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 2007.
Renegada judía en tierra cristiana
Sheinbaum, mantiene una relación distante con su herencia judía. La comunidad judía del país es realmente pequeña, cuenta apenas con unos 59.000 integrantes. En una entrevista con The New York Times en 2020, describió a sus padres (hijos de judíos) como ateos y de izquierda. Ocasión en la que declaró que nunca perteneció a la comunidad y creció alejada de esas tradiciones. En distintas entrevistas siempre insiste en que su identidad mexicana se ha forjado en la ciencia, el socialismo y el activismo político, más que en sus raíces judías.
A pesar de su postura secular, Sheinbaum enfrentó ataques xenófobos y antisemitas. Incluídas dudas sobre su nacionalidad. A las que respondió con firmeza. Mostró su partida de nacimiento. La militancia política de Sheinbaum es uno de los aspectos más cuestionados por algunos miembros de la comunidad judía. Los católicos la acusaron de utilizar la imagen de la Virgen de Guadalupe con propósitos electorales. Paradójicamente, pese a declarase mujer de ciencia e hija de ateos, manifestó su compromiso con la fe y la ciencia. También reconoció la influencia cultural de su herencia judía. Como presidenta, enfrentará el desafío de manejar la posición de México en la guerra entre Israel y Palestina. Un tema cada vez más polémico luego del anuncio de la cancillería de su adhesión a la solicitud de Suráfrica del enjuiciamiento de Benjamín Netanyahu por la CPI.
Salir de la sombra de AMLO
La campaña de Claudia Sheinbaum, que prometía dar continuidad al legado de Andrés Manuel López Obrador, resonó con los seguidores de su partido y suscitó preocupación entre los críticos. La elección se interpretó como un referéndum sobre la gestión de López Obrador. Su triunfo refleja un respaldo contundente a la figura del veterano líder y al partido que él fundó.
A pesar de las críticas por su manejo de la violencia y la salud pública, López Obrador mantiene una alta popularidad, lo que favoreció la elección de su sucesora. Ahora Sheinbaum se enfrenta el desafío de despegarse de la sombra de su mentor. Superar la percepción de ser una extensión de López Obrador. Su alineación con él se basa en su visión compartida del proyecto para México. Una postura que ha mantenido desde que se unió a su equipo como ministra de Medio Ambiente. Como le comentó una persona cercana. «Ella es una creyente».
Consolidar el legado
Sheinbaum captó el apoyo popular prometiendo consolidar su legado. Incluído su apoyo a la empresa petrolera estatal y a los controversiales cambios constitucionales. Por lo que se enfrenta a los cuestionamientos sobre su independencia. Insiste en que gobernará con autonomía. Aunque alejarse demasiado de la agenda de López Obrador puede resultar muy arriesgado.
Aunque algunos la ven como reservada y distante, su temperamento firme y su liderazgo exigente han sido efectivos en los cargos de gobierno que ha ejercido. A medida que se prepara para asumir la presidencia, Sheinbaum enfrenta el desafío de equilibrar la lealtad, con la necesidad de forjar su propio camino en un país que busca estabilidad y progreso. Como su predecesor y mentor promete abordar las causas de la violencia y fortalecer la seguridad nacional. Conocida por su obsesión y disciplina, heredará enormes desafíos. Como la deuda de la petrolera estatal, la migración récord y la violencia de los cárteles.
México violenta
A pesar de ser catalogadas como las elecciones más trascendentales en la historia del país, muchos mexicanos perciben que el impacto en su vida diaria será mínimo. Según los críticos, la plataforma de izquierda de Morena, que prometía un cambio tras años de gobiernos conservadores, desilusionó a muchos activistas con políticas como la militarización y la deportación de migrantes. Que tampoco han resuelto el problema de la violencia.
El crimen organizado sigue consolidando su poder. Se ha extendido de la extorsión callejera hasta el control de puertos. Influye en las elecciones y desafía la integridad del proceso democrático. En estas elecciones la violencia política se cobró la vida de 45 candidatos y colaboradores. Refleja la lucha por el poder en un país marcado por el saqueo de recursos y la influencia de empresas extranjeras. Las campañas, reducidas a consignas vacías, revelan una política superficial. En la que incluso en Morena, proliferan los conocidos “chapulines”. Políticos que saltan de la derecha a la izquierda sin el mayor rubor. Por lo que los ciudadanos desconfían de todos.
La lucha contra el feminicidio y la impunidad también se ha encontrado con la indiferencia gubernamental. México, es el segundo país en Latinoamérica con el mayor número de feminicidios. En cinco años, asesinaron a más de 5.000 mujeres. Solo una cuarta parte de estos casos se investigan como feminicidios. Las protestas de las mujeres demandando justicia fueron descalificadas por AMLO y enfrentadas con represión policial. Un destino similar se aprecia en la promesa de esclarecimiento del caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Caso emblemático de los 116.000 desaparecidos contabilizados en México. La falta de transparencia gubernamental ha exacerbado el dolor de los afectados.
Los otros Estados Unidos
La presencia de 31.634 empresas estadounidenses en México es un factor determinante en la política nacional. Gigantes como Walmart y Newmont Corporation, junto con los fabricantes de maquiladoras, capitalizan los recursos mexicanos mientras ofrecen salarios mínimos a sus trabajadores. Como los 7.694 pesos mensuales que paga General Motors, en contraste con los 6.400 dólares que reciben sus homólogos en EE.UU. Tanto el actual presidente AMLO como Sheinbaum apoyan ese modelo de “inversión extranjera” y “nearshoring”.
México se ha convertido en el principal socio comercial de los Estados Unidos, beneficiándose del traslado de la manufactura desde China. Lo que ha fortalecido su moneda, rebautizada como el “superpeso”. No obstante, el país enfrenta importantes desafíos. Como un déficit federal del 6% y una petrolera estatal (Pemex) abrumada por deudas, corrupción y mala gestión. Las promesas de campaña de Sheinbaum, que incluyen mejoras en educación y salud, chocan con la realidad de las finanzas públicas limitadas. Los analistas apuntan a la falta de fondos para financiar dichas propuestas y la gravedad del riesgo fiscal.
El futuro político de Sheinbaum también podría verse influenciado por las elecciones presidenciales en Estados Unidos. La reelección de Biden promete continuidad, mientras que un posible regreso de Trump podría traer incertidumbre. Especialmente en temas de inmigración y aranceles. Además del problema del fentanilo. Trump es partidario incluso de acciones militares en el territorio mexicano. Lo que añade tensión a la relación bilateral. Sheinbaum se compromete a mantener “buenas relaciones” con quien resulte electo en noviembre. Pero manejar la presión de Washington, especialmente durante una campaña electoral, será un desafío complejo para cualquier líder mexicano.
Los narcos también pesan
Mexico ocupa el décimo quinto lugar en las economías del mundo.El peso del narcotráfico en la economía mexicana es significativo. Una investigación publicada en ‘Science’ sugiere que las organizaciones criminales en México han reclutado entre 160.000 y 185.000 ciudadanos, con una tasa de reclutamiento semanal que oscila entre 350 y 370 individuos. Lo que lo ubica como el quinto empleador del país azteca. En México hay identificado a 19 organizaciones delictivas, incluyendo el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Sinaloa y el Cártel del Pacífico.
Los cárteles mexicanos generaron 1 billón de pesos, aproximadamente 40.000 millones de euros, en beneficios por operaciones delictivas entre 2016 y 2018. Esa cifra era aproximadamente un 40% del tamaño del PIB anual de México, situado en torno a un trillón de euros. Además, la economía del narcotráfico en México genera ingresos brutos del orden de 600 mil millones de pesos al año, duplicando las ventas de la industria farmacéutica. A lo que se suma la extorsión y el robo impuesto por estos grupos que le cuestan al año a las empresas del país unos 6.800 millones de pesos, equivalente a 0.67% del PIB de México, según cifras oficiales. Ese músculo financiero le permite a los cárteles disponer de una poderosa logística. Y contar con un arsenal cada vez más moderno y sofisticado que el de las fuerzas armadas mexicanas.
El plan de Sheinbaum
La recién electa presidenta de México se compromete a continuar la “cuarta transformación” iniciada por AMLO. Para lo cual promete preservar y expandir programas sociales clave, como pensiones para adultos mayores y becas para jóvenes. Además de impulsar proyectos de infraestructura. Sheinbaum planea además mantener una orientación social del gasto público. Reducir la deuda pública al 2.5% del PIB para 2029, y aumentar el salario mínimo en un 11% anual. Con esas medidas buscan combatir la pobreza y la desigualdad. Y liberar recursos para objetivos prioritarios.
La política educativa se enfoca en convertir a México en una potencia educativa y científica. Promete gratuidad en todos los niveles educativos y promover la cultura y la ciencia. Su plan incluye becas universales y salarios justos para docentes. Como la percepción de inseguridad afecta al 61.4% de los mexicanos mayores de 18 años, propone una estrategia de seguridad en cinco ejes. Incluye atender las causas de la violencia, consolidar la Guardia Nacional, fortalecer la inteligencia y la investigación, coordinar con autoridades estatales y federales, y reformar el Poder Judicial.
El acceso al agua es una prioridad para Sheinbaum, quien elaboró un Plan Nacional Hídrico que busca reformar la Ley de Aguas para priorizar el interés nacional. Se propone tecnificar el riego agrícola, mejorar el tratamiento del agua para industria y riego y enfrentar la crisis hídrica de Ciudad de México. Sheinbaum se propone impulsar las energías renovables y la eficiencia energética. Promoviendo la construcción de plantas de energía limpia e instalación de paneles y calentadores solares. Acciones que buscan reducir los costos de servicios. También pretende posicionar a México como líder frente a la crisis climática, a diferencia de la política energética centrada en el petróleo de su predecesor y mentor.
México sostenible
Sheimbaum promete trabajar por todos los mexicanos y reafirma su compromiso con la democracia. A pesar de su contundente triunfo, deberá abordar problemas complejos y de largo arraigo como la violencia y los desequilibrios económicos. Para vencer la violencia su enfoque apunta a las causas sociales de la violencia y el fortalecimiento de la seguridad nacional. Estrategias desplegadas ya por López Obrador sin mayores resultados.
En el ámbito económico, deberá equilibrar las promesas de gasto con la realidad fiscal del país. Además, tendrá que evaluar el polémico papel de las fuerzas armadas en la gestión de infraestructuras clave. Su victoria representa la confianza de los votantes en su capacidad para enfrentar estos retos. Con su avasallador triunfo le dieron virtualmente un cheque en blanco para liderar México hacia un futuro prometedor. No es la primera vez que se registra un fenómeno similar en el continente. Los resultados, en la mayoría de los casos, lamentablemente no fueron los esperados por los votantes.
En un país de tradición machista, sin la teatralidad ni el carisma de su mentor, preservar el capital heredado no le será fácil y sus acciones estarán bajo la lupa de tirios y troyanos. Habrá que ver si México liderado por primera vez por una mujer de ciencia, de bajo perfil y más afín a los hecho que a las palabras, logra el milagro.